"Dibu" Martínez: el arquero del pueblo y los mundos paralelos
La Selección Argentina venció a Países Bajos por los cuartos de final del Mundial de Qatar. El partido fue jugado muy tácticamente durante la mayor parte de su desarrollo. Los argentinos se imponían 2 a 0 con comodidad pero casi en el epílogo, los naranjas se desorganizaron y empujaron hasta lograr empatar (a los 82 y 100 minutos).
En el primer capítulo del suplementario los neerlandeses volvieron a replegarse cuidando el empate. En los minutos finales del alargue, el seleccionado nacional tuvo cuatro chances claras de gol.
Después de 130 minutos, el pitazo final del árbitro español Mateu Lahoz decretó ir a la serie de penales: era el turno del arquero argentino de demostrar toda su maestría y coraje.
"Dibu" Martínez atajó en forma excelente los dos primeros volando hacia cada uno de los palos y ello trajo tranquilidad a sus compañeros. El quinto pateador, Lautaro Martínez, apareció con justeza para sellar el pase a semifinales ante Croacia. Esta reseña no alcanza para describir el intercambio de emociones y gratitudes entre futbolistas e hinchas dentro del estadio. Tan dramático como victorioso desenlace volvió a unirlos en un prolongado festejo de celeste y blanco.
LA DEDICATORIA DE EMILIANO "DIBU" MARTINEZ
El nacido en el barrio El Jardín de Mar del Plata, con las pulsaciones a mil y la voz entrecortada dijo al final de partido: "Siento emoción. Esto lo hago por los 45 millones (de argentinos) que no pasan un buen momento económico, y darle alegría a la gente es lo mejor que tengo en este momento. Me llegaron dos veces en el final y el árbitro parecía que quería que nos empataran. Después los muchachos estaban cansados, sentí que los tenía que ayudar ahí y no pude. Gracias a Dios después atajé dos penales, que pudieron ser más. Tenemos huevos, pasión, corazón y lo hacemos por 45 millones, estamos ilusionados".
Martínez dejó también su autocrítica: "Me llegan dos veces en el final (por los dos goles recibidos), tenía que ayudar a mis compañeros".
Como millones que sueñan ser futbolistas profesionales, su niñez transcurrió en un hogar donde no reinaba la abundancia. Su padre trabajaba en la zona portuaria y su madre como empleada doméstica. "Éramos humildes, pero muy felices. Por eso no nos da vergüenza decir de dónde venimos. Más allá de las complicaciones, a los chicos nunca les faltó un plato de comida en la mesa. Les dimos todo lo que pudimos", comentó Alberto "Beto" Martínez al diario La Capital de Mar del Plata.
Alejandro, su hermano mayor, fue quien le encontró el puesto: solía patearle la pelota en la casa, en la calle, en una plaza, en un terreno baldío o campito.
Uno de sus formadores del club San Isidro (Mar del Plata), Jorge Peta, dio precisiones acerca de sus inicios: "Le hacíamos patear tiros libres y penales. A veces se aburría porque no le llegaban y le daba la pelota a los rivales para que le pateen. Nunca faltaba a un entrenamiento y, si podía, se quedaba más tiempo con su padre".
Y agregó: "Nosotros lo llevamos a Buenos Aires tres veces. Primero fue a River, donde lo vio (Héctor Osvaldo) Pitarch. No lo quisieron. Nos dijeron que ya tenían arqueros con las condiciones de él. Luego fue a Boca con (Ramón) Madoni y pasó lo mismo. Volvía con la desilusión lógica, pero era muy fuerte de la cabeza. Después lo vio "Pepé" Santoro. Con el ojo que tiene para los arqueros obviamente lo pidió para Independiente".
A los 12 años se fue a vivir a la pensión de Independiente de Avellaneda. "Emi era un grandote, medio torpe y sin mucha técnica. Pero a través de mucho sacrificio y muchas lágrimas él se fue depurando" señaló su maestro y ex arquero del "Rojo" multicampeón de América, Miguel Ángel "Pepé" Santoro, quien le endosó el apodo de "Dibu".
"Cuando llegué era un poco coloradito, con pecas, y me empezaron a decir que me parecía al dibujito", confesó Emiliano al ser consultado por la prensa.
"Dibu" fue un personaje de animación (que convivía con humanos) de la exitosa telecomedia argentina "Mi familia es un dibujo" (1996/1997-Telefé).
En 2009, integró el seleccionado para el torneo Sudamericano Sub 17, atajándole dos penales a Brasil. Y ocurrió que en el Mundial disputado en Nigeria fue evaluado por los ojeadores del Arsenal de Inglaterra. Al poco tiempo, recibió la invitación para una prueba de 10 días y Santoro lo acompañó a Londres: "Era muy joven y no quería alejarse de la familia". El Arsenal terminó pagando 500.000 euros por el 65% del pase del juvenil de 17 años.
Sin embargo, en el Arsenal inglés nunca tuvo continuidad salvo un breve paso en 2014. Fue cedido a préstamo a varios clubes: Oxford United, Sheffield Wednesday, Rotherham, Wolves, Getafe de España y Reading.
