De la cancha a los negocios: triunfaron como deportistas y ahora lo hacen como emprendedores
Los deportistas miran el mundo de los negocios, como emprendedores, inversores y hasta empresarios. Los relatos en primera persona de cómo amalgaman ambos mundos, aprendizajes y proyectos.
"Se preguntarán por qué yo estoy acá vestido de traje con corbata", esbozó el ejecutivo. Unos pocos segundos antes había anunciado que la empresa que preside a nivel regional desembolsaría cerca de US$ 8000 millones para producir hidrógeno verde en la Argentina. Si bien se retiró hace más de 13 años, a Agustín Pichot todavía se lo recuerda liderando la ofensiva de los Pumas con pantalón corto y camiseta albiceleste. Hoy, Ficha (como se lo conoce) lleva el outfit de empresario, ya que desde 2018 se desempeña como número uno de la minera Fortescue para América latina.
La edad de "jubilación" de los deportistas de alto rendimiento es mucho más baja que en la de la mayoría de las profesiones. Después de ponerle punto final a sus carreras atléticas, muchos de ellos deciden seguir ligados con su disciplina de especialización, ya sea como entrenadores, dirigentes o hablando del tema en medios de comunicación. Sin embargo, existe un gran grupo que decide incursionar en el mundo de los negocios con diferentes roles.
Ambos mundos, el deportivo y el de los negocios, tienen muchos puntos en común. Por eso, indican los referentes consultados por APERTURA, aquellos que tuvieron carreras como profesionales luego se mueven como peces en el agua en el ecosistema empresario. Manejo de grupo, planificación, control de las emociones y audacia son algunas de las virtudes más mencionadas que generan una sinergia de ambos perfiles.
"Los únicos dos años que trabajé en relación de dependencia no me sentí cómoda. La empresa era espectacular pero no tenía nada que ver con la libertad a la que estaba acostumbrada", comenta la exciclista Daniela Donadío. Pedaleó durante más de una década y a los 25 años decidió no competir más porque ya no lo disfrutaba. Estudió Relaciones Públicas, organizó eventos para empresas con la bicicleta siempre como centro y en 2016 se convirtió en distribuidora oficial de las marcas Trek y Bontrager en Argentina. Recientemente presentó un proyecto de $ 100 millones para producir su propia marca, Bug, con la que ya vendió sus primeras 3000 unidades.
El real estate ya no es el único rubro fetiche, en su radar aparecen múltiples opciones. Leonardo Ponzio y Roberto Abbondanzieri triunfaron en River Plate y Boca Juniors respectivamente y ahora se destacan en la producción agropecuaria. Los esports es otro ámbito en el que incursionaron figuras como el tenista Diego Schwartzman; el exjugador de la NBA, Fabricio Oberto; y el goleador Sergio "Kun" Agüero. Los NFT también despiertan interés. Unos meses antes de retirarse, Luis Scola cofundó el marketplace StadioPlus; y el futbolista Alejandro "Papu" Gómez hizo lo propio con Shirtum.
El consultor Enrique Portnoy lo define como el "segundo tiempo". No es una decisión fácil porque implica, en algunos casos, comenzar de cero en un ámbito completamente distinto. APERTURA dialogó con varios deportistas devenidos en emprendedores sobre cómo vincularon ambos mundos, las dificultades que enfrentaron y sus experiencias en el siempre cambiante ecosistema de negocios argentino.
Volver a empezar
En 1999 la tucumana Mercedes Paz cambió las raquetas por las hamburguesas. "En mis viajes vi cómo McDonald's operaba en Japón y Rusia y siempre me impactó la fuerza de la marca. Pensaba: ‘Alguna vez voy a llevarla a Tucumán'", recuerda la extenista. Durante una de sus visitas a la Argentina (estaba radicada en los Estados Unidos) vio que la cadena de fast food buscaba franquiciados en su provincia natal a través de un anuncio en el diario. "Les gustó mi perfil y yo estaba por retirarme después del US Open, así que dos semanas después de eso los llamé, me entrevistaron y quedé seleccionada".
