La 'vacuna anti-populista' de Rodríguez Larreta frente al desafío de Máximo y Cristina Kirchner
El pedido de condena para la Vicepresidenta despertó la épica K. Y se profundiza más la grieta con la radicalización del jefe de gobierno porteño y del kirchnerismo. Máximo Kirchner ¿aguanta el ajuste?
El populismo no es contagioso. Se equivocó Mauricio Macri cuando hizo esa afirmación en Córdoba. Si fuera contagioso María Eugenia Vidal no endurecería su discurso como lo hace a pesar de sus chats con Axel Kicillof y de los intercambios que en algún momento mantuvo con Máximo Kirchner. Lo mismo corre para Horacio Rodríguez Larreta que volvió a tener centralidad este fin de semana.
Aunque no se contagia sí fue condicionante para la ex gobernadora el castigo del ala dura de la oposición por aquellas comunicaciones. Lo mismo le ocurre al jefe de Gobierno porteño que pagó caro internamente su acercamiento al Presidente Alberto Fernández y al gobernador bonaerense en pandemia y este sábado mandó a vallar la manzana donde vive Cristina Kirchner pero terminó negociando con sus representantes.
También a Facundo Manes lo corrieron por no querer sumarse al juicio político en contra de Alberto Fernández que también se radicalizó y dijo que no fue un suicidio la muerte de Alberto Nisman y tuvo una equívoca frase sobre el fiscal Diego Luciani. El diputado radical consideró "indignantes" sus expresiones pero aclaró que no alcanzaban como fundamento para impulsar su juicio político.
El juicio político, sin embargo, es puramente simbólico porque votarlo requiere una mayoría especial de 172 votos en Diputados lo que sólo sería posible si se sumara la mitad del Frente de Todos. A Manes lo crucificó Patricia Bullrich que subrayó que si 115 diputados firmaron el pedido de juicio político, el único que no firmó es quien está equivocado.
Máximo le arma una tribuna a Cristina Kirchner en el PJ bonaerense - El Cronista
MÁS GRIETA QUE NUNCA
El pedido de condena que hizo Luciani ordenó la grieta. De un lado la oposición rabiosa ("son ellos o nosotros", escribió Ricardo López Murphy) y del otro, el oficialismo. El kirchnerismo empujó al endurecimiento del Frente de Todos casi en su totalidad. "Casi" porque en las manifestaciones a favor de la Vicepresidenta no se vieron dirigentes del Movimiento Evita ni del Frente Renovador.
Son ellos o nosotros.
— Ricardo López Murphy (@rlopezmurphy) August 27, 2022
Durante los últimos cinco días, y este sábado, se abroqueló no sólo La Cámpora -que movilizó sin banderas ni aparato- sino también Patria Grande de Juan Grabois, el ParTE del albertista Claudio Ferreño y el NEP de Juan Manuel Olmos, ex jefe de asesores del Presidente y actual vicejefe de gabinete, entre los pocos que fueron con banderas.
En la esquina de CFK, estuvieron la portavoz Gabriela Cerruti junto a Andrés 'Cuervo' Larroque; Kicillof, con gran parte de su gabinete; el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado' de Pedro; el ministro de Desarrollo, Juan Zabaleta; el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, con su familia, y decenas de funcionarios y legisladores.
Como ocurrió en días anteriores, se vieron gorras y se oyeron cantos promoviendo la candidatura de Cristina Kirchner para 2023. "No se preocupen, pronto Cristina se muda a Olivos", ironizaban militantes K como respuesta a los reclamos de los vecinos de Recoleta para que Larreta despejara el área.
Los gestos de la Vicepresidenta parecen indicar que marcha hacia una candidatura pero nadie suscribe aún esa afirmación. Lo que parece improbable es que Cristina Kirchner esté proscripta el próximo año.
Cabe la comparación con Carlos Menem que estuvo preso en la causa de ventas de armas a Croacia pero también fue candidato a senador bajo condena a la espera de un fallo de la Corte Suprema. En 2017, el máximo tribunal habilitó su candidatura a pesar de una causa pendiente en la que el riojano había prestado declaración indagatoria exactamente una década atrás. Tan largos son -a veces- los tiempos judiciales que ya había fallecido cuando el mismo tribunal declaró "inoficioso" otro pronunciamiento en la llamada causa de los sobresueldos. Murió ocupando una banca por La Rioja.
