La palta es un fruto altamente valorado por su sabor y beneficios nutricionales. Pero es importante saber que no todos deben comerlas, ya que pone en riesgo la salud de ciertas personas.

Este superalimento, pese a sus grandes beneficios, podría no ser adecuado para todos.  Existen condiciones médicas específicas que pueden complicarse con el consumo de este alimento natural.

¿Quiénes son estas personas y por qué deben evitar este fruto? ¡Seguí leyendo para tener la respuesta!

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Problemas de salud que trae consumir palta y quiénes no deberían consumirlas

La palta es un alimento cremoso y versátil para la cocina. Además, tiene un alto contenido de nutrientes. 

Sin embargo, para algunas personas, este fruto puede ser la causa de serias complicaciones de salud debido a la presencia de ciertas proteínas, como la profilina, según se explica en El Español.

Esta proteína es el principal agente detrás de varias intolerancias alimentarias asociadas a la palta. La profilina puede provocar reacciones alérgicas que varían en gravedad y tipo, dependiendo de la sensibilidad individual.

Los síntomas más leves incluyen:

• Malestar gastrointestinal.
• Hinchazón.
• Dolor abdominal.
• Diarrea.

Sin embargo, en algunos casos, la situación puede escalar hasta provocar anafilaxia, un episodio alérgico severo y potencialmente mortal que requiere intervención médica urgente.

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1. Síndrome de alergia oral

El síndrome de alergia oral (SAO) es una reacción alérgica que ocurre cuando el sistema inmunológico confunde las proteínas presentes en la palta con los pólenes de algunas plantas. 

Este error se denomina reactividad cruzada y es más frecuente en personas que ya tienen alergias a pólenes como el del abedul, el pasto o el látex.

Los síntomas del SAO suelen manifestarse inmediatamente después de comer palta. Las señales más comunes incluyen:

• Picazón.
• Sensación de hormigueo en la boca y la garganta.
• Hinchazón de los labios, lengua y garganta.

 Aunque estos síntomas pueden ser molestos, generalmente son de corta duración y de intensidad leve. Es importante que quienes experimenten estos síntomas consulten con un médico. 

2. Alergia al látex

 El síndrome látex-fruta es una condición que afecta a personas alérgicas al látex, quienes pueden desarrollar reacciones alérgicas a frutas como la palta debido a similitudes en las proteínas alergénicas. 

Entre el 30-50% de los alérgicos al látex experimentan desde molestias digestivas hasta reacciones severas. Es fundamental identificar y gestionar este síndrome mediante pruebas de alergia alimentaria bajo supervisión médica para evitar complicaciones. 

3. Problemas con la coagulación de la sangre 

El consumo de palta puede tener efectos significativos sobre la coagulación sanguínea debido a su alto contenido en vitamina K, esencial en este proceso. 

Sin embargo, esto puede ser problemático para quienes toman anticoagulantes como la warfarina, ya que la vitamina K puede reducir la efectividad de estos medicamentos y aumentar el riesgo de coagulación no deseada. 

Es importante para estas personas mantener un nivel constante de vitamina K en su dieta y evitar fluctuaciones, Por eso, se sugiere moderar el consumo de palta y otros alimentos ricos en esta vitamina.

4. Alto contenido calórico

La palta es un alimento calórico, rico en grasas saludables, pero su alto aporte calórico puede ser un desafío para quienes gestionan su peso, especialmente en condiciones como la diabetes tipo 2 o la obesidad. Es crucial consumir palta de manera equilibrada para no exceder las necesidades calóricas diarias.

5. Problemas digestivos

La palta contiene sorbitol, un tipo de polialcohol que puede causar problemas digestivos en personas con síndrome del intestino irritable. El sorbitol es un FODMAP que puede ser difícil de digerir, exacerbando los síntomas del SII en individuos sensibles.

6. Otros problemas de comer palta

 Además de las alergias, el consumo de palta puede causar otros problemas, especialmente digestivos. Algunas personas reportan síntomas como:

• Hinchazón.
• Gases.
• Malestar abdominal a causa de la fermentación de sus azúcares en el intestino. 

Este proceso se produce cuando los azúcares no se digieren completamente y las bacterias intestinales los metabolizan, generando gases. Esto puede ser especialmente incómodo para quienes tienen sensibilidades digestivas o padecen condiciones como el síndrome del intestino irritable.