Las 4 ciudades prehispánicas que son una maravilla histórica y están "ocultas" en México

Sin dudas que en México una de las referencias precolombinas que más conocen los turistas nacionales y extranjeros son Teotihuacan y Chichen Itza.

 Sin embargo, existen regiones que han permanecido "ocultas" en la historia y que hoy en día pocos aprovechan para visitar y conocer lo que significa una gran parte de la historia latinoamericana. 

Escondidas entre montes y valles, prevalecen yacimientos antiguos que constituyen una maravilla histórica tanto para el país como para el continente y que no deben dejar de ser visitadas por los viajeros.

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1. Tepeapulco (Hidalgo)

Conocida también como Xihuingo, por localizarse al pie del Cerro del mismo nombre, está ubicada a 3 km de la ciudad de Tepeapulco. 

La palabra Xihuingo se deriva de Xihutl-co, es decir, "Lugar del Año", y por extensión, "Lugar donde se Calcula o se Registra el Año".

Su nombre adquiere una notoria relevancia ya que en los acantilados aledaños existen algunas cruces punteadas como las de Teotihuacán que servían para cálculos astronómicos, y que podrían estar relacionados con el nombre de la zona.

Algunos investigadores consideran que Tepeapulco fue un asentamiento comercial para la distribución de productos del Altiplano Central de México a la Costa del Golfo y viceversa. Uno de los principales productos de comercio lo constituía la obsidiana de la Sierra de las Navajas. Algunos petrograbados datan del 200 al 500 d. C. 

Localizada a 15 km de Tecozautla, se puede arribar desde la carretera que se dirige a Huichapan. Posteriormente, deberá tomarse la salida a la localidad de Bomanxhotá, y sin desviarse del camino, se llega al poblado de La Mesilla.

Allí, podrá visualizarse una iglesia de la localidad, desde donde se debe seguir un camino hasta arribar al sitio.

2. La Quemada (Zacatecas)

El término hace alusión a los restos quemados encontrados en el lugar al extraer piedra para la construcción de la hacienda, según lo describe el sitio web del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

Sus habitantes se establecieron en el Valle de Malpaso, actual territorio del municipio de Villanueva al centro sur del Estado de Zacatecas. 

La ocupación prehispánica se presentó entre los años 350/400 al 1150 d.C, teniendo su máximo apogeo entre el año 600 y el 850 d.C. 

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Logró concentrar en su entorno un total de 220 asentamientos, representando el más relevante en el centro norte de México por su arquitectura.

La red de calzadas prehispánicas representan el poder y control de los asentamientos. Por ellas, circulaban los tributos y recursos que sostenían a la población así como las procesiones para honrar a sus deidades.

Ubicada a 56 kilómetros al sur de la ciudad de Zacatecas, se debe tomar la carretera federal 54, México-Guadalajara, desde la ciudad capital rumbo a la población de Villanueva, donde se encuentra el entronque de La Quemada. Desde allí, se debe ingresar 2.5 kilómetros para encontrar la caseta de ingreso a la zona arqueológica.

3. Calakmul (Yucatán)

Se trata de una de las mayores ciudades del mundo maya en la que se han encontrado más de 120 estelas diseminadas entre estructuras y pirámides de grandes dimensiones. Llegó a convertirse en la urbe más importante de las tierras bajas mayas entre los años 250 a.C. y 700. 

Se localiza en la segunda reserva natural más grande de América, considerada desde el año 2014 por la UNESCO como Patrimonio Mixto de la Humanidad.

Para acceder a ella, hay que hacerlo desde la ciudad de Chetumal, tomando la Carretera Federal 186 a Escárcega y Villahermosa, en el km 95 pasando el ejido Conhuás. Desde allí, deberán desviarse hacia el sur y realizar un trayecto de 60 km hasta llegar al sitio.

Si se quiere llegar desde la ciudad de Campeche, la ruta correcta es la de la Carretera Federal 186 rumbo Escárcega-Chetumal y en ejido de Colhuas tomar la desviación al sitio.

4. Yohualichan (Puebla)

Ubicado en el poblado de Yohualichan, Puebla, a 165 km de la capital del Estado, el sitio se caracteriza por la presencia de nichos sobre las fachas de sus pirámides, los cuales podrían representar el día y la noche, la luz y la oscuridad.

Su relevancia cultural radica en haber sido el primer asentamiento totonaco con un gran periodo de apogeo y desarrollo alrededor del año 600 hasta el abandono del sitio, para emigrar a lo que hoy se conoce como el Tajín.

En Yohualichan se pueden presenciar los inicios de una corriente arquitectónica en los edificios ceremoniales como son la inclusión de los tradicionales nichos que han sido característicos de la cultura totonaca.

Para arribar al lugar se debe seguir la Supercarretera Puebla-Xalapa, en donde existe una desviación hacia la Cuenca de Oriental y la Sierra Norte de Puebla, con rumbo a Cuetzalan del Progreso. El acceso directo al sitio es por una desviación a 12 kilómetros de Cuetzalan sobre un camino empedrado.