¿Por qué nunca debes calentar tu comida en el microondas?
Expertos de una prestigiosa universidad estadounidense dieron los motivos por los que resulta peligroso utilizar estos artefactos y luego ingerir
Desde tiempos inmemoriales, los investigadores en materia de salud buscan acercarle a los individuos no sólo aquellos factores, productos y/o actividades que mejoran la calidad de vida, sino también las pueden implicar un riesgo para la salud.
En ese sentido, uno de los lugares donde pasa la mayor parte del tiempo el ser humano, y puede esconder potenciales peligros, es la cocina.
Frente a este contexto, distintos expertos han logrado arribar a algunas conclusiones al mismo tiempo que han dado a conocer públicamente qué cuestiones se deben evitar y cuáles son las principales advertencias.
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¿Qué alimentos son peligrosos para la salud?
Los especialistas en medicina y nutrición aseguran que existe una lista de llamados "venenos blancos" que en la alimentación diaria y en exceso pueden resultar nocivos para la salud. Según manifestaron en el sitio web Quiropracticaryan, algunos de los productos peligrosos son:
- Azúcar
- Sal
- Leche de vaca
- Arroz blanco
- Harina de trigo
¿Por qué es peligroso calentar la comida en el microondas?
En la misma línea de investigaciones, la Universidad de Nebraska-Lincoln ha llevado a cabo una serie de estudios a partir de los cuales, entre los peligros potenciales que se encuentran en la cocina trasciende el uso del microondas.
De acuerdo a los expertos de esta institución, se demostró que estos artefactos pueden liberar enormes cantidades de partículas de plástico, que se trasladan a la comida al momento de calentarla.
"Es realmente importante saber cuántos micro y nanoplásticos estamos ingiriendo", dijo Kazi Albab Hussain, uno de los autores del estudio y estudiante de doctorado en ingeniería civil y ambiental de la universidad estadounidense.
¿Cómo se realizó el estudio?
El experimento que realizaron Hussain y sus colegas constó de la exposición de dos recipientes de comida para bebés hechos de polipropileno y una bolsa reutilizable hecha de polietileno, ambos plásticos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Los investigadores llenaron los recipientes con agua desionizada o ácido acético al 3% (este último destinado a simular productos lácteos, frutas, verduras y otros consumibles relativamente ácidos) y luego los calentaron a máxima potencia durante tres minutos.
En el análisis de los líquidos, buscaron dar con micro y nanoplásticos, que son partículas muy pequeñas.
Al mismo tiempo, en otro experimento, expusieron células de riñón embrionario humano a los plásticos detectados. A los tres días, alrededor del 75% de las células habían muerto, lo que indicaba un nivel potencialmente alto de toxicidad.