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El plan del campo para ganarle a la crisis de siempre: cómo ya lograron levantar u$s 54 millones

Se dice que la única constante es el cambio. Así lo cree el campo que, tras ser motor de la economía nacional durante siglos, se vuelca a una transformación total con la tecnología como eje conductor. Quiere ser nuevamente la mayor esperanza para que la Argentina deja atrás, de una vez por todas, el subdesarrollo. Una verdadera rebelión.

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 La entrevista que Tomás Rebord -uno de los periodistas más escuchados entre la audiencia joven- le está haciendo a Gustavo Grobocopatel -responsables de una principales firmas productoras de trigo y soja del país- lleva más de una hora. 

Al pasar, mencionan el caso de "una patente desarrollada dentro del Conicet, que se está exportando" y dicen que ahí "puede estar algo del futuro del sector". 

Se refieren a la introducción de la tecnología HB4 en semillas para tolerar la sequía, una innovación 100 % local que promete revolucionar la agricultura mundial, pero que no goza de la fama del colectivo, las huellas digitales y la birome. 

Así es la industria Agtech, un rubro destinado a transformar el sector más dinámico de la economía argentina. Todo es aún muy incipiente. 

De hecho, diversos informes dan cuenta que aún no existe una definición precisa del concepto Agtech

No solo aquí, sino alrededor del mundo. El Centro de Estudios de la Universidad de Sydney la define como la industria naciente que está en la intersección de agricultura y tecnología. 

Un trabajo realizado desde el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA) considera empresas Agtech a aquellas "que proveen servicios intensivos en conocimiento basados en tecnologías digitales para las diversas etapas de las cadenas agroalimentarias". 

Como sea, la amplitud del concepto permite incluir allí categorías tan diversas como: gestión de datos climáticos, del agua, inteligencia artificial e investigación y desarrollo aplicada al monitoreo y desarrollos de cultivos, nuevas semillas y agroquímicos, entre otras. 

Sobre lo que nadie discrepa es que se trata de una industria de amplio desarrollo en el tiempo reciente.

De acuerdo a una investigación de Startup Genome sobre los diferentes ecosistemas emprendedores del mundo, el Agtech creció un 14,6 % anual en la última década mientras que el promedio mundial fue del 4,5 %. 

En adición a lo anterior, según un informe publicado por Deloitte, se estima que el Agtech como mercado supera los u$s 3 trillones en todo el mundo y emplea a un billón de personas. 

Es un sector que ofrece oportunidades no sólo por la búsqueda constante de una mayor productividad de los recursos sino también, por el necesario tránsito hacia la sustentabilidad y el cuidado del medioambiente. 

En el marco de una población mundial que se estima alcanzará los 10.000 millones de habitantes en 2050, en donde será fundamental indagar en alternativas para poder satisfacer sus necesidades básicas, la Argentina está llamada a ser una de las protagonistas de esa revolución silenciosa.

El mercado Agtech supera los u$s 3 trillones en todo el mundo y emplea a un billón de personas. 

Considerando que el sector agropecuario es el principal generador de divisas, el país tiene una gran oportunidad para potenciar el sector a través del crecimiento de startups que brindan soluciones tecnológicas y de investigación para optimizar procesos y diseñar estrategias innovadoras

Según un estudio realizado por la Universidad Austral con el apoyo de Endeavor, Glocal y The Yield Lab Institute, el ecosistema Agtech local posee casi un centenar de startups, donde sólo siete superan los cinco años de antigüedad. 

El fenómeno se extrapola a Latinoamérica, región en la que existen más de 450 emprendimientos identificados por el Banco Interamericano de Desarrollo, donde más de la mitad fueron creados en los últimos cuatro años.

Joven, pero sólido

 "Al igual que otros sectores de la economía, el campo no es ajeno a la irrupción de la tecnología. Lo que sucede es que ese proceso ocurrió de una manera más lenta. Demoró en digitalizar sus procesos", explicó a Infotechnology la decana de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral Ana Galiano, quien identificó que hubo una "explosión" del ecosistema Agtech a partir de los años 2016 y 2017, fundamentalmente medido por la creación de  nuevas compañías. 

Un informe de Deloitte y la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), publicado en agosto pasado, también ahondó sobre la cuestión temporal del fenómeno: "Aunque el vertical (Agtech) apunta a un ámbito muy tradicional y tiene un ritmo de crecimiento más lento que otros sectores como por ejemplo Fintech, la Argentina ya está muy bien posicionado respecto a sus vecinos en América del sur y se podría pensar como un Hub en el sur de América latina", se indicó, para luego plantear que "el crecimiento de los emprendimientos depende de la financiación a la que accedan. 