Hoy es la principal franquiciada de McDonald's en Tucumán con cuatro sucursales que emplean a 340 personas. Comenzó su carrera codo a codo con Gabriela Sabatini, llegó a estar en el puesto 28 del ranking femenino y representó a la Argentina en tres Juegos Olímpicos. Sin embargo, reconoce que le preocupaba la transición hacia la vida posdeporte. "Tenía bien claro que no quería seguir viajando, pero pensaba que no sabía hacer nada salvo jugar al tenis. Cuando hice el entrenamiento en la empresa me di cuenta de que esa vida de deportista fue súper rica, desde plantearse objetivos, saber perder, tener disciplina y analizar la derrota ".
Lo más complejo, señala, fue acostumbrarse a la falta de previsibilidad argentina. "Cuando haces una pretemporada vos planificas y el camino suele ser más o menos parecido a lo que uno pensó; acá, en cambio, pasamos un montón de crisis y sobre todo porque me tocó la del 2001", apunta. Y agrega: "Yo no sabía ni hacer un cheque cuando arranqué y esa etapa fue dura".
"Hoy vivo más tranquilo. En Banfield peleé el descenso, ¿sabes lo que es eso? Muchos eligen seguir en el fútbol porque es lo que mejor sabemos hacer, pero hoy no lo extraño", sentencia Renato Civelli, el aguerrido defensor que se retiró en Huracán en junio de 2021.
Al mismo tiempo que jugaba en las inferiores del Taladro estudiaba Administración de Empresas en la UBA como una "red de contención" en caso de que lo del fútbol no funcionara. Se desempeñó en Francia, Turquía y San Lorenzo, entre otros, pero hace unos años empezó a reflexionar sobre su "segundo tiempo". "Va más allá de estar cómodo económicamente, sino de pensar qué vas a hacer después", analiza Civelli. "Es un tema del que no se habla lo suficiente y hay muchos deportistas que entran en un estado depresivo y gastan la plata porque no saben qué hacer".
El oriundo de Pehuajó empezó realizando algunas pequeñas inversiones. Mientras jugaba en el club francés Niza, apostó por una empresa online que vendía ropa para hombres. Cuando quiso escalar el negocio, se fundió. "Después de eso dije que el día que invirtiera de nuevo quería a estar a cargo. Si me equivoco, quiero equivocarme yo", argumenta. Y así lo hizo en 2018 cuando consiguió la franquicia de la cadena de panaderías francesa Gontran Cherrier. Junto a su hermano, Luciano (también exfutbolista) y otro socio ya llevan US$ 1,8 millones invertidos y cuatro aperturas en el territorio porteño. Pronto esperan inaugurar su quinta sucursal en el barrio de Recoleta.
Civelli está en el día a día: tiene la palabra final en la estrategia, se encarga de la importación de harina y manteca desde Francia (una condición de la casa matriz) y prueba los productos. "El fútbol me enseñó de responsabilidad y respeto y acá aprendí sobre toma de decisiones y manejo de personas. Lo tomo como un proyecto de vida", destaca.
En el caso de Damián Potenza, encontró su vocación a partir de un encuentro fortuito. Con 18 años pegó el salto al fútbol italiano tras jugar en All Boys y El Porvenir. Luego firmó contrato en España y se mudó a Majadahonda, donde entabló una amistad con una vecina que enseñaba diseño de arte. "Durante dos años estudié con ella pero no pensando en un negocio, sino para ocupar el tiempo y que el día se haga menos largo". Una vez retirado, volvió al país en 2009 y fundó Baires Wood, una fábrica de muebles a medida que se volvió popular entre las celebridades locales.
"Los deportistas de alto rendimiento tenemos fecha de vencimiento y más los que no nos salvamos. Me recibí de director técnico, pero sentía que ahí no podía crecer. Hoy lo único que tengo de jugador son las cicatrices de todas las patadas que me pegaron", bromea. Hoy su proyecto tiene dos plantas en provincia de Buenos Aires y vende todo a través de las redes.
Entrenar el brazo inversor
El manejo de las finanzas es un punto crítico entre los deportistas. Ya sea para los que firman contratos millonarios como para aquellos que tienen salarios menores, saber administrar los ingresos e invertirlos es clave,. Según un informe de Sports Illustrated, 6 de cada 10 exjugadores de la NBA gastan todos lo que ganaron en su vida profesional durante los primeros cinco años de retiro. Por eso, es preciso poner un ojo en el mundo financiero antes de colgar la camiseta.
