Meditación, yoga y mindfulness, los protagonistas de un nuevo negocio que mueve millones
Impulsadas por la pandemia, las compañías que ofrecen servicios relacionados con el wellness tuvieron un crecimiento explosivo.
El período de aislamiento vivido durante la pandemia dejó en claro la importancia del bienestar emocional. De hecho, fueron muchas las compañías que de un día para el otro reinventaron sus políticas de beneficios y sumaron opciones como clases de meditación, mindfulness, yoga y otras actividades relacionadas como una manera de apuntalar a sus colaboradores.
En 2020 la industria global del bienestar movió un total de US$ 4,4 billones, según estimaciones del Global Wellness Institute, con sede en Miami. En América latina, en tanto, el gasto total alcanzó US$ 311,7 millones, lo que equivale a US$ 360,61 por persona al año. Para llegar a este número, el organismo tomó en cuenta los gastos realizados en rubros como alimentación sana, turismo de bienestar, cuidado personal y belleza, y actividad física.
Estas son las 100 mejores empresas de la Argentina: ranking exclusivo de imagen
"La pandemia impulsó el crecimiento. En estos últimos años tuvimos clientes nuevos que de no haber sido por la situación vivida en 2020 nunca hubieran tomado el servicio. Además, ayudó a fidelizar a los que ya eran clientes porque se dieron cuenta de la importancia que tiene el bienestar", señala María Migali, socia de Grupo Wellness Latina, compañía fundada en 2017 junto con su colega psicóloga Andrea Lardani, con la que ofrecen programas de bienestar y que factura cerca de US$ 3 millones al año.
La firma cuenta con servicios como asistencia psicológica las 24 horas del día, asesoramiento nutricional y charlas con especialistas sobre hábitos saludables, balance vida personal y laboral, que se pueden realizar en formato presencial, virtual o híbrido.
Asistencia al empleado
"Trabajamos con empresas a las que les ofrecemos programas de asistencia al empleado que van más allá de lo que normalmente se identifica como wellness. Tenemos un servicio de asesoramiento contable o de temas legales e, incluso, para el cuidado de mascotas. De esta manera, el empleado puede ser más productivo, porque su cabeza se puede enfocar en el trabajo", agrega Migali.
Además, cuentan con talleres de yoga, ejercicios de respiración, sesiones de mindfulness y programas de educación física, que fueron muy demandados durante el período de cuarentena en 2020. La idea, explica la especialista, es lograr pausas activas en el trabajo, de manera que los colaboradores puedan hacer un corte y volver a conectarse con más energía. Y desde una plataforma digital on demand, brindan contenido y actividades para realizar online.
En la actualidad, la compañía cuenta con más de 100 clientes en toda América latina, excepto Brasil. Para atenderlos disponen de 25 empleados full time en la Argentina y una red de más de 350 profesionales en toda la región. Para este año, Grupo Wellness Latina espera crecer más de un 100 por ciento, gracias a que, según Migali, "las empresas aprendieron a cuidar a su gente".
En opinión de Federico Martínez, fundador y director de MFL Mindfulness Argentina, después de la pandemia se generó un cambio de paradigma que llevó a las compañías a querer acompañar el bienestar de sus empleados. Ahí es donde entra en juego el mindfulness, una técnica de meditación que propone una mente atenta al tiempo presente.
"Las empresas no tienen espacios para que las personas encuentren momentos de quietud que los ayuden a descargar las presiones laborales y el estrés. Nosotros se los ofrecemos con el objetivo de conseguir un empleado más atento en el trabajo y con mayor productividad", explica Martínez.
MFL Mindfulness Argentina se creó en 2019 y por allí ya pasaron más de 1500 alumnos que tomaron alguno de los 350 cursos dictados. Con casi 50 empleados, ofrecen también formación para instructores de esta práctica de meditación y talleres cortos online.
Martínez cuenta que estudió mindfulness en España luego de un punto de quiebre con la vida que llevaba. Hasta ese momento trabajaba en una compañía financiera y tenía una agencia de motos y una inmobiliaria.
En busca de la tranquilidad
"Llegué a esto en busca de tranquilidad personal por lo que me pasaba en el trabajo. Y me di cuenta de que esta práctica cambia la forma de actuar, de ver las cosas y de conectarse con uno mismo. La base fundamental del mindfulness es la meditación. Sentarte y disfrutar del silencio, estar con vos mismo. A partir de ahí surgen sensaciones y se reconocen vulnerabilidades y con eso llega el crecimiento", asegura.
El año pasado, la compañía experimentó un crecimiento de cerca del 70 por ciento gracias al incremento de la demanda generado en la pandemia y la pospandemia. A sus clientes corporativos Martínez les ofrecen programas a medida, en función de los pedidos y las necesidades de cada cliente.
Además, desarrollaron un campus virtual para que se pueda realizar una práctica informal todos los días. Y se da la posibilidad de realizar sesiones de meditación de manera presencial en las oficinas de los clientes.
"Tenemos tutores que acompañan el proceso de cada alumno. Y también ofrecemos un instructorado de ocho meses de duración, así como retiros en diferentes épocas del año y retiros empresariales", destaca.
En 2019, pocos meses antes de que desatara la pandemia, Ximena Sureda creó Mutare Life, una plataforma de atención interdisciplinaria online. La emprendedora llevaba años trabajando en el área de la salud mental en la Argentina y vio la posibilidad de atender pacientes en distintos países de la región.
Cuando en marzo de 2020 con el Covid cambió todo de un día para el otro, Mutare aceleró su ritmo de crecimiento. Y aunque la plataforma había sido pensada desde otro lugar, el hecho de poder prestar servicios a cualquier país de habla hispana les jugó a favor.
"Tuvimos que hacer un trabajo muy fino para generar confianza. Por suerte nosotros ya veníamos trabajando con empresas de primer nivel en toda la región y eso nos ayudó", cuenta Sureda.
Ayudar a acompañar
En ese momento, agrega, los líderes de las empresas no sabían cómo acompañar a las personas que atravesaban momentos difíciles. En ese sentido, Mutare Life se propuso acompañar a las organizaciones que contaban con acceso a la plataforma y ayudarlos. Para ello, se sirvieron de los indicadores con los motivos de atención por país y, a partir de allí, pudieron identificar cuáles eran las principales demandas de los empleados.
"Personalizamos en función de lo que necesita la población. Eso tiene impacto en mejorar el clima organizacional", dice.
Además, como detectaron que, durante la cuarentena, las personas tenían la necesidad de volver a estar en grupo, crearon una zona interactiva dentro de la plataforma. A una hora determinada se podía ingresar y se abría un espacio de intercambio. Este espacio se mantuvo y les permite a los usuarios participar e intercambiar experiencias sin exponerse, ya que el sistema los habilita a usar un nombre de fantasía.
Mutare Life tiene más de 7000 clientes activos -por cada uno de ellos se puede generar más de un usuario en la plataforma- y factura unos US$ 270.000 al mes. El objetivo para este año es llegar a US$ 450.000 y alcanzar el millón de usuarios.
"Estamos en plena campaña y en breve vamos a sumar el servicio de salud integral. Por eso todavía no pudimos cerrar la proyección de crecimiento, pero somos optimistas. Con dos clientes más ya podríamos superar el objetivo de usuarios que nos propusimos", señala.
El texto original de esta nota fue publicado en la edición 351 de la revista Apertura
Compartí tus comentarios