Hubo una "explosión" del ecosistema Agtech a partir de los años 2016 y 2017, fundamentalmente medido por la creación de nuevas compañías

Por lo cual, para su desarrollo se necesitan acciones destinadas a atraer capital". Los investigadores Jeremias Lachman, Andrés López, Gabriel Tinghitella y Sebastián Gómez-Roca publicaron a principios de 2021 un trabajo que permite conocer cómo se compone el sector Agtech en la Argentina. 

Según concluyen, "no está compuesto por un puñado pequeño y aislado de casos, sino que exhibe una creciente consolidación de un tejido de empresas innovadoras y que han mostrado capacidad para crecer e internacionalizarse rápidamente". 

El trabajo de los profesionales de la UBA muestra que, a pesar de su corta edad, las empresas de Agtech transitan por diversas etapas de madurez

A su vez, expone que un grupo significativo mostró claras señales de crecimiento y consolidación en el mercado, consolidando incluso un rápido camino de internacionalización, que les permite obtener una porción sustantiva de sus ingresos por esa vía. 

Tal es el caso de Eiwa, fundada en 2014 por Nicolás Otamendi y Marcelo Gowland, con operaciones en la Argentina, Brasil y los Estados Unidos. 

"Eiwa ofrece una plataforma digital para la selección de fenotipos a campo abierto, que cubre el ciclo completo de breeding (cría), desarrollo y marketing", indicaron desde la firma, que asegura optimizar dichos procesos "a través de la captura y almacenamiento de imágenes de alta resolución con satélites, drones y sensores remotos". 

La herramienta permite un procesamiento de las imágenes con algoritmos, generando un conjunto de análisis disponibles para que las proveedoras de insumos puedan mejorar la toma de decisión y reducir el tiempo al mercado de sus nuevos productos.

Acompañamiento

 Para lograr su rápido crecimiento comercial, la compañía fundada por Otamendi y Growland requirió, además de su inventiva, de programas de incubación y aceleración, espacios que dentro del sector son muy importantes para facilitar el surgimiento y el desarrollo de nuevas empresas. 

Según una encuesta realizada por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política, casi la mitad de las firmas del segmento pasó por algún programa de este tipo. 

Fuente: Jeremías Lachman, Andrés López, Gabriel Tinghitella y Sebastián Gómez-Roca, 2020, elaborados en base a la Encuesta Nacional de Empresas AgTech 2019-2020.

"Al profundizar sobre las principales contribuciones, si bien el aporte de financiamiento se mencionó en primer lugar, también se destacaron aquellos que realizaron para consolidar el crecimiento de la empresa y su operatoria", destaca el informe.

El acompañamiento en las etapas iniciales viene tanto del ámbito privado como del Estado. En este sentido, el 2021 trajo como gran novedad el lanzamiento del fondo SF500, que tiene el ambicioso objetivo de invertir u$s 300 millones en un plazo de 10 años para promover emprendimientos que tengan "altura inventiva", es decir, cierto nivel de originalidad en la propuesta. 

La herramienta es impulsada por Bioceres, la firma rosarina nacida en diciembre de 2001, que a poco de cumplir su 20° aniversario comenzó a cotizar en el principal mercado electrónico de los Estados Unidos, el Nasdaq.

Federico Trucco, CEO de Bioceres

En esta cruzada, la empresa está junto al gobierno santafesino, que actúa como socio inversor. "Hoy el Estado santafesino tiene una serie de recursos que aplica a ciencia y tecnología, que pensamos que pueden ser potenciados si por cada peso que pone el Estado, los privados ponemos nueve. En vez de utilizarlo en una propuesta transaccional, donde vos me propones un proyecto, yo te doy la plata, y luego no tengo un accountability, la hacemos dentro de la lógica de los negocios construyendo compañías", explicó Federico Trucco, CEO de Bioceres.

Invertir u$s 30 millones por año durante una década consecutiva en fondos de riesgo no tiene antecedentes, no solo en el país sino en toda América latina

Para Trucco, la Argentina posee materia gris suficiente para aprovechar esta movida, tal vez no en el primer año, pero sí en lo sucesivo. La idea es que el fondo se quede con un porcentaje menor de las startups, apostando a su crecimiento futuro. 

Desafío$

 El capítulo financiamiento es, claro está, uno de los principales desafíos para potenciar el sector. Dentro de éste, la principal fuente es el capital  emprendedor -venture capital-, dado que por su estado embrionario muchos emprendimientos no suelen calificar para recibir financiamiento de las fuentes tradicionales: entidades financieras, a través del mercado de capitales o vía instrumentos financieros. 

Según reportó Deloitte y ARCAP, las inversiones en venture capital en la región pasaron de u$s 500 millones en 2016 a u$s 4.600 millones en 2019 y  u$s 4.100 millones en 2020. 

