Los mandamientos de Caputo: una cuestión de fe
Sin duda las redes sociales vinieron a transformar la manera de hacer comunicación política. Ya sea para bien o para mal (si pensamos en la incontinencia de los funcionarios para con sus teléfonos) , los mensajes tienen mucho menos chequeos previos que los que estábamos acostumbrados a recibir de quienes ocupan los lugares más importantes del Gobierno nacional, hace solo un tiempo atrás.
El ministro de Economía, Luis (Toto) Caputo, escribió el miércoles en su cuenta de X:
"Cosas que ya están pasando y se van a exponenciar en los próximos meses:
La inflación va a bajar; la economía se va a recuperar; los impuestos van a bajar; las regulaciones van a colapsar; el crédito privado va a explotar; la demanda de dinero va aumentar; los pesos van a faltar; los dólares van a sobrar; el dólar financiero va a converger al dólar oficial; los salarios se van a recuperar; la pobreza va a bajar.
¿Cuál es el efecto de un mensaje que contrastado con la realidad parece hoy más una expresión de deseo que un dato de la realidad?
Depende dónde se pare quien lo mire así será como se lo interpreta. El mensaje parece más una muestra de la necesidad de convencer hacia afuera que de mostrar resultados.
Si se analiza punto por punto, hay aspectos conectados con la realidad y otros que manifiestan solo una intención. Empecemos por los que sí:
La inflación va a bajar
Es una realidad que el Gobierno logró hasta ahora un descenso del nivel de aceleración de precios que pasó de un 25 a un 4%. Desea llegar al 0 pero tiene en sus planes festejar cuando el número sea 2 porque considera que con la devaluación mensual del 2% que viene llevando adelante quedaría empatada la cifra.
El crédito privado va a explotar
Tanto los bancos físicos como virtuales coinciden en que hoy la demanda de crédito creció tanto como la necesidad de prestar. La liquidez acumulada durante los últimos años en los que nadie quería endeudarse por las altísimas tasas y en los que pocos ofrecían condiciones de préstamo posibles hizo que en el último tiempo, entre la aparición de los créditos hipotecarios y los préstamos a las empresas físicas la competencia por tener la mejor oferta se vaya tornando cada vez más fuerte.
Esto coincide con las cifras del BCRA que asegura que los préstamos al sector privado crecieron en agosto un 12,4%. Sobre todo, en los créditos para compras de familia: préstamos prendarios, 21,8%; compra de autos y personales, 20,4% y tarjetas de crédito, 10,6%.
Aquí viene lo que mezcla una especie de plegaria con algunos datos mostrables al día de hoy:
Los impuestos van a bajar
Si tenemos en cuenta que la promesa de bajar impuestos fue una de las más importantes de la campaña de Javier Milei, pasaron 9 meses hasta lograr la baja de uno significativo, que la misma gestión del Presidente se había ocupado de aumentar. El Impuesto PAIS volvió del 17,5% al 7,5%. También se logró la eliminación de las retenciones a cuenta de IVA y Ganancias para los comercios y una baja menor de retenciones a economías regionales. Para todo lo demás falta. Es una cuestión de fe.
Dólar financiero y oficial
Lo que el Gobierno intenta lograr es que convergan. De arriba hacia abajo achicar la brecha entre el blue y el paralelo. Todavía falta pero las pruebas muestran que va en ese sentido. Es una cuestión de fe.
Colapso de regulaciones
La primera pregunta que surge es si este es un mensaje para el ministro Sturzzeneger. ¿Un respaldo o una bajada de línea? Si bien se creó el ministerio para ello, la única por ahora anunciada aunque no puesta en práctica es la de cielos. Además fueron anuladas al momento la ley de góndolas y la de abastecimiento. Los alquileres hoy se pactan según las pautas del mercado, Para lo demás hay que esperar. Cuestión de fe.
Los pesos van a faltar
Ya faltan de hecho, pero porque los salarios no logran recuperar lo perdido por lo que el consumo está frenado.
Los dólares van a sobrar
Si bien el Central recuperó reservas lo cierto es que es el gran problema del Gobierno. Hay fe en el blanqueo pero aún se desconoce su resultado. Los dólares están lejísimos de sobrar. Cuestión de fe.
Recuperación salarial
Con la baja de la inflación el salario no sigue perdiendo al mismo nivel, pero con la devaluación de principio de año y la altísima inflación soportada, los salarios nunca volvieron a acomodarse de acuerdo al poder de compra previo.Cuestión de fe.
La economía va a mejorar
Por todo lo expuesto, cuestión de fe. Y aquí un punto que coincidió con un dato que lo contradijo:
La pobreza bajará
El mismo día en el que Caputo twiteaba esto el observatorio de la UCA confirmó que la pobreza en Argentina fue en el primer semestre la más alta desde el 2004 a la fecha; 52%. La indigencia llegó al 18%. Al ministro le falló el timing para esta afirmación.
Además, en este país el que se quema con leche ve una vaca y llora, dice el refrán. Mauricio Macri dijo al llegar a su Gobierno que iba a lograr la pobreza 0. Sus palabras fueron como un boomerang. Recibió el Gobierno con un 31,4% y lo entregó con un 35,5%. Aquí al decir que va a bajar, otra vez, cuestión de fe.
En Argentina, otros ministros de Economía, se arrepintieron de haber pronunciado frases rimbombantes que luego se les volvieron en contra. He aquí un breve repaso:
Axel Kicillof (2013-2015). "No vamos a pagarle a los fondos buitre". En medio de la disputa legal con los holdouts (fondos buitre) que no aceptaron la reestructuración de la deuda. Consecuencias: La postura de Kicillof llevó a un default técnico en 2014. La disputa se resolvió parcialmente en 2016, bajo la administración de Mauricio Macri.
Martín Guzmán (2019-2022). "Argentina tiene voluntad pero no capacidad de pagar su deuda". En medio de las negociaciones para reestructurar la deuda externa y un acuerdo con el FMI. Consecuencias: Logró reestructurar una parte significativa de la deuda, pero las idas y vueltas por ese tema le costaron el puesto.
Y seguramente habrá más.
Queda claro que hasta la economía. la ciencia más exacta y concreta que existe, también, como cualquier otra, apela a una cuestión de fe.
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