La formoseña Emilce Sosa conformó MS Finanzas, su proyecto con el que da clases de organización y educación financiera. "Mimi" es una de las históricas jugadoras de Las Panteras, la selección femenina de vóley, y formó parte del grupo que llevó a la albiceleste a los Juegos Olímpicos de Rio 2016 por primera vez. "Me interesa transmitirle a los más chicos que hay que pensar en el futuro", explica.
Se adentró en las finanzas en 2011 cuando la ficharon para jugar en un equipo de Rumania. A diferencia de lo que sucede en la Argentina (aún hoy), ahí el vóley es un deporte profesional e iba a comenzar a cobrar en moneda extranjera. "No sabía qué hacer con esa plata y empecé a leer sobre el tema. Me di cuenta que la vida financiera era tal cual la del deportista: ponerse objetivos y tener disciplina para cumplirlos", afirma. Invirtió parte de sus ingresos en unos terrenos en su Formosa natal y ahí construyó un complejo de cabañas para alquiler, el cual se transformó en su primera aventura emprendedora.
Luego estudió en el Instituto Soaper, en Brasil, con el objetivo de dar clases de educación financiera a deportistas. Sin embargo, no tuvo el quorum que esperaba y se volcó a enseñarle a cualquiera que estuviera interesado. "Hacer un curso de educación financiera es una inversión y he tenido alumnas que superaron ocho veces esta inversión", reconoce.
Ahora, advierte, tiene la cabeza puesta en los entrenamientos con la Selección Argentina, pero, con 34 años, reconoce que en 2023 dedicará más tiempo a su faceta emprendedora. "Ahora voy a hacer un posgrado a distancia y estoy trabajando en un libro sobre educación financiera para deportistas que va a salir el año que viene. Sé que dentro de un par de años no voy a seguir jugando y tengo que pensar a MS Finanzas como un negocio porque es lo que después me va a pagar cuando ya no tenga al vóley".
Otros prefieren ponerse el sombrero de inversor. Quizá uno de los más mencionados en este rol es Emanuel Ginóbili, que cuenta en su portfolio personal con inversiones en diversos segmentos, desde la fintech Ualá, la proptech Consorcio Abierto, el unicornio mexicano Kavak y la startup Pachama. "Con los primeros contratos grandes me decía: ‘Tengo que invertir'. Por ahí me metí en un par de entrada sin tener conocimiento, simplemente porque estaba tentado e inquieto. No era por mi futuro sobre en qué iba a destinar mi tiempo sino por generar fondos, interés, un ROI para poder vivir toda mi vida porque no sabía cuántos de esos contratos iba a haber", comentó, en diálogo con El Cronista, en noviembre de 2021.
El exescolta de los San Antonio Spurs también ingresó a la comunidad de inversores del fondo de venture capital Newtopia. Pero no es el único: este VC cuenta con un dream team de distintas disciplinas, como el extenista David Nalbandian y los rugbiers Joaquín Tuculet, Santiago González Iglesias y Julián Montoya.
Para Diego Hartfield su acercamiento al mundo financiero no fue algo planificado. Decidió retirarse abruptamente del tenis profesional a fines de 2010 tras una lesión y empezó a analizar alternativas. Fue entrenador, comentarista en TV e incluso socio de un laundry en Puerto Madero. Tenía algunos ahorros y, a través de conocidos, se contactó con Juan Ignacio Abuchdid, fundador de la financiera Invertir en Bolsa, que le abrió el universo bursátil.
Se capacitó y empezó a trabajar ahí como agente productor, pero cuando volvió a Misiones se dio cuenta que había una oportunidad de expandir el mercado de capitales en su provincia. "La psicología del deporte y la del mercado son parecidas. Un poco tiene que ver con gestionar emociones porque el mercado también es emocional: hay euforia, pánico. Es un trabajo siempre a largo plazo y buscar resultados en el corto no sirve", define Hartfield, quien llegó a estar en el puesto 73° del ranking mundial.
Su fuerte, asegura, es mirar la pantalla y operar. En Oberá, su ciudad, armó su propia cartera de clientes y a fines de 2019 juntó fuerzas con la firma de servicios financieros NetFinance, de la que hoy es director. "Cuando fue la crisis de las PASO pensé que todo había terminado. Pensé volver al tenis, pero el mercado se fue recuperando y la clientela creció. Hoy extraño estar al aire libre porque sentarme tantas horas en una oficina no es lo que más me gusta. Sin embargo, estoy bien y estable", confiesa.
