Milei le dice a Financial Times que no está listo para levantar el cepo y que tiene aversión al riesgo
El Presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, que también participó de la entrevista, afirmaron que todavía no era el momento de eliminar los controles de divisas. "No somos comunistas, somos libertarios", dijo el jefe de Estado
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha dicho que no está dispuesto a levantar los controles de divisas del país, argumentando que una fecha fija para terminar con la medida es incompatible con su "régimen de libertad".
En una entrevista concedida al Financial Times, el economista libertario argumentó que, para eliminar los controles, la galopante inflación del país debe bajar aún más, entre otras condiciones económicas.
"No somos comunistas, somos libertarios", le dijo Milei al FT. "Hay una cuestión filosófica detrás, y es que yo no puedo poner fechas porque no pienso como un planificador central. Pensamos en términos de un régimen de libertad".
Los controles, impuestos por el Gobierno anterior en 2019 en medio de una crisis económica, fijan el peso a un tipo de cambio oficial y limitan las compras de divisas por parte de individuos y empresas, creando un mercado negro de la moneda estadounidense y disuadiendo la inversión extranjera.
Milei, que devaluó el tipo oficial más de un 50% al asumir el cargo en diciembre del año pasado, había dicho anteriormente que esperaba eliminar los controles a mediados de 2024.
El Presidente argentino se ha comprometido a convertir al país sudamericano, fuertemente regulado, en una de las economías más libres del mundo, como parte de un plan radical de terapia de shock para recortar el gasto y reducir el Estado.
Ha equilibrado el presupuesto, poniendo fin a años de déficits financiados por la impresión de dinero del banco central, y ha reducido la inflación mensual de un máximo del 26% en diciembre al 4,2% en agosto. Sin embargo, los precios han subido un 237% en los últimos 12 meses.
El precio del dólar en el mercado paralelo ha caído desde julio, reduciendo la brecha con el tipo de cambio oficial de $ 980 y llevando a algunos economistas a sugerir que el Gobierno debería aprovechar el momento para eliminar por completo los controles de divisas.
El tipo de cambio oficial se devalúa 2% al mes, una depreciación que ha sido superada por el aumento de los precios al consumo este año. Esto ha llevado a los exportadores a quejarse de que casi todas las ganancias de competitividad por la devaluación de 54% en diciembre han desaparecido.
La economía del país se ha contraído durante tres trimestres consecutivos.
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Pero, cuando se le preguntó si era el momento adecuado para eliminar los controles, Milei dijo, en la entrevista conjunta con su ministro de Economía, Luis Caputo, en el palacio presidencial de la Casa Rosada: "No, todavía no".
Caputo también cuestionó la urgencia de eliminar el cepo, diciendo que aunque no quería "subestimar a la gente que mira los controles de divisas... casi parece infantil centrarse en si [éstos] terminan en dos meses, tres, cinco u ocho. Eso no importa".
Cuando viajó al extranjero con el Presidente, añadió Caputo, "siempre vemos inversores en la economía real y, sinceramente, nadie pregunta por los controles de divisas".
Milei argumentó que el Gobierno anterior había creado un exceso de pesos -que describió como un "sobrante monetario"- al imprimir dinero y no permitir que los argentinos compraran dólares libremente.
Dijo que los controles podrían "levantarse cuando el 'sobrante monetario' haya terminado", y añadió que para eso debían cumplirse "simultáneamente" tres condiciones.
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Una de ellas es que la inflación mensual caiga por debajo del 2,5%, frente al 4,2% de agosto.
Las otras condiciones implicarían que los bancos nacionales vendieran su amplia tenencia de bonos del Estado argentino a corto plazo para financiar el aumento de los créditos a las empresas y provisionar la demanda reprimida de dólares que se ha acumulado bajo los controles.
Milei expresó su frustración ante los inversores que exigían saber cuándo se eliminarían los controles, argumentando que el cumplimiento de las condiciones dependía en gran medida del comportamiento del sector privado.
Añadió que la eliminación de los controles de capital no dependía de un acuerdo con el FMI, al que Argentina debe u$s 43.000 millones. "Ya hemos empezado a levantar algunas de las normas que componen los controles. Y todo eso lo estamos haciendo por nuestra cuenta", dijo.
"Si viene alguien y nos da mucho dinero en efectivo, entonces sí, mañana abrimos [los controles]. Pero estamos trabajando como si eso no fuera a pasar... es como si tuviéramos una gran aversión al riesgo".
Pero Caputo añadió que el Gobierno aún estaba considerando si iniciar negociaciones con el FMI sobre un paquete de préstamo, que incluiría dinero fresco "para aumentar las reservas netas" que "ayudaría a levantar los controles [de cambio]".
El ministro de Economía negó que la moneda estuviera sobrevaluada. "No podemos esperar que el tipo de cambio real sea tan bajo como lo fue durante la peor crisis económica de la historia de Argentina", dijo.
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"Creemos que hay que ganar competitividad no devaluando [otra vez], que es lo que siempre ha hecho Argentina", añadió. "La solución es crecer, lograr superávit [fiscal] y bajar impuestos".
Caputo argumentó que la economía estaba mejorando a medida que las políticas de Milei se afianzaban y los efectos de la "desastrosa" política monetaria del anterior gobierno peronista se habían desvanecido. Dijo que los peronistas habían impreso pesos equivalentes al 13% del PBI en su último año de gobierno para financiar el gasto público.
"Así que este apuro, esta ansiedad [por levantar el cepo] es un error y no vamos a cometer ese error", dijo Caputo. "Lo más importante para Argentina es levantar los controles cuando esto no cause estrés a nuestra gente".
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