Salud

Gelatina de oro: el alimento lleno de colágeno que reduce la aparición de arrugas y mantiene la piel suave y tersa

Puede ayudar a controlar el apetito y, en consecuencia, a perder peso de manera más efectiva.

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Desde los 25 años, nuestro cuerpo inicia un proceso de disminución gradual en la producción de colágeno, una proteína esencial que juega un papel crucial en nuestra salud y apariencia. Se estima que esta reducción ocurre a un ritmo de entre 1% y 1,5% por año, e impacta en áreas vitales de nuestro organismo. 

¿Por qué es impórtate el colágeno?

El colágeno, conocido por mantener la elasticidad y firmeza de la piel, también es fundamental para la fortaleza de los huesos y la salud de las articulaciones. 

Esta proteína se encuentra en la piel, tendones, dientes, órganos internos, músculos, médula ósea y vasos sanguíneos, y su declive puede llevar a problemas significativos, como una piel menos tersa y un mayor riesgo de lesiones articulares. 

Entender los efectos de la disminución del colágeno y explorar soluciones efectivas para contrarrestar esta pérdida es crucial. Investigadores revelaron que ciertos alimentos pueden ayudar a estimular su producción y mitigar los efectos del paso del tiempo. 

¿Qué gelatina contiene colágeno? 

De acuerdo con MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la gelatina es una proteína derivada del colágeno animal, comúnmente de vacas y cerdos. 

Los especialistas sugieren que consumir gelatina puede potenciar la producción de colágeno en el organismo. 

Si se prepara gelatina casera añadiendo huesos de pollo, carne, cerdo o pescado, se obtiene un producto sumamente nutritivo que ofrece múltiples beneficios para la salud. 

Durante la cocción, los nutrientes como colágeno, gelatina, aminoácidos y minerales presentes en los huesos se liberan, creando un caldo denso y enriquecido. 

¿Cuáles son los beneficios de la gelatina de huesos para la salud?

El consumo de gelatina casera de huesos ofrece múltiples beneficios para la salud. Aquí te presentamos algunos de los más destacados: 

  • Reducción del dolor e inflamación articular: la gelatina casera es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, gracias a los aminoácidos glicina y arginina. Estos compuestos ayudan a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones. 
  • Fortalecimiento óseo y articular: esta gelatina rica en calcio, magnesio y otros nutrientes esenciales que contribuyen al fortalecimiento de huesos y articulaciones, promoviendo una estructura ósea más saludable. 
  • Mejora de la salud digestiva: utilizado históricamente como un tónico digestivo, la gelatina favorece la sanación del intestino y mejora la digestión. La glutamina, un aminoácido presente en el caldo, ayuda a mantener la integridad de la pared intestinal y previene problemas como el intestino permeable. Investigaciones recientes sugieren que puede ser beneficioso para quienes sufren del síndrome del intestino irritable. 
  • Apoyo al sistema nervioso: los componentes de esta gelatina, especialmente las grasas saludables presentes en huesos de caña (caracú), proporcionan nutrientes importantes para el cerebro, apoyando el buen funcionamiento del sistema nervioso. 
  • Mejora de la elasticidad e hidratación de la piel: comer gelatina de huesos regularmente puede mejorar significativamente la elasticidad e hidratación de la piel, proporcionando un aspecto más saludable y radiante. 
  • Control del apetito y ayuda en la pérdida de peso: gracias a su alto contenido de proteínas, la gelatina es muy saciante. Esto puede ayudar a controlar el apetito y, en consecuencia, a perder peso de manera más efectiva.

Cómo preparar gelatina casera de huesos para aumentar el colágeno

 La forma de preparar una gelatina casera que no solo es saludable, sino también deliciosa.

Ingredientes 

  • Huesos de pollo, res, cerdo o pescado (preferiblemente con médula y articulaciones) 
  • 1 cucharada de vinagre de manzana o jugo de limón 
  • Agua suficiente para cubrir los huesos 
  • Verduras opcionales (zanahorias, cebolla, apio) 
  • Sal y especias al gusto 
  • 1 litro de jugo de fruta natural (como fresa, kiwi o cualquier fruta rica en vitamina C) 
  • 30 gramos de gelatina sin sabor 

Instrucciones 

  1. Preparación de los huesos: precalentar el horno a 220 °C. Coloca los huesos en una bandeja para hornear y ásalos durante 20-30 minutos, o hasta que estén dorados. En una olla grande, cubrí los huesos con agua. Añade una cucharada de vinagre de manzana o jugo de limón para ayudar a liberar más minerales de los huesos. 
  2. Cocción del caldo: lleva la olla a ebullición a fuego alto. Una vez que comience a hervir, reduce el fuego al mínimo y cocina lentamente: Para huesos de pollo: de 8 a 12 horas. Para huesos de res o cerdo: de 12 a 24 horas. Durante la primera hora de cocción, retira la espuma que se forma en la superficie para mejorar la claridad y el sabor del caldo. 
  3. Enfriamiento y desgrasado: cuela el caldo para separar los huesos y restos de verduras. Deja enfriar el caldo a temperatura ambiente y luego refrigéralo durante varias horas o toda la noche. Retira la capa de grasa solidificada en la superficie para obtener un caldo más magro y saludable. 
  4. Preparación de la gelatina: calentar un litro de jugo de fruta natural hasta que esté tibio, colándolo si es necesario para eliminar pulpa y semillas. Hidrata 30 gramos de gelatina sin sabor en una taza de agua fría hasta que se esponje. Agrega la gelatina hidratada al jugo tibio y mezcla bien hasta que se disuelva completamente. Endulza al gusto si lo prefieres. 
  5. Montaje de la gelatina: vierte la gelatina obtenida del caldo en moldes individuales. Podes añadir trozos de frutas frescas en los moldes si lo deseas. A continuación, verter la mezcla de jugo y gelatina sin sabor sobre la gelatina del caldo en los moldes. Refrigerar los moldes durante al menos cuatro horas o hasta que la gelatina esté completamente cuajada.
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