La bebida probiótica y antiinflamatoria que podés preparar en casa y que te ayudará a mejorar la digestión
Esta infusión, fácil de preparar en casa, tiene numerosos beneficios para la salud intestinal y general.
¿Te gustaría mejorar tu digestión de manera natural? Entonces la kombucha es para vos. Esta bebida probiótica y antiinflamatoria, fácil de preparar en casa, tiene numerosos beneficios para la salud intestinal y general.
Su sabor ácido y sus burbujas la convierte en una opción refrescante y saludable para incluir en tu dieta diaria. Conocé cómo hacerla.
Ingredientes principales de la Kombucha
De acuerdo al sitio web Cuidate Plus, para preparar kombucha en casa solo necesitás tres ingredientes básicos:
- Té (generalmente negro o verde)
- Agua
- Azúcar
Durante el proceso de fermentación, estos ingredientes se transforman en una bebida rica en:
- Probióticos
- Ácido acético
- Ácido glucónico
- Ácido láctico
- Pequeñas cantidades de etanol
Además, la kombucha contiene vitaminas del grupo B (B1, B2, B6, B9 y B12) y vitamina C.
Propiedades de la Kombucha
Al igual que otros alimentos fermentados como el kéfir de leche, kéfir de agua, kimchi y yogur, la kombucha es una fuente rica en probióticos, que son bacterias saludables que contribuyen a mantener una flora intestinal equilibrada y variada. Este equilibrio intestinal ayuda a:
- Evitar o combatir trastornos digestivos
- Mejorar la función inmunitaria
- Prevenir infecciones urinarias
"La popularidad de la kombucha como alimento se debe a sus supuestos beneficios para la salud. Los estudios in vitro e in vivo han observado un elevado potencial antiinflamatorio y actividad antioxidante, una reducción de los niveles de colesterol y de la presión sanguínea, reducción de la propagación del cáncer; y la mejora de las funciones hepáticas, gastrointestinales y del sistema inmunitario", advierte Alejandra Carretero Krug, profesora de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo (Madrid), a Cuidate Plus.
Y aclara: "Sin embargo, aún no existe suficiente evidencia en humanos".
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¿Quiénes deben evitar su consumo?
Aunque la kombucha tiene muchos beneficios, hay ciertas personas que deben ser cautelosas:
- Embarazadas y lactantes: debido a la falta de estudios en humanos.
- Niños: por las mismas razones.
- Personas con alguna patología: deben consultar a su médico antes de consumir bebidas fermentadas.
- Aquellos que no toleren la teína: las kombuchas hechas con té contienen este compuesto.
Cómo preparar kombucha en casa
- Herví 1 litro de agua y agregá 2-3 cucharadas de té negro o verde.
- Añadí 100 gramos de azúcar y dejá enfriar la mezcla.
- Colocá la mezcla en un frasco de vidrio y añadí un SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras).
- Tapalo y dejá fermentar entre 10 y 21 días.
¡Y listo! Ya tenés tu propia kombucha casera lista para disfrutar y mejorar tu digestión de forma natural.
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