Paritarias calientes

En medio del paro de la UOM, dictan la conciliación obligatoria: qué dicen gremio y empresas

La Unión Obrera Metalúrgica, con Abel Furlán al frente, sigue en pie de guerra tras la última audiencia frustrada de paritarias de casi 12 horas. Luego de una jornada de presiones cruzadas, Trabajo intervino en las dos ramas del sector. Los argumentos cruzados y cuándo será la próxima cita

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La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sigue en pie de guerra tras una nueva audiencia frustrada de paritarias de casi 12 horas. Acorde al plan de lucha acordado y luego de la primera jornada de cese de actividades y movilización del martes 18, el gremio ejecutó la segunda etapa con un paro de 48 horas que se extiende desde el jueves 20 hasta el viernes 21 de julio. En respuesta y tras una jornada de tensión, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para evitar que se profundice el conflicto con los empresarios, tanto a nivel de los metalúrgicos como de los siderúrgicos.

"Dar por iniciado un período de conciliación obligatoria por el término de SEIS (6) días, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 11° de la normativa preindicada, debiendo retrotraerse la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto y por el plazo de duración del presente procedimiento conciliatorio", decidió la cartera que comanda Kelly Olmos, para ambas ramas de la actividad. 

El objetivo es frenar la tercera y última etapa del plan de lucha, un paro por 72 horas entre el miércoles 26 y el viernes 28 de julio, y alcanzar un acuerdo en el interín. En la misma resolución, citó a las partes a comparecer en el ministerio para una nueva audiencia presencial el lunes 24 de Julio y martes 25 a las 11.

Durante toda la jornada circuló la versión de una posible medida en esta dirección por parte del Gobierno, tanto entre la UOM como los empresarios. Unos y otros presionaban en sentido opuesto y la discusión ascendió hasta lo más alto de las esferas ministeriales con cruces de mensajes. Detrás de la medida de fuerza, se ponía en juego, por un lado, el liderazgo de uno de los sindicalistas más fuertes del kirchnerismo, Abel Furlán. Pero del otro lado está también un sector clave de las exportaciones argentinas, con Techint a la cabeza.

"Ratificamos la continuidad del Plan Nacional de Lucha dispuesto por la Unión Obrera Metalúrgica y el PARO NACIONAL POR 48 HS DISPUESTO PARA LOS DÍAS JUEVES 20 Y VIERNES 21 DE JULIO, con único y central objetivo: PONER EN VALOR LA DIGNIDAD DE QUIEN TRABAJA", había destacado, en letra mayúsculas, el comunicado que la UOM difundió en la noche del miércoles.

Hasta poco antes, habían estado negociando en las oficinas donde acudieron para avanzar en las paritarias tanto con el sector metalúrgico como el siderúrgico, sin éxito. En respuesta, el Gobierno activó ayer una serie de gestiones para contener la conflictividad y evitar que escale. ¿De qué modo? Una posibilidad era dictar la conciliación específicamente con Techint en lugar de involucrar a todo el sector. Pero eso no borraría la cuestión de fondo que es el pedido de la UOM de una revisión de su primer acuerdo paritario 2023, la negociación del próximo trimestre y un bono de refuerzo

Al final, Trabajo resolvió dictar la conciliación obligatoria en ambas ramas para retrotraer la situación, exhortar a las partes a sentarse en la mesa y alcanzar un acuerdo. El pedido se había formulado tanto en las negociaciones con la rama metalúrgica como la siderúrgica. Pero es sobre esta última, y en particular su actor más gravitante, Techint, donde la UOM pone el foco y denuncia presiones sobre los empresarios metalúrgicos para que no cedan a sus demandas.

 "Para comprender las razones de fondo que forzaron este conflicto, es imprescindible caracterizar a las Cámaras Empresariales que participaron de la negociación. Todas ellas representan empresas que comparten un denominador común: su costo de producción está determinado por el valor de los insumos difundidos que les provee única y exclusivamente las empresas del Grupo Techint", señalan en un documento difundido desde el gremio.

Asimismo, acusan a la contraparte de no atender el pedido de incremento salarial del gremio que comanda Abel Furlán a lo largo de la última audiencia. El planteo que llevaron a la mesa desde las primeras citas en Trabajo, a comienzos de mes, gira en torno a una mejora del 10% del ingreso de junio a partir del 18,8% negociado en el trimestre pasado a lo que aspiran sumar un 30% más para el trimestre en curso, de julio a septiembre.

"En innumerables idas y vueltas que pretendieron modificar los plazos de negociación, establecer como único indicador válido el índice de inflación y reducir con diversos argumentos la recomposición y actualización hacia el salario digno, EL SECTOR EMPRESARIO SE NEGÓ A PAGAR SALARIOS QUE EQUIPAREN LA CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA ARGENTINA A LAS TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES QUE APORTAN 186 HORAS MENSUALES A LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL", cuestiona la UOM en su comunicado.


