Alberto 2023: el plan reelección sigue en pie y hay nuevos detalles
El Presidente está convencido de dar pelea el año que viene por un segundo mandato. No tiene previsto hablar con Cristina Kirchner y prepara la estrategia para ser candidato otra vez.
Alberto Fernández está decidido a mantener su proyecto electoral por la reelección para el 2023 y, por ahora, nada lo detiene: ni las encuestas desfavorables con imagen negativa en alza, una economía en crisis, la puja interna en el Frente de Todos o las embestidas de Cristina Kirchner. Nada de esto hacen turbar el ánimo reeleccionista del Presidente.
En los últimos días Alberto Fernández comentó a sus allegados que "hay que seguir adelante con mucha gestión" y renglón seguido instruyó a sus ministros a dar batalla contra la inflación, que es el mayor enemigo del Presidente en estos momentos.
Todos los mandatos del jefe de Estado tienen un objetivo concreto: mantener en pie el proyecto electoral por su reelección 2023.
Según pudo reconstruir El Cronista de allegados al Presidente, la decisión de Alberto Fernández de avanzar con la reelección está intacta. Y no tiene intenciones de hablar con Cristina Kirchner en lo inmediato.
"No hay diálogo y por ahora no lo habrá. Pero nunca digas nunca", fue la frase que utilizó un funcionario que tiene ingreso irrestricto en el despacho presidencial de la Casa Rosada. El mismo mantra se repite en todo el Gabinete. No hay ánimos del Presidente de entablar diálogo con la vicepresidenta luego de las diatribas que Cristina Kirchner lanzó contra el Gobierno.
Es decir, que Alberto Fernández no se habla con Cristina Kirchner desde aquel acto en Tecnópolis en que la vicepresidenta lo encomendó a utilizar la lapicera y le marcó nuevamente la cancha con el señalamiento a varios ministros. Luego llegó la salida intempestiva de Matías Kulfas del Ministerio de Producción.
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Para el Presidente esa eyección ministerial fue por un error del propio Kulfas. Pero en el ánimo actual de Alberto Fernández no está la idea de hacer nuevos cambios ministeriales en el Gabinete. Mantendrá al ministro de Economía, Martín Guzmán; al canciller, Santiago Cafiero o al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, que son los últimos señalados desde el kirchnerismo duro.
Con la vicepresidenta ni siquiera se intercambian mensajes por WhatsApp. Antes de partir a Alemania para la cumbre del G7 el Presidente dejó instrucciones a la vicepresidenta por medio de sus asesores Juan Manuel Olmos y Julio Vitobello. Pero sólo se trata de temas administrativos concretos o logística propia de la Casa Rosada. Nada más. "El diálogo está completamente roto", admitió ante El Cronista un funcionario del Gobierno al referirse al Presidente y la vice.
INTENDENTES Y GOBERNADORES
La estrategia de Cristina Kirchner de alinearse a los intendentes del PJ bonaerense y licuar el poder de los movimientos sociales afines al Gobierno por el manejo de planes sociales tampoco alteró el plan reeleccionista de Alberto Fernández. Por el contrario, los albertistas puros aseguran que el Presidente mantendrá un lazo fuerte con el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la CCC o el núcleo de la UTEP que unifica a varios grupos piqueteros.
A la vez, Alberto Fernández seguirá estrechando filas con los gobernadores y los intendentes que se sumen a su proyecto político. "Hay que sumar todo lo que se pueda", repiquetean cerca del Presidente.
En el entorno presidencial sostienen que seguirán las recorridas por el interior del país, atenderá los reclamos de los gobernadores del Norte Grande y seguirá el esquema de alianzas con los intendentes. Aquí el Presidente se confía de los buenos oficios de Daniel Scioli. Pero el flamante ministro de la Producción también tiene su juego propio con vistas a la carrera del 2023.
¿Influirá la economía en crisis o la imagen negativa del Presidente en su proyecto reeleccionista?
"La economía está en crecimiento. El único problema hoy es la inflación y si resolvemos pronto ese tema la imagen de Alberto va a empezar a subir", reacciona un dirigente cercano al jefe de Estado.
Desde esta lógica de gobernar, en el ánimo de Alberto Fernández está el mandato de "gestionar, gestionar y mostrar gestión". Sus funcionarios favoritos reflejan los números de la economía en crecimiento como un mantra esperanzador que no contempla en ese análisis los problemas de inflación, los elevados niveles de pobreza o la crisis en el agro por la falta de gasoil en todas las provincias.
Desde el armado interno del Frente de Todos el espíritu albertista prevé la idea de retener a Sergio Massa adentro de la coalición. Alberto Fernández cree que el presidente de la Cámara de Diputados es "un actor central" en la unidad frentista y que puede ayudar a traccionar votos. No es casual que lo haya llevado a Massa nuevamente a una gira internacional a su lado.
En este plano de las relaciones exteriores, el Presidente está convencido de que ayudará mucho a su proyecto reeleccionista posicionarse como un líder regional. "Suma mucho la foto de Alberto en el G7 o al lado de Biden", comentó un ministro.
Pero en la Argentina la política doméstica pesa más que la diplomacia. En tal caso, las relaciones exteriores son una decantación propia de la política interna donde hoy Alberto Fernández no tiene el camino allanado para avanzar con una reelección segura.
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