Doble vida
Algunos deciden no esperar al retiro. Montar un emprendimiento y ser atleta profesional son actividades compatibles. Luciano Abecasis cambió su perspectiva sobre este tema en 2015 cuando por seis meses se consideró un exfutbolista. "Me sirvió para tomarme todo de otra manera y saber que podía hacer cosas en simultáneo. Si bien todavía no sé a qué me quiero dedicar de lleno, le perdí el miedo al qué voy a hacer en el futuro y decidí hacer ahora", reflexiona el actual defensor de Banfield.
"Empecé a invertir en bienes raíces al principio porque es lo que te enseñan en el mundo del fútbol, pero me di cuenta que no era para mí", detalla el rosarino. Hace poco se sumó como socio a Vegan Capital Fund, un fondo de inversión de riesgo enfocado exclusivamente en empresas veganas. Este año ya invirtieron en cinco proyectos con tickets hasta US$ 200.000.
Hoy Abecasis forma parte del directorio e integra la mesa chica donde se toman las decisiones. No obstante, indica, su principal rol es "aprender". "El fútbol me permitió desarrollarme pero nadie te enseña a hacer otra cosa que no sea jugar. Así que planeo absorber toda la experiencia que pueda".
El foco del marplatense Patricio Garino en este momento está puesto en llegar de la mejor manera a la AmeriCup con la selección nacional de básquet. Después tiene todo arreglado para sumarse a las filas del catalán Girona y, más allá de la oportunidad deportiva, también estará más cerca de Cachito Mio, la cadena de empanadas gourmet que cofundó en el País Vasco en 2019. Recientemente abrieron su sexto local en España y a fines de 2021 inauguraron una fábrica en Vitoria desde la que producen 2500 empanadas por día.
Todo empezó como una broma con unos amigos que estaban en el rubro gastronómico, mientras Garino defendía los colores del Saski Baskonia, y al final se cristalizó porque vieron una oportunidad de llevar un producto argentino al norte español. "Al principio lo veía como socio capitalista y aportaba en lo que podía, pero no tenía experiencia. Me empezó a gustar el manejo, la administración, los números y me involucré en el día a día. Hoy mi prioridad es el básquet, aunque esto es algo con potencial", reconoce. Garino estudió Administración y Marketing en la Universidad George Washington, donde era jugador/estudiante para los George Washington Colonials.
Poco antes de abrir la primera sucursal, sufrió una rotura de ligamentos cruzados en la rodilla y el proyecto lo ayudó a mantener la cabeza ocupada. "Pasé por años de lesiones. Esto me da tranquilidad de que si no tengo al básquet, me puedo dedicar a otra cosa". Y destaca algunos aspectos que pudo llevar de los negocios al deporte: "Lo principal que aprendí fue sobre recursos humanos, el manejo de gente y la motivación. También mi carácter en cancha era de una manera y me di cuenta que era mejor yendo por otro camino, con más comunicación y fluidez".
En tanto, Diego Simonet decidió convertir su pasión por los juegos de mesa en un emprendimiento, DS4Games. "Me metí en un mundo que no tiene nada que ver con el mío así que tuve que aprender todo, desde el proceso de creación de un juego, edición, fabricación y costos para que sea rentable", enumera la estrella de la selección argentina de handball y del Montpellier francés.
La idea surgió en 2018 y dos años después se lanzó a fabricarlo en Madrid para venderlo por Europa. Se trata de 1812, un juego cooperativo que gira en torno a la historia detrás de la creación de la bandera argentina. El año pasado salió a la venta en Argentina, a través de Neptuno Games, y ahora sacó su segundo título en el mercado europeo, Los secretos de la Torre Eiffel. Ya lleva vendidos más de 2000 ejemplares.
"Todo lleva práctica para hacerlo bien, como lo deportivo", resume. No obstante, Simonet aún lo toma como un hobby porque el 100 por ciento de su esfuerzo está puesto en su carrera deportiva. "No sé qué voy a hacer mañana, pero no tengo miedo de emprender y hacer negocios nuevos".
La versión original de esta nota se publicó en el número 344 de revista Apertura.
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