La diferencia es que todavía Cristina Kirchner inclina la balanza, determina e incomoda y despierta tanto odio como adhesiones, une y desune dentro y fuera del Gobierno y sigue siendo de las pocas que despierta la épica callejera.
LA APUESTA DE LARRETA
El corralito con el que la jefatura de gobierno encapsuló el departamento de CFK había sido aprovechado a favor, con una marcha convocada de apuro. Así fue hasta que algunos militantes empujaron las vallas y la Policía de la Ciudad arrojó gas pimienta y activó los camiones hidrantes. Los incidentes alimentaron la grieta y confrontaron en las redes sociales desde el Presidente hasta su antecesor Mauricio Macri.
La puesta larretista pareció tanto una respuesta a su electorado de la zona norte de la Ciudad como en oposición al desafío que le lanzó Máximo Kirchner en la tardecita del viernes cuando le preguntó "qué dignidad hay que tener para quedarse en un espacio político que quien lo conduce espía a sus dirigentes".
"Yo le pido que se le plante de manos para decir que aunque tenga ideas diferentes a las nuestras puede plantarse frente al que fundió a la Argentina"
"Anímense", instó a los opositores el diputado y apuntó especialmente al precandidato porteño: "Le detonó la vida al jefe de gobierno. Yo le pido que se le plante de manos para decir que aunque tenga ideas diferentes a las nuestras puede plantarse frente al que fundió a la Argentina". Como su madre, volvió a subir al ring a Rodríguez Larreta para que confronte con Mauricio Macri. Por el contrario, el kirchnerismo quedó atrapado en la lógica porteña y el jefe de Gobierno buscó capitalizar a su favor los incidentes con una conferencia en la que se reodeó de los principales dirigentes opositores.
RECLAMO EN LA UOM
En el acto de la UOM en Avellaneda hubo otros mensajes, otra vez también para la interna. Máximo Kirchner y su madre buscan la peronización de la estrategia de defensa con apoyo sindical y parecen lograrlo.
El diputado repitió su rechazo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y reclamó más tiempo para pagar. Lo distinto es que lo hizo en vísperas del viaje de Sergio Massa a Estados Unidos. "Volví a leer el acuerdo del Fondo con estos lentes y no lo votaría de vuelta, que nadie se distraiga", advirtió mientras el ministro de Economía avanza con un plan de ajuste y orden fiscal.
Sin embargo, otros datos son más significativos. El primero que Kirchner haya destacado el rol de la CGT de Hugo Moyano en 2009 cuando "aceptó la no actualización de Ganancias para que el Estado no se desfinanciara. Pasaron a pagar más trabajadores y trabajadoras para que el país saliera adelante."
El otro punto destacable fuera de las previsibles críticas a Kristalina Georgieva, a Martín Guzmán, y a Macri, fue el reiterado reclamo para que sean los empresarios los que hagan una contribución mayor para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. Es decir, volvió a golpear la ventanilla del sector privado y no la del Estado.
La lectura que hacían algunos ministros que lo escucharon en privado es que Kirchner no quiere ser conciliador con los empresarios. "Es una diferencia con Sergio, ¿no?", preguntaba un no kirchnerista a este diario.
Con una planilla en la mano Kirchner mostró ejemplos de las ganancias de una empresa metalúrgica y le pidió a su anfitrión Abel Furlan que no ceda en las negociaciones paritarias. E increpó a los empresarios: "Vamos muchachos, ¿no pueden con una suma fija de $ 30.000 mientras se desarrollan las paritarias?"
"Vamos muchachos, ¿no pueden con una suma fija de $ 30000 mientras se desarrollan las paritarias?"
Furlan le jugó 100% a favor. Perdonó la desperonización del kirchnerismo que ahora le critican a CFK. "No nombraban tanto a Perón pero sí hacían políticas que tenían que ver con el peronismo, políticas que tenían a los trabajadores como principales beneficiarios". Por eso pidió defender a Cristina Kirchner. "Cristina es nuestra esperanza", afirmó. Y en sintonía con Máximo K dio otra señal al exigir "un proyecto político que acompañe los proyectos que representamos porque no hemos venido a representar trabajadores pobres".
"Hay objetivos inconclusos", afirmó el metalúrgico para satisfacción de Máximo Kirchner que todavía y a pesar de lo que se oyó, mantiene su tregua para que Massa ordene la economía. "Esperamos, por ahora", repiten dirigentes varios que entienden que las urgencias pasaron a ser otras.
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