Los jóvenes más débiles de la historia: una investigación científica alertó sobre la salud de los niños y adolescentes de esta era

La salud de los niños y adolescentes de hoy atraviesa una crisis, según una nueva investigación científica que los califica como los "jóvenes más débiles de la historia".

Los expertos señalan que una baja fuerza y masa muscular afecta la salud de los niños y adolescentes actuales y que esto podría tener consecuencias en su futuro. 

 Una investigación científica alertó sobre la salud de los jóvenes y niños 

Los niños y adolescentes de hoy tienen una capacidad física mucho más baja que las generaciones anteriores, especialmente en fuerza muscular y resistencia. 

Esto se debe a la falta de actividad física, lo que está generando un déficit de fuerza, conocido como dinapenia pediátrica, que aumenta el riesgo de limitaciones físicas a una edad temprana.

Este sedentarismo no solo afecta la salud física, sino también el bienestar mental y social. La falta de ejercicio y la disminución de la participación en actividades físicas están creando un círculo vicioso de inactividad que hace cada vez más difícil mantener una vida saludable.

El estudio May the Force Be with Youth: Foundational Strength for Lifelong Development, publicado a finales de 2023 en Current Sports Medicine Reports, alerta sobre la importancia de la fuerza muscular en los jóvenes para evitar problemas de salud en el futuro.

Los expertos destacan que para revertir esta tendencia es fundamental aumentar la actividad física en las etapas de infancia y adolescencia, a través del juego, el deporte y el movimiento en general. Si no se toman medidas, los jóvenes de hoy podrían enfrentar serias dificultades físicas y enfermedades a medida que envejecen.

¿Cómo revertir la tendencia? Estrategias para mejorar la actividad física en los jóvenes

 Para revertir la falta de actividad física en los jóvenes, es clave involucrar a padres, escuelas y autoridades. Acá algunas estrategias efectivas: 

• Fomentar el juego activo: promover actividades al aire libre como correr, saltar y jugar. 
• Incorporar ejercicio en la rutina diaria: realizar caminatas o paseos en bicicleta en familia. 
• Revisar programas escolares: asegurarse de que las escuelas ofrezcan suficientes actividades físicas. 
• Reducir el tiempo frente a pantallas: fomentar actividades físicas durante el tiempo libre. 
• Apoyo institucional: las políticas públicas deben facilitar el acceso a actividades físicas.