Qué responden desde las empresas siderúrgicas y metalúrgicas

 Tanto la cámara de las empresas metalúrgicas como las siderúrgicas emitieron en horas de la tarde y la noche sendos comunicados pidiendo "garantías" al Gobierno para seguir negociando en medio de un plan de lucha de la UOM y, en particular, al Ministerio de Trabajo para avanzar con una conciliación obligatoria. En ambos casos apuntaron contra la responsabilidad sindical a la hora de avivar el conflicto.

"Desde el inicio de la negociación, la Cámara del Acero propuso al Sindicato no sólo recomponer el salario tomando como referencia la inflación del trimestre anterior sino que, además, propuso un mecanismo de seguimiento del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) para la inflación futura, entendiendo que esto da previsibilidad a los aumentos salariales alineados a la inflación y otorga también confiabilidad para la actividad siderúrgica y toda la cadena metalmecánica", informó la Cámara del Acero Argentina (CAA).

Añadieron que ante el reclamo de la UOM, la industria siderúrgica había ofrecido también aumentar el ingreso mínimo global de referencia y resaltaron que contrario a los planteos de los representantes sindicales, el pedido de incrementar el acuerdo del primer trimestre en un 10% y sumar un 30% en el trimestre siguiente daba un 43% acumulado, "muy por encima de la inflación del trimestre anterior, según el IPC, y de la inflación proyectada, según el REM".

Consultadas por El Cronista, fuentes vinculadas a las empresas de la rama siderúrgica respondieron a los posicionamientos públicos de la UOM acerca de la negativa a negociar por parte de las empresas, remarcando que el gremio apenas se había reunido una vez con ellos -el resto de las audiencias habían sido con las metalúrgicas- cuando lanzaron su plan de lucha. Lo calificaron de una "medida intempestiva" para negociaciones salariales que "siempre tuvieron más instancias de diálogo".

Extraoficialmente, también advirtieron que el plan de lucha de la UOM ya estaba afectando el abastecimiento normal a toda la industria metalmecánica (autopartista, automotriz, agroindustria, envases, construcción y otros). Sin dudas, uno de los argumentos que el Gobierno sintió como de mayor peso para intervenir.


Qué reclaman desde la UOM y cómo sigue la protesta

El paro de 48 horas del jueves 20 y viernes 21 era la segunda acción planificada de la hoja de ruta que aprobó la UOM en Córdoba el viernes pasado. El martes, con un paro nacional de 10 a 21 que contempló la movilización a Techint, iniciaron la protesta por la falta de entendimiento en las paritarias. Y así prometían seguir escalando conforme no se llegue a un entendimiento: la próxima semana, la protesta planeaba crecer hasta las 72 horas

En un comunicado difundido en la previa de la movilización del martes, el gremio sintetizó algunos de los argumentos que volcaron en la mesa del Ministerio de Trabajo en las audiencias previas y nuevamente el miércoles. Subrayaban que el salario actual para un operario ingresante se ubica en los $ 129.723,93 mientras que la canasta alimentaria de junio, que fija la línea de pobreza en Argentina, se ubicó en $ 217.915,79.

El martes, con un paro nacional de 10 a 21 que contempló la movilización a Techint, iniciaron la protesta por la falta de entendimiento en las paritarias, a lo que siguieron estas 48 horas de huelga y la próxima semana, la protesta crecía hasta las 72 horas

"A las claras se evidencia que la negativa a pagar salarios dignos no se corresponde a una incapacidad económica ni productiva. Por el contrario, estas empresas representan a los sectores que con más fuerza están siendo parte del proceso de reactivación del desarrollo industrial argentino, con un fuerte acompañamiento de políticas estatales para garantizar que estos resultados sucedan. Pretenden que la sociedad entera naturalice que pueden existir empresas que paguen salarios de pobreza en la Argentina", argumentan desde la UOM.

La movilización del martes tuvo como destino el Edificio Catalinas donde se ubican las oficinas de Techint.  "Pareciera que algunos, acostumbrados a definir unilateralmente el precio de la chapa y los productos de acero que determinan la existencia de industria en nuestro país, desde una posición monopólica y dominante, ahora pretenden también definir unilateralmente el valor del trabajo", acusaron.

Tras aquella jornada de paro y movilización que se sintió fuerte en el Bajo porteño, la UOM volvió el miércoles a la mesa de negociación en una doble sesión de paritarias. Por la mañana, con las cámaras Adimra, AFAC, CAMIMA, AFARTE, CAIAMA y FEDEHOGAR con las que se venía tensando la conversación desde las semanas previas, derivando en esta protesta. 

Por la tarde, se sumaron a las negociaciones las siderúrgicas. En total fueron casi 12 horas de negociación sin éxito. "Nos movilizamos con toda esta gente para que los empresarios tomen nota pero también el Gobierno nacional y provincial y presionen a Rocca", había deslizado a El Cronista un referente de la UOM en la previa de la doble cita del miércoles.

