El té blanco es una de las infusiones más consumidas en Asia por aportar innumerables beneficios a la piel, ya que su gran aporte en colágeno y antioxidantes elimina las arrugas y rejuvenece la dermis.

En la misma línea, la bebida también contiene vitaminas, minerales y flúor que cuidan la salud bucal y blanquean los dientes.

¿De dónde proviene el té blanco?

El té blanco es originario de China, país en donde es consumido desde hace varios siglos. Su popularidad se extendió a lo largo del todo el mundo y actualmente se cultiva en países como India, Nepal y Sri Lanka.

Proviene de la planta Camelia Sinensis, la misma que produce sus variedades similares como el verde y el negro. La diferencia radica en que esta gama se elabora a partir de brotes tiernos que se cosechan antes de que crezcan completamente.

Además, las hojas son dejadas al sol para que se marchiten a una temperatura controlada para detener su oxidación.

El té blanco que elimina las arrugas, cuida la piel y blanquea los dientes

Esta infusión es uno de los mejores aliados al momento de cuidar la piel, ya que aporta una gran cantidad de antioxidantes como los polifenoles y los flavonoides que favorecen la producción de colágeno.

Estos compuestos se encargan de combatir los radicales libres, moléculas que causan daño celular y dañan a la piel, lo que se transforma en signos de envejecimiento como son las arrugas.

En la misma línea, la infusión cuenta con propiedades antiinflamatorias que reducen la hinchazón de la dermis y es sumamente útil al momento de tratar el acné, el enrojecimiento, entre otros.

Además, contiene teanina, un aminoácido que tiene efectos relajantes y calmantes que contribuyen a controlar efectos secundarios del estrés sobre la piel.

También puede ser muy beneficioso para la salud dental, ya que contiene flúor. El mineral juega un rol fundamental, ya que fortalece el esmalte dental, previene las caries y les da el color blanco característico a los dientes.

Todos los beneficios de consumir té blanco

Los beneficios del té blanco no se limitan al aspecto estético, ya que también se ha probado que puede llegar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

En la misma línea, ayuda a controlar los niveles de colesterol LDL (el "malo"), lo que se traduce en una mejor salud a nivel general. Su gran aporte en antioxidantes es fundamental para el fortalecimiento del sistema inmunitario y la resistencia del cuerpo a virus y bacterias.

Su aporte en minerales como manganeso y potasio garantizan la correcta metabolización de los carbohidratos, proteínas y grasas. Además, favorece el equilibrio de los fluidos en el organismo.

¿Cómo preparar el té blanco?

Para preparar esta infusión y aprovechar todos sus nutrientes se deben seguir los siguientes pasos:

• Poner a calentar agua hasta que llegue a los 80 grados, se debe evitar la ebullición,
• Colocar una cucharadita de hojas de té blanco por cada 100 mililitros de agua,
• Verter el agua sobre las hojas y dejar reposar por  10 minutos,
• Colar el líquido para evitar residuos,
• Disfrutar caliente o frío.