El impacto después de las PASO: año por año, cómo se movieron los mercados después de las primarias
En la historia de las primarias abiertas y obligatorias hubo momentos de nulo impacto en los mercados y otros de turbulencias con desplome de acciones y fuertes subas del dólar.
Es difícil de creer, pero hubo un tiempo en que había paz en los mercados, el desempleo era el más bajo en años (7,5%), el dólar estaba bajo control y la inflación mensual no superaba el 0,8% con tasas de interés poco atractivas del 11% a 365 días.
Ese era el escenario en 2011 y estaba explicado en buena medida por el consumo interno. Poco importaban lo que -años después- se terminarían convirtiendo en algunas de las causas más importantes de una crisis interminable: el creciente déficit fiscal, la distorsión de las estadísticas del Indec y las tarifas de servicios públicos pisadas desde hacía casi una década.
Una encuesta de la consultora Poliarquía decía en aquel momento que la preocupación principal de los argentinos era la inseguridad y la inflación estaba recién en el sexto puesto.
Eso explica que las PASO de ese año no hubieran sido temidas por los mercados, ni dejaran un reguero de material explosivo que pudiera detonar el precio de la divisa o produjera un daño irreparable en el costo de vida.
Cristina Fernández había cosechado el 50% de los votos y se enfrentaba cómodamente a una oposición fragmentada que no había encontrado la forma de capitalizar el descontento de un importante sector social preocupado por un estilo de gobierno cercano a la prepotencia.
En las PASO legislativas de 2013, el resultado ya no fue positivo para el oficialismo y desde agosto el dólar comenzó una lenta pero firme suba promedio de 1 centavo por mes. Ese año terminó con el alza más importante desde 2012: 46,6%. El blue terminó perforando los $10 (llegó a $10,10), pero impulsado sobre todo por el turismo.
En agosto de 2015, pese a que la inflación ya estaba descontrolada, las primarias abiertas y obligatorias no supusieron turbulencias extraordinarias para los mercados. Curiosamente, era un contexto de importante incertidumbre, ya que Scioli había ganado, pero ya vislumbraba que con los votos recolectados no podría triunfar en primera vuelta en octubre. Comenzaba entonces el trabajo para captar los sufragios de aquellos que habían quedado afuera de la disputa nacional, como José Manuel de la Sota.
Julio de 2017 ya ofrecía un preludio de inestabilidad: el dólar aumentó ese mes de $16,88 a $17,94. El porcentaje acumulado de suba de ese año había sido hasta ese momento de 11,2%. Curiosamente, después de las primarias, bajó más de 50 centavos y cerró la jornada a $17,32 para la venta en el Banco Nación, mientras que el promedio en las entidades privadas fue de $17,46.
Las PASO de 2019 quebraron la tendencia de relativa estabilidad posterior al domingo de votos. El 47% de votos obtenidos por la fórmula encabezada por Alberto Fernández -contra el 32% de Cambiemos- mostraba un preludio de cambio de signo político en octubre que impactó de lleno en las pizarras.
El lunes siguiente a la elección del 11 de agosto fue negro para los activos argentinos. Lo más impactante para la población general fue el salto del dólar, que pasó de 46 pesos a $54,95, con picos de $66 en algunos bancos. El programa que ya estaba en marcha con el FMI facilitó una intervención del Banco Central, lo que permitió mantener en menos de nueve pesos la diferencia de cotización en relación con el viernes previo. El titular del BCRA, Guido Sandleris, tomó la decisión de subir las tasas hacia el 74,903% y salió a vender US$ 100 millones.
La peor suerte para los activos la protagonizaron las acciones argentinas que cotizaban en Wall Street: papeles como los de Edenor cayeron más del 50% en la primera jornada hábil.
En tanto, en la plaza bursátil local el Merval tuvo un desplome del 37,9% y bajó a los 27.531 puntos, lo que representó la peor caída diaria de su historia hasta ese momento. Las acciones más afectadas fueron las de empresas financieras y energéticas, como las de Edenor (49,7%), de Transener (49,4%), de Supervielle (47,8%) y de Pampa Energía (44,9%).
El entonces presidente Mauricio Macri atribuyó estos resultados a la desconfianza. "El problema mayor que tenemos hoy los argentinos es que la alternativa kirchnerista no tiene credibilidad en el mundo, no tiene la confianza necesaria para que la gente quiera venir e invertir en el país", dijo.
Sus palabras no se tradujeron en mayor tranquilidad en la economía y al día siguiente ya comenzaron a registrarse las primeras subas de precios. Los incrementos oscilaron entre el 15% y el 25%, según el rubro y la exposición de los insumos al precio del dólar. Los supermercados se encontraron con nuevas listas de precios de los principales proveedores, especialmente de los productos asociados a granos.
Bonos en dólares, como el Bonar 2024 cayeron casi un 20%, al tiempo que el riesgo país subió un 2% y cerró en 877 puntos básicos al finalizar la jornada.
Esta nota se publicó originalmente en el número 356 de revista Apertura.
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