Omega-3 y probióticos: cómo impactan estos nutrientes en el bienestar emocional de las personas
Conocé cómo afectan a las emociones, sumar alimentos con probióticos y omega-3 en tu alimentación.
La relación entre la nutrición y el bienestar emocional cobraron una relevancia sin precedentes. Dos nutrientes en particular, el omega-3 y los probióticos, están ganando atención por su potencial impacto en las emociones de las personas.
Estos nutrientes influyen en la salud física y parecen estar estrechamente ligados a aspectos clave del equilibrio emocional de las personas.
¿Cómo impacta el omega-3 en el bienestar emocional?
El omega-3, un ácido graso esencial encontrado en pescados grasos y ciertos aceites vegetales, ha sido extensamente estudiado por su impacto en la salud emocional.
Según un artículo de The Food Tech, se comprobó su efectividad en la reducción de síntomas asociados a la depresión y la ansiedad. Además, se destaca por su capacidad para mejorar la función cerebral y reducir la inflamación, convirtiéndolo en un componente clave de una dieta equilibrada para el bienestar emocional.
Así impactan los probióticos en el bienestar emocional
La conexión entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro, ha revelado cómo los probióticos pueden influir en el estado emocional de las personas.
Estudios recientes destacaron que ciertas cepas específicas de probióticos tienen la capacidad de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede contribuir significativamente a mejorar el estado de ánimo y la respuesta emocional.
Además, la integración de estos microorganismos beneficiosos en productos lácteos, suplementos y alimentos fermentados está experimentando un aumento notable en el año 2024.
Esta tendencia refleja un creciente interés en aprovechar los beneficios potenciales de los probióticos para la salud digestiva y para el bienestar emocional de las personas.
Los probióticos se encuentran naturalmente en una variedad de alimentos fermentados. Algunas de las fuentes más comunes incluyen:
- Yogur: especialmente aquellos que contienen cultivos activos como Lactobacillus y Bifidobacterium.
- Kéfir: una bebida fermentada similar al yogur, rica en una variedad de probióticos.
- Chucrut: col fermentada que proporciona bacterias beneficiosas como Lactobacillus.
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