Tras la derrota

Elecciones 2021: cómo hará el oficialismo para lograr que funcione el Congreso

Mientras que en el Senado Cristina Kirchner perdió el quórum, en Diputados Máximo Kirchner logró retener la primera minoría. Ante un panorama de equilibrio el FdT deberá tender puentes con la oposición para avanzar con el tratamiento de leyes.

Las urnas "hablaron" y el mensaje para el oficialismo fue claro. Le marcaron un límite al Frente de Todos al sacarle la mayoría propia que reinaba en el Senado. Pero, al mismo tiempo, los votantes le marcaron la cancha a Juntos por el Cambio: los cuatro años que estuvieron al frente del Poder Ejecutivo siguen en la memoria. En CABA los resultados fueron "magros"; en la Provincia el FdT remontó y quedó al filo de sacarle la delantera a la lista de Diego Santilli. Además, la coalición opositora quedó lejos de conformar un bloque de 120 diputados como se propuso en la campaña. Y la discusión de hacerse o no con la presidencia de la Cámara quedó sepultada. Se vienen dos años de equilibrio que obligarán a la partes a llegar a consensos para sacar cualquier tipo de ley.

A partir del 10 de diciembre, el Congreso será otro. La presidenta del Senado, Cristina Kirchner, ya no podrá manejar la Cámara alta a piacere, como ocurrió en estos dos años. 

Mientras la Argentina atravesaba la pandemia, el bloque que preside José Mayans se dedicó a avanzar con medidas que lejos estaban de las urgencias que demandaba el Covid-19. Por caso, fue en el Senado donde avanzó la mal llamada "reforma judicial" que se limitaba a desconcentrar el poder que hoy detenta los tribunales de Comodoro Py, además de la modificación de la Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal que, entre otros puntos, baja la mayoría que se requiere en el Senado para nombrar al procurador General de la Nación. 

Fue el Senado el que le dio media sanción a la creación de una comisión bicameral que se dedique a estudiar la relación crediticia entre el Banco Nación y la empresa Vicentin -con un límite temporal muy claro: 2015-2019.

CFK ya no podrá imponer su agenda en el Senado.

Todas esas leyes quedaron freezadas en Diputados, donde el oficialismo lejos está de los 129 presentes que se necesitan para iniciar una sesión. Ahora, ese mismo escenario se trasladará al Senado. Si bien es cierto que el Frente de Todos será la primera minoría de la Cámara alta, estará a dos escaños del quórum

La asistencia perfecta de los propios -sin ninguna fuga mediante- y el acompañamiento de los dos aliados incondicionales serán la condición mínima para iniciar una sesión. CFK deberá tender puentes con la oposición. O limitarse a sacar las leyes con "lo justo", con la posibilidad del fracaso latente en cada sesión. La demora de un vuelo podría ser suficiente para que caiga una sesión.

En el Senado, Juntos por el Cambio consiguió su objetivo con creces, no fueron cinco sino seis los diputados que la bancada que lidera Luis Naidenoff logró arrebatarle al oficialismo. Y el equilibrio se impuso en el Senado.

La bancada que lidera Naidenoff sumó seis escaños.

En tanto, en diputados Juntos por el Cambio no se anotó el mismo triunfo. Los cinco senadores por los que hizo campaña para sacarle el quórum a Cristina, como repitió Patricia Bullrich a lo largo y a lo ancho del país tuvo su correlato en diputados. "Necesitamos un bloque de 120 diputados para ponerle un freno al kirchnerismo", repitió María Eugenia Vidal hasta el cansancio durante toda su campaña. Incluso, referentes de esa coalición ya se imaginaban ocupando la presidencia de la Cámara baja, escudándose en el reglamento.

Pero ayer Sergio Massa quedó ratificado como presidente de esa cámara. No habrá un opositor en la línea de sucesión presidencial.

Massa fue ratificado presidente de la Cámara de Diputados.

El desempeño del Frente de Todos a nivel país fue suficiente para que la bancada que preside Máximo Kirchner siga siendo la primera minoría (al menos hasta el recuento definitivo). El Frente de Todos contará con dos diputados menos a partir del 10 de diciembre, pero dos más que Juntos por el Cambio. 118 versus 116. Casi un empate.

La elección de Vidal en CABA no rozó el 50% de los votos como acostumbra el oficialismo porteño, dejando afuera no solo a la científica del Conicet Sandra Pitta, novena en la lista, sino también al "lilito" Fernando Sánchez (8°). El objetivo de la exgobernadora era retener los 10 diputados. A partir de diciembre, JxC tendrá apenas 7 diputados porteños. El "estallido" de las urnas no se concretó.

En tanto, es cierto que la lista que encabezaba "el Colo" no solo retuvo los votos de Facundo Manes -pese a que los pronósticos indicaban lo contrario- sino que incluso la lista pasó de cosechar casi dos puntos más que en las PASO. Pero también es cierto que el oficialismo logró un repunte significativo. La lista de Victoria Tolosa Paz quedó a un poco más de un punto de la de Santilli, tras mejorar en seis puntos su performance respecto de las PASO.

Los extremos le jugaron una mala pasada al oficialismo y a Juntos por el Cambio. El libertario Javier Milei logró hacerse de dos bancas en la CABA, mientras que en Provincia, José Luis Espert está peleando la tercera, palmo a palmo con Florencio Randazzo. Esos votos, en otros tiempos, habrían ido al PRO.

La izquierda también hizo una muy buena elección en ambos distritos. Desde Luis Zamora en los 2000 que no tenía una banca por la CABA. Ahora, el FIT-U tendrá una, que la ocupará Myriam Bregman. En tanto, en la Provincia logró retener las dos bancas (se le suma una cuarta banca, por la provincia de Jujuy).

En el medio, quedarán 14 diputados que responden a los oficialismos provinciales o que son "no kirchneristas". Entre ellos, el socialismo, los lavagnistas, los schiarettistas, además de los rionegrinos, misioneros y neuquinos.

En los próximos dos años, Massa deberá ejercitar aún más su cintura política. Es que, si en la primera parte del gobierno de Alberto Fernández debió hacer concesiones (como por ejemplo con la reforma del Ministerio Público Fiscal, que alcanzó para que el proyecto se dictamine pero no para que se sancione), para avanzar con leyes que no contaban con la venia de JxC, a partir del 10 de diciembre el tigrense perderá un aliado clave. El mendocino José Luis Ramón, que presidía un bloque de seis diputados.

El Frente de Todos ya no contará con un aliado clave, José Luis Ramón.

Esta bancada, que ahora tiene a Luis Di Giácomo (Juntos somos Río Negro) como presidente tras la alianza que el mendocino tejió en su provincia con el FdT, se verá reducida a cuatro escaños. Y viene amenazando con sumarse al Interbloque Federal, espacio que lidera el lavagnista Alejandro "Topo" Rodríguez, y que integran, entre otros, el socialismo y el schiarettismo. 

Se trata de un espacio que, en estos dos años, le marcó la cancha al oficialismo con leyes como la reforma judicial, el ministerio público fiscal y que se puso en alerta cuando el Gobierno amagó con enviar un proyecto de ley para expropiar Vicentin.

Se vienen dos años de equilibrio. No por nada anoche el Presidente apeló al diálogo con la oposición. Es que es la única vía que le queda al oficialismo para poner en marcha el Congreso.

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