Valuada en US$ 9000 M

Fue la millonaria más joven, engañó a sus inversores y la condenaron: la historia del caso Theranos

La compañía prometía tests sanguíneos inmediatos con tan solo un pinchazo. Sin embargo, resultó ser uno de los fraudes más grandes de la historia de Silicon Valley.

Con solo 30 años, Elizabeth Holmes se convirtió en la multimillonaria self made más joven del mundo en 2014. Su compañía, Theranos, prometía contar con la tecnología apropiada para poder realizar exámenes de sangre en segundos y con tan solo un pequeño pinchazo en un dedo. Esto le había permitido valuar a su firma en u$s 9000 millones y amasar una fortuna personal de casi u$s 4500 millones. Sin embargo, detrás se escondían secretos y mentiras. Esta semana fue encontrada culpable de cuatro cargos por fraude. Su caso es uno de los mayores escándalos de la historia de Silicon Valley.

Holmes nació el 3 de febrero de 1984 en Washington DC. Sus padres trabajaban como burócratas en Capitol Hill y unos años después se mudaron a Houston, Texas. Desde muy pequeña, aseguran, ella les decía a sus familiares que cuando sea grande quería convertirse en multimillonaria. La describen como una persona competitiva y muy estudiosa. Esto le valió un lugar en la Universidad de Stanford donde se inscribió para estudiar ingeniería química.

En su segundo año de cursada, y con 19 años, consiguió el apoyo de uno de sus profesores, Channing Robertson, y fundó su propia empresa, Real-Time Cures. Tenía la idea de lanzar un dispositivo que pudiera monitorear la sangre del que lo utilizara y administrar las dosis de medicación necesarias. Al poco tiempo dejó la universidad y cambió el nombre de su empresa a Theranos, la unión entre therapy (terapia) y diagnosis (diagnóstico).

Convencer a los gigantes

Pronto cambió el enfoque y empezó a reunirse con poderosos inversores. Aseguraba contar con una tecnología que le permitía realizar tests sanguíneos con solo un pinchazo y así diagnosticar enfermedades, como cáncer y diabetes. Pero tenía solo una condición: no le revelaría a ninguno cómo funcionaba. De esta manera consiguió levantar cerca de u$s 700 millones de figuras de renombre, entre ellos estaban el inversor Tim Draper y Larry Ellison, fundador de Oracle. Esto le dio credibilidad para avanzar con su negocio.

Elizabeth Holmes todavía puede apelar a su condena por fraude.

Holmes asumió el cargo de CEO de su emprendimiento y nombró como presidente y director de operaciones a Ramesh Balwani, quien era su pareja. La empresaria se obsesionó con el secretismo y con mantener el funcionamiento de la compañía bajo siete llaves. También empezó a construir su look a imagen y semejanza de su héroe, Steve Jobs, usando poleras y vistiendo de negro. Incluso, aseguran, usaba un tono de voz más grave para hablar en público.

El apoyo de los inversores llevó a que la firma consiguiera asociarse con clínicas y farmacias para que estas ofrecieran sus testeos. Sin embargo, el científico en jefe de Theranos advirtió que Edison, su test insignia, aún no estaba listo para ser liberado al público. Al mismo tiempo, Holmes se convirtió en una figura mediática con su foto en la tapa de las revistas de negocios nombrándola como "la multimillonaria más joven del mundo".

Se destapa el escándalo

Pero todo cambió en 2015. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) empezó a investigar sus laboratorios y encontró "grandes inexactitudes" en sus testeos. Dos meses más tarde, el periodista John Carreyrou expuso la verdad detrás de Theranos en un artículo de The Wall Street Journal. En su texto aseguraba que Edison no funcionaba y que la compañía utilizaba las máquinas de otros centros de exámenes sanguíneos para obtener sus resultados.

En 2016 Theranos cerró su laboratorio y dos años más tarde la compañía se disolvió por completo.

"Esto es lo que sucede cuando trabajas para cambiar las cosas. Al principio piensan que estás loco, después pelean contigo y de pronto cambias el mundo", se defendió. Las demandas se empezaron a acumular, varios inversores emprendieron la retirada y en 2016 los entes reguladores le prohibieron a Holmes manejar un servicio de tests sanguíneos por dos años. Ese mismo año cerró su laboratorio y sus centros de diagnóstico.

Para 2018, Theranos, Holmes y Balwani fueron acusados de "fraude masivo" por la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC). Ella cedió el control financiero y entregó sus acciones, pero continuó como directora ejecutiva hasta junio de ese año. En septiembre la empresa cerró definitivamente tras ser acusados, ella y Balwani, de 11 cargos por fraude y conspiración para cometer fraude. Además, la acusaron de levantar u$s 700 millones de manera fraudulenta al haber engañado a sus inversores.

Su caso retumbó fuerte en Silicon Valley y, por supuesto, en la industria mediática. Fue el foco de documentales y actualmente Hollywood trabaja en una serie y una película sobre Theranos protagonizadas por Amanda Seyfried y Jennifer Lawrence, respectivamente.

Recientemente un jurado en California la condenó por cuatro cargos por fraude, la declaró inocente en otros cuatro y no pudo llegar a un veredicto en tres. En tanto, el juicio de Balwani comenzará en febrero de 2022. Ella aún puede apelar esta condena. 

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Comentarios

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  • GA

    guillermo acosta

    07/01/22

    siempre hubo y habrà chantas como èste...

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