En la temporada 2019-2020 regresó al Arsenal y su desempeño fue clave para la obtención de la FA Cup y la Community Shield. En septiembre de 2020, fichó para el Aston Villa de la Premier League a cambio de 21,5 millones de euros, convirtiéndose en el arquero argentino más caro de la historia. El día de su debut frente al Sheffield United (1-0) atajó un penal. En la Copa América 2021, se vistió de héroe al atajar tres penales a los colombianos, que sirvieron para la coronación frente a Brasil en la final (0-1), alzando el preciado trofeo en el mítico estadio Maracaná.
"El arquero. También lo llaman portero, guardameta, golero, cancerbero o guardavallas, pero bien podría ser llamado mártir, paganini, penitente o payaso de las bofetadas... Es un solo. Está condenado a mirar el partido de lejos. Sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento... Él no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del fútbol: el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace". (Fragmento del libro "El Fútbol a sol y sombra" de Eduardo Galeano).
¿QUÉ MIRAS BOBO? Y LOS MUNDOS PARALELOS
Después de la tanda de penales, cuando el ambiente se dividía entre los fuegos de la gloria y el fracaso, los jugadores argentinos y neerlandeses estuvieron a muy poco de provocar una gresca.
Mientras el capitán argentino era reporteado por la televisión, se escuchó la frase que pronto recorrió el mundo "¿Qué miras bobo?, andá pa´allá". Quien estaba del otro lado era el autor de los dos goles de Países Bajos (Wout Weghorst). Según la Real Academia Española "bobo" significa "tonto" de muy corto entendimiento o ingenuo.
Leo Messi se dejó llevar por su enojo tras lo ocurrido en el "proceso" de ejecución de penales (chicanas, gestos y provocaciones entre jugadores de ambos equipos) pero sus dichos no tienen categoría de insulto en la jerga del fútbol.
Ante las quejas de los europeos por los festejos del equipo albiceleste tildados de "antideportivos", salió al cruce el presidente de la CONMEBOL.
"Era por una semifinal, era lógico que se juegue con tanta intensidad y con tanta pasión porque los dos equipos pelearon por ganar, y bueno se le dio a la Argentina", declaró a la agencia AP Alejandro Domínguez. Y acotó: "Para mí Argentina se convirtió en el equipo del resto del mundo. Los que no tienen un país disputando el Mundial se sienten representados por Argentina".
Tras los incidentes, la Comisión Disciplinaria de la FIFA "ha abierto un procedimiento" contra la Asociación Argentina (AFA) y la Federación Neerlandesa de Fútbol (KNVB) "por posibles infracciones" al artículo 12 del Código Disciplinario ("conducta indebida de jugadores y oficiales"), y además, la AFA también deberá responder por supuestas infracciones del artículo 16 ("orden y seguridad de los partidos").
Las sanciones aplicables -luego de los descargos- son suspensión y/o multa variando de acuerdo al encuadramiento de las infracciones cometidas. Todo hace prever que no habría sanciones inmediatas que obliguen al DT Scaloni a modificar la formación a poco más de 24 horas de jugarse una semifinal mundialista.
Cada triunfo argentino logra borrar de las mentes la incertidumbre dominante, la elevadísima tasa de inflación (100% anual), el alza del dólar y de impuestos, la inseguridad, el exilio de los jóvenes talentos, las secuelas de los juicios por corrupción de Estado, entre otros males.
En el contexto futbolero, Emiliano "Dibu" Martínez es un fiel exponente de la resiliencia ante la adversidad, por su sentido de superación y perseverancia para sortear cada uno de los obstáculos. Y por ello, representa la esperanza y el sentimiento unánime de los argentinos que aspiran a estampar una tercera estrella en la camiseta nacional.
"Dibu" también encarna al espíritu de cientos de miles de emigrados hacia Europa que sufren desarraigo (son los que visten la albiceleste, saltan y cantan en los estadios de Qatar), quienes decidieron abandonar nuestro país en busca de una mejor calidad de vida.
Según los últimos datos publicados por la ONU (2019),Argentina contabiliza 1.013.414 emigrantes, un 2,26% de la población: 523.322 mujeres (51,63%) y 490.092 varones (48,36%). La emigración de Argentina se ha dirigido especialmente hacia España (25,65%), Estados Unidos (21,24%) y Chile (7,18%).
Vale mencionar que la Selección Argentina cuenta con un solo futbolista que actualmente juega en la liga local (Franco Armani, arquero de River Plate). En tanto, el DT Lionel Scaloni y los restantes integrantes del cuerpo técnico han cumplido gran parte de sus carreras como futbolistas en Europa.
Según un informe elaborado por Futbolistas AXEM, los futbolistas argentinos radicados en el exterior registrados al mes de mayo 2022 ascienden a 4864 hombres y 149 mujeres.
En tiempos tan convulsionados en lo político y social urge que la sociedad finalmente se decida a reencontrarse con ciertos valores básicos olvidados tales como transparencia, respeto, tolerancia, cumplir con lo que la ley manda, rindiéndole el merecido culto al honor y al trabajo de nuestros antepasados.
En medio de la alegría que contagia el éxito deportivo es imprescindible echar una mirada a dos mundos paralelos, uno con sede en Qatar y el otro en Argentina, haciendo el esfuerzo en pos de marcar las diferencias, ya que ni siquiera en el campo de la ciencia ficción resultaría factible conectar ambas realidades en simultáneo.
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