Opinión

Mindfulness financiero: protege tu dinero mientras cuidas tu salud

Las finanzas digitales han hecho que las estafas y fraudes sean más sofisticados y persistentes. Los estafadores aprovechan la confianza en la tecnología y la falta de conocimiento técnico, utilizando tácticas como el phishing, el robo de identidad y los esquemas Ponzi para explotar nuestras vulnerabilidades emocionales y cognitivas.

Una de las vulnerabilidades más explotadas es la "parálisis por análisis", un fenómeno cognitivo que afecta la toma de decisiones cuando nos enfrentamos a un exceso de información.

Esta parálisis se origina en la corteza prefrontal, responsable de la planificación y la toma de decisiones, al enfrentarse a decisiones complejas o con muchas variables, esta región del cerebro puede sobrecargarse, dificultando la evaluación efectiva de las alternativas y, en casos extremos, bloqueando la toma de decisiones por completo.

La multitarea, como usar el celular mientras realizamos otras actividades, puede agravar esta sobrecarga cognitiva. Cuando intentamos hacer varias cosas a la vez, la corteza prefrontal se esfuerza por procesar la información, lo que puede llevar a decisiones precipitadas o erróneas.

En el contexto del phishing, por ejemplo, los estafadores manipulan nuestra tendencia a confiar en lo familiar, como los logos de bancos, presentándolos en un contexto de urgencia que reduce aún más nuestra capacidad de análisis. Nos asustan para que no podamos razonar.

En la gestión de nuestras finanzas digitales, cada clic cuenta. Multitareas pueden hacer que pasemos por alto detalles críticos, como los términos de una transacción, o que ignoremos señales de posibles fraudes.

La solución es la mono-tarea: dedicar tiempo y espacio exclusivos para revisar y ejecutar transacciones financieras. Esto implica despejar el entorno de trabajo de distracciones, cerrar aplicaciones de redes sociales, y abordar una transacción a la vez.

Cuando nos enfocamos en una sola tarea, nuestro cerebro procesa la información de manera más eficaz. El lóbulo frontal, encargado de la toma de decisiones, opera mejor sin las interrupciones y el estrés que genera la multitarea.

Al centrar nuestra atención en una actividad, activamos una conexión más profunda y meticulosa con el proceso, lo que nos permite evaluar mejor los riesgos y las ventajas de cada decisión.

En los momentos de atención plena, cada acción financiera recibe nuestro enfoque completo, aumentando la seguridad y promoviendo un estado mental más tranquilo y controlado.

Apostemos por el mindfulness financiero: atención plena y consciente para la gestión de nuestro dinero.

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