En la Argentina también tuvo un incremento muy significativo: pasó de u$s 37 millones en 2016 a u$s 403 millones en 2019 y u$s 347 millones en 2020. 

Sin embargo, el crecimiento no es el mismo en todos los segmentos: en particular en el de Agtech, las inversiones representaron un 16 por ciento en cantidad de transacciones y apenas un 5 por ciento en monto para los cinco años analizados.

"El monto invertido en AgriFoodTech alcanzó u$s 54 millones sobre un total de u$s 1.087 millones, distribuido en 54 inversiones de un total de 336", indicó el informe de Deloitte y ARCAP, para luego plantear que, a pesar de estas escuetas cifras, "hay muchas experiencias demostrables de startups de agrifoodtech argentinas que crecieron impulsadas por inversiones de Capital Emprendedor".

El monto invertido en AgriFoodTech alcanzó u$s 54 millones sobre un total de u$s 1.087 millones, distribuido en 54 inversiones de un total de 336.

Una de ellas es la santafesina GBOT, una startup que desarrolla soluciones sustentables para el agro combinando inteligencia artificial y robótica. GBOT nació como un proyecto de Mapplics Mobile Solutions, empresa dedicada al desarrollo de software e innovación desde el año 2008. 

En el 2018, con la misión de crear el área de innovación, empezó a trabajar en proyectos de Internet de las cosas (IoT, ver recuadro). 

"Como primer proyecto desarrollamos estaciones meteorológicas que monitorean la humedad y la temperatura del ambiente", indicaron desde la firma, radicada en la localidad de Sunchales que hoy se encuentra en el proceso de consolidación gracias a una inversión semilla realizada por el Fideicomiso CITES I -fondo gestionado por la incubadora homónima del grupo Sancor Seguros-.

 Epicentro de la innovación

No resulta casual que muchas de las iniciativas sucedan en Santa Fe, clave en el desarrollo agrícola, pero también cuna de los centros universitarios en donde muchos de estos emprendimientos comienzan a dar sus primeros pasos. 

Según las cifras que maneja el gobierno de esa provincia, hay allí 14 aceleradoras y/o incubadoras. Parafraseando al líder chino Mao Tse Tung, el objetivo detrás de todos esos emprendimientos, que incluyen iniciativas públicas y privadas, es que florezcan mil Bioceres, el caso emblemático que se citaba al inicio del artículo, que hoy es una excepción antes que una regla. 

Para Marina Baima, secretaria de Ciencia y Tecnología de Santa Fe, potenciar las startups del sector Agtech resulta casi una cruzada personal: "Así como pudimos ser referentes en exportación de granos, tenemos que ser referentes para exportar conocimiento", aseveró. 

Así como pudimos ser referentes en exportación de granos, tenemos que ser referentes para exportar conocimiento, dice Marina Baima, secretaria de Ciencia y Tecnología de Santa Fe.

Ignacio Aquino, socio de PwC Argentina.

Su visión es compartida también por Ignacio Aquino, socio de PwC Argentina: "Es uno de los principales sectores en el país y con mayor potencial. Están apareciendo muchas empresas con gran capacidad de innovación en el mercado que aportan nuevas soluciones y mejoran la eficiencia del agro y de los distintos eslabones de la cadena. Así como otras empresas que también generan nuevas formas de operar con mayor eficiencia y reducción de costos", opinó.

Las barreras y la oportunidad

 ¿Qué falta para que esta revolución silenciosa termine de concretarse? El trabajo del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA brinda algunas pistas.

"Los obstáculos enfrentados por las empresas para crecer radican, según las empresas encuestadas, en los factores macroeconómicos, estructurales y de política pública. En particular, la volatilidad cambiaria, el estancamiento de la economía, la alta presión impositiva y la falta de infraestructura en áreas rurales", se indica, para luego decir que "si bien las empresas Agtech presentaron un dinamismo significativo, existen espacios de intervención pública que podrían acelerar el crecimiento y la consolidación de este sector emergente". 

La falta de conocimientos tecnológicos y la desconfianza hacia las nuevas tecnologías por parte de los productores también fueron señalados como obstáculos por las empresas encuestadas por los investigadores. 

Sobre este punto también se manifestó la decana de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, Ana Galiano, quien señaló entre los principales desafíos del sector "lograr que los productores entiendan cómo la tecnología lo ayuda en su modelo negocios". 

El campo argentino terminará de incorporar todas las innovaciones que mejoren la producción. 

Considerando las ventajas competitivas que posee el sector agropecuario, el país tiene una gran oportunidad para poder pensar al agro como pilar del desarrollo económico y sustentable, impulsando un sector que crece sin pedir permiso. 



Esta nota fue publicada en la revista Infotechnlogy edición 274.

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