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Una investigación científica reveló cómo son de diferentes los cerebros en las personas que son grandes lectores de libros

Este descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre el impacto de la lectura en nuestra mente.

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¿Alguna vez te preguntaste cómo influye la lectura en el cerebro? En un mundo donde los libros parecen competir con pantallas y redes sociales, una investigación científica se propuso responder esta pregunta. Según un estudio publicado en la revista NeuroImage, las respuestas son tan fascinantes como reveladoras.

La investigación analizó los cerebros de grandes lectores y los comparó con los de quienes no suelen leer. Los resultados muestran diferencias anatómicas clave que podrían transformar la forma en que entendemos la lectura y su impacto en nuestras vidas. 

¿Qué diferencias existen en los cerebros de las personas que son grandes lectoras? 

El estudio identificó dos regiones específicas del hemisferio izquierdo que se destacan en las personas con alta capacidad lectora. Una de estas es la parte anterior del lóbulo temporal, que juega un rol crucial en la asociación y categoría de información significativa.

De acuerdo con el sitio Wired, esta región se activa al ensamblar el significado de palabras, como conectar la información sensorial y motora para entender conceptos complejos.

La lectura frecuente de libros puede mejorar la concentración y la memoria a largo plazo.  (Fuente: Freepik)

Por otro lado, la circunvolución de Heschl, situada en el lóbulo temporal superior, también es clave. Aunque inicialmente podría parecer que la lectura es una habilidad puramente visual, esta región, vinculada al procesamiento auditivo, resulta esencial para emparejar letras con los sonidos del habla. 

¿Cómo influye el grosor cortical en la lectura?

El grosor cortical es otro factor que distingue a los grandes lectores. Estudios recientes sugieren que:

  • Un córtex auditivo izquierdo más grueso está relacionado con una mejor capacidad lectora.

  • La mielina, una sustancia que aísla las fibras nerviosas, juega un papel clave en el procesamiento rápido de la información en esta región.

  • El hemisferio izquierdo muestra áreas corticales más extendidas pero delgadas, facilitando el análisis categorial necesario para el lenguaje.

Estas diferencias estructurales explican cómo el cerebro optimiza la lectura y otros procesos cognitivos relacionados con el lenguaje.

¿Puede la lectura cambiar la estructura cerebral?

Sí, la lectura tiene el poder de moldear el cerebro. Por ejemplo, estudios en adultos jóvenes que aprendieron nuevos idiomas de manera intensiva mostraron un aumento en el grosor cortical de las áreas relacionadas con el lenguaje. 

Las personas que leen más suelen tener una mayor densidad en áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje y la cognición.  (Fuente: Freepik)

De manera similar, se cree que la práctica constante de la lectura podría modificar la estructura de la circunvolución de Heschl y el polo temporal.

Esto resalta que el cerebro es un órgano adaptable, capaz de transformarse con el aprendizaje y la práctica. Así, fomentar el hábito de lectura no solo beneficia la comprensión y el análisis, también contribuye al desarrollo continuo de nuestras capacidades cognitivas.

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