Luego de seis encuentros de negociación paritaria "infructuosos", los últimos cuatro a lo largo de la semana pasada y la que transcurre y ya en el ámbito del Ministerio de Trabajo, "la Unión Obrera Metalúrgica dispuso un plan de lucha con alcance territorial en todo el país bajo la consigna "PRIMERO LA DIGNIDAD", tal como preanunciaban el viernes pasado en su cónclave regional.

"No hacemos toda esta movida para retirarnos de la mesa sin lo que nosotros consideramos que nos corresponde", indicó otro dirigente del gremio que comanda Abel Furlán. Y remarcó que el acuerdo con los metalúrgicos está atado al de los siderúrgicos "por una cuestión de sentido común: no se puede avanzar con una cámara y no con el resto".


El ofrecimiento de la UOM en la mesa de negociación

Desde el gremio, insisten que su objetivo es "la recuperación y recomposición del salario justo y digno para todas y todos los trabajadores metalúrgicos". "El salario metalúrgico perdió casi 20% de poder adquisitivo durante el gobierno de Macri y siguió perdiendo durante la pandemia. Mientras los índices de producción metalúrgica se recuperaron y el uso de capacidad instalada asciende 68,9%, el mejor de los últimos siete años", fundamentan.

Lo que se discute es el próximo tramo paritario para el trimestre julio-agosto-septiembre, según lo acordado en abril pasado para el segundo trimestre de 2023, al comienzo del año paritario de la UOM 2023/2024 que no coincide con el calendario. Entonces, se selló una suba del 18,8%.

El nuevo pedido del gremio busca recuperar los puntos del acuerdo que se perdieron con la evolución de la inflación. El acumulado abril-junio es del 22,2% con lo cual el acuerdo original quedó unos cuatro puntos por debajo de la evolución del costo de vida durante este período.

La UOM pretende empardar de forma retroactiva ese desfasaje entre lo firmado en abril y la inflación acumulada en los tres meses siguientes, con una suba acumulativa del 10% al 1 de junio y ganarle por unos puntos. Luego cerrar un aumento del 30% para el segundo tramo del año paritario, a lo que se pretende sumar el adicional por zona desfavorable. Remarcan que el 40% es innegociable, y ofrecen como alternativa que se pague todo junto o en tramos acumulativos.

No obstante, el punto que genera mayor fricción es el pedido de un bono de $60.000 como reconocimiento por el Día del Trabajador y la Trabajadora Metalúrgica, el 7 de septiembre. También aquí desde el gremio se muestran dispuestos a conversar un pago en cuotas, ese es su límite.

Desde las cámaras metalúrgicas cuestionan la posibilidad de asociar esta suma extraordinaria a una fecha emblemática para el gremio -tal como ocurre en otros sectores- por cuestiones de costos pero también porque podría abrir la puerta a institucionalizar su abono, algo que hoy no ocurre. Y resaltan que una suma de esas características es difícil de trasladar a sus presupuestos y terminaría siendo absorbida por ellos.

"No es cierto que las cámaras no hayan realizado ningún ofrecimiento en las primeras reuniones convocadas. Desde el comienzo de las conversaciones hubo total voluntad para negociar un esquema objetivo y realista que haga posible mantener el poder adquisitivo de los salarios metalúrgicos", indicaron ayer en el comunicado firmado por AFAC, CAMIMA y Fedehogar.

Y en la rama siderúrgica, esgrimen otros argumentos en contra de esta posición. Deslizan que el costo laboral para una empresa exportadora del sector siderúrgico está hoy, en un promedio del semestre enero/junio 2023, en u$s 18 dólares por hora/hombre, incluyendo cargas sociales. Y con los reclamos realizados por la UOM se iría a u$s 24,5 por hora/hombre en julio.

Y respecto al pedido del bono, en el comunicado de la Cámara Argentina del Acero aseveran que las y los trabajadores ya perciben "bonos por resultados o gratificaciones que en algunos establecimientos han llegado a los $ 650.000 netos por persona"

"Desde el sector empresario buscamos, en el marco de una negociación racional, poder recomponer el salario en función de la inflación proyectada -deslizó una fuente de los siderúrgicos en diálogo con El Cronista en alusión al REM (Banco Central) y al IPC (INDEC) -. Estos son los indicadores técnicos y objetivos que permiten dar previsibilidad al salario del trabajador y a la actividad productiva".

No obstante, desde la UOM no dan señales de ceder. "Una parte del sector empresario -plantado sobre la depresión real del salario producida durante los sucesos extraordinarios ´macrismo-pandemia´ antes descriptos - pretende perpetuar un proceso de acumulación donde la realidad social, política y económica nacional se desacople del destino de sus empresas y los bajos salarios constituyan el secreto a voces del aumento de sus riquezas", consignó Furlán.

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