Patricia Bullrich asegura que entrará al balotaje: el objetivo que se puso para sumar los votos necesarios
En el comando de campaña de JxC confían en que Bullrich retendrá los votos que cosechó la fuerza en las PASO. ¿Cómo se las ingeniarán para alcanzar el número que se propusieron?
Falta un mes para las elecciones generales y en Juntos por el Cambio se muestran confiados. Luego del duro tramo que atravesó la fuerza opositora por el resultado de las PASO, en la mesa chica de Patricia Bullrich aseguran que hay un "cambio de sensaciones".
Con la puesta en marcha de La Patoneta, el motorhome con el que "La Piba" recorre el país, aseguran que recuperó la centralidad, la masividad y la épica. En medio de esta inyección de ánimo, los equipos que asesoran a la presidenciable dan por hecho que se meterá de lleno en el ballottage. De cara al 22 de octubre se fijaron un objetivo claro, y que prevén que podrán alcanzar.
En Juntos por el Cambio se basan en su propia historia para dar por garantizado que el grueso de los votos que cosechó Horacio Rodríguez Larreta se volcará, tarde o temprano, a Bullrich. "No tienen a dónde ir", dijeron desde los comandos de campaña de la candidata. Si uno se remonta a los antecedentes de la coalición, desde las PASO a las generales, siempre repuntaron.
Es cierto, en 2019, Mauricio Macri no se sometió a una interna pero subió ocho puntos (más de lo esperado). Pero allá por el año 2015, cuando la duda era si, por caso, los radicales se inclinarían por el fundador del PRO, el expresidente no solo retuvo a los votos de Ernesto Sanz (y los de Elisa Carrió). Sino que, además, creció cuatro puntos de las primarias a las generales.
Un referente de Evolución Radical hizo una comparación más actual, para despejar las dudas sobre el destino de los votos de Larreta: el del gobernador electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. De las PASO a las generales de este año, el exministro de Seguridad retuvo los votos de sus dos contrincantes, Mónica Fein y Carolina Losada, incluso cuando esta última, palabras más, palabras menos, lo vinculó con el narcotráfico rosarino.
Con esta postura, en los equipos de Bullrich apuestan retener el 28% de los votos que cosechó la fuerza en las PASO. Aseguran que los equipos del alcalde porteño se integraron a los de la candidata.
"No vemos doble juego", aseguran, pese a que hay quienes sospechan que, algunos referentes podrían estar sellando, por lo bajo, algún tipo de acuerdo con Sergio Massa o Javier Milei. Sobre todo porque, de cara a las generales, muchos son candidatos a diputados o senadores: su futuro está atado al de La Piba.
También ponen de ejemplo a algunos de los perdedores que se pusieron la campaña al hombro, como el ahora ex precandidato a gobernador Diego Santilli, que quedó palo a palo en la interna con Néstor Grindetti. "Está jugando a fondo", destacaron, al ejemplificar la "integración" de los bandos.
El objetivo de Bullrich
El objetivo que se pusieron en el bullrichismo -y que jamás reconocerán en ON- es trepar al 31%, 32% de los votos, tras una elección en la que ningún candidato superó el 30% y la distancia entre las tres principales fuerzas fue de apenas 2,58%.
¿Cómo subir tres o cuatro puntos? En Juntos por el Cambio apuestan a diferentes votantes. Por caso, de las PASO a la primera vuelta se suma medio millón de personas que se encuentran viviendo en el exterior y que no estuvieron habilitados a votar en la primaria. El grueso de esa gente, dicen, suele inclinarse por ellos.
Otro dato histórico al que apelan, pero que con Javier Milei en el centro de la escena todo queda envuelto en dudas, es que aquellos que no fueron a votar a las PASO, pero que sí participan de las generales, tienden a definirse por Juntos. Los definen como votantes "antikirchneristas, que no quieren que gane el kirchnerismo".
Dejando de lado la historia de Juntos por el Cambio, quienes coordinan la campaña de Bullrich ponen la mira en los votantes que tienen algún "vinculo" con la candidata. Esto es, que en el pasado votaron por la coalición opositora; que "miran a Juntos" o que cortaron boleta. Como fuere, votantes que, por diferentes motivos, no se inclinaron por Bullrich en agosto -sino por Milei- y el 22 de octubre podrían modificar su voto en favor de la dirigente amarilla.
¿Por ejemplo? Algún votante que se "desencantó" por la interna Bullrich-Larreta; aquel que "se dio cuenta de que Milei no puede hacer lo que promete" o, incluso, aquel que votó enojado y "se asustó" al visualizar que el anarcocapitalista tiene chances reales de ser presidente.
El peso de los gobernadores
La gran apuesta de los equipos de Bullrich es que los gobernadores y los gobernadores electos se metan de lleno en la campaña. Algunos, de hecho, ya lo están. Este año, en el que el grueso de las provincias desdoblaron las elecciones, Juntos por el Cambio cosechó seis triunfos: Jujuy, San Juan, San Luis, Santa Fe, Chubut, Chaco y dan por descontado que Alfredo Cornejo triunfará este domingo en Mendoza. A esto se le suma Corrientes, que tiene como gobernador a Gustavo Valdés.
La lectura que hacen los cambiemitas es que a los jefes provinciales les conviene tener un presidente de igual signo político, así como también a diputados y senadores que les respondan en el Congreso. De allí que aseguran que se están moviendo y seguirán trabajando para que La Piba desembarque en Casa Rosada.
Y a esto le suman que, en algunos distritos, como por ejemplo la provincia de Santa Fe o Mendoza, no hubo "clima de campaña nacional". Los candidatos optaron por no nacionalizar esa instancia y jugar fuerte en su territorio. Saldado el comicio provincial quedaron liberados para jugar de lleno en el terreno nacional. Confían en que esa activación se verá plasmada en las urnas.
También hubo algunas provincias -contadas- en las que Juntos por el Cambio fue con lista única de candidatos a legisladores nacionales, por lo que jugaron con cierta neutralidad en las PASO y ahora jugarán a fondo para que sus candidatos entren en el Congreso. "Ahí no hubo gran campaña (a nivel nacional)", reconocen. Este es el caso, una vez más, de Mendoza, así como también Corrientes, Chaco y Entre Ríos. El futuro de sus alfiles en el Poder Legislativo depende de un buen desempeño de la coalición.
¿Otro dato? El 22 de octubre eligen gobernador Entre Ríos y Buenos Aires, al igual que Ciudad Autónoma de Buenos Aires vota jefe de Gobierno. Es por eso que dan por descontado que allí habrá un fuerte trabajo por parte de los candidatos, incluso por conveniencia propia. Hasta las PASO, habían estado concentrados en ganar sus propias internas.
La desventaja del Peronismo
Juntos contrapone su situación con la del peronismo que es con quien, en los hechos, compiten. Dan por descontado que la pelea es por el segundo puesto: el primero -descuentan- es para Milei.
Señalan que mientras que se anotaron los triunfos provinciales, el PJ perdió Santa Cruz, San Juan, Chaco y San Luis. Y se preguntan: "¿quién hace campaña por Massa ahí? No tienen ánimo".
Asimismo, en los comandos de campaña de Bullrich aseguran que el tigrense "no tiene el apoyo del PJ" en la campaña. Y que, por ser "la cara de la inflación, no puede seducir un nuevo votante".
Además, prevén que el ministro de Economía tendrá dos malas noticias en la recta final: el de inflación de septiembre y el de la pobreza. Es por eso que su conclusión es que el resultado de las PASO, a la que definen como "la única encuesta creíble" marcó el piso, pero también el techo del tigrense.
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