Elizabeth Holmes, la ‘estafadora' de Silicon Valley que recaudó u$s 1000 millones, enfrenta dura condena por fraude
La fundadora de la empresa de análisis de sangre Theranos fue condenada por cuatro cargos, entre ellos el de estafa a los inversores
Elizabeth Holmes, la fundadora de 37 años de la fallida start-up de análisis de sangre Theranos, se enfrenta a décadas de prisión tras ser declarada culpable de conspirar para defraudar a sus inversores por un jurado en California.
En uno de los casos más resonantes de fraude en Silicon Valley, el jurado condenó a Holmes por tres cargos de fraude electrónico y un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico.
La declaró inocente de otros cuatro cargos relacionados con la estafa a pacientes. Los miembros del jurado no llegaron a un veredicto sobre los tres cargos restantes relacionados con los inversores. Holmes podrá recurrir su condena ante un tribunal federal de apelaciones.
El final del juicio, que duró 15 semanas, fue un momento histórico para Silicon Valley, donde el descaro de Holmes fue ampliamente celebrado al recaudar casi u$s 1000 millones para alcanzar el sueño de diagnosticar enfermedades a partir de sólo unas gotas de sangre.
Aunque Silicon Valley está experimentando un auge sin precedentes a medida que los inversores se apresuran a respaldar a las start-ups, ha habido pocos juicios de alto nivel sobre la línea, a veces borrosa, entre el optimismo y el fraude en las empresas tecnológicas emergentes.
Tras un dramático día de deliberaciones en un tribunal federal de San José (California), Holmes apenas expresó su emoción cuando se leyó el veredicto y abandonó la sala con sus abogados tras abrazar brevemente a su pareja y a sus padres, según informan las agencias de noticias estadounidenses. Se había declarado inocente de los cargos, cada uno de los cuales conlleva hasta 20 años de prisión.
El veredicto supuso la culminación de una saga de casi dos décadas que comenzó en 2003, cuando Holmes fundó Theranos tras abandonar la Universidad de Stanford. En su apogeo, la empresa estaba valorada en u$s 9000 millones, y Holmes se convirtió en una estrella de los medios de comunicación que apareció en múltiples portadas de revistas.
Financial Times: las 10 tendencias económicas que podrían marcar a fuego a 2022
Pero Theranos acabó siendo objeto de un aluvión de críticas en los medios de comunicación, sobre todo por parte del experiodista del Wall Street Journal, John Carreyrou, cuyo reportaje en 2015 provocó un escrutinio adicional de la empresa.
A esto le siguieron varias investigaciones regulatorias que llevaron a la empresa a una caída en picada que desembocó en su disolución en 2018.
Aunque Holmes afirmaba que la novedosa tecnología de Theranos podía realizar una serie de pruebas con sólo unas gotas de sangre, la empresa se basaba principalmente en máquinas disponibles en el mercado.
El juicio se centró en gran medida en si Holmes pretendía defraudar a los inversores de su empresa.
Cuáles son las tendencias, riesgos y sorpresas a tener en cuenta este 2022
Los fiscales presentaron montones de pruebas documentales y testimonios de 29 testigos, que detallaron los problemas en los laboratorios de Theranos y sus evasivas en las comunicaciones con los inversores.
Las pruebas proporcionaron el relato más detallado de cómo operaba Theranos, revelando múltiples casos en los que Holmes parecía promover información engañosa.
Holmes admitió haber colocado los logotipos de grupos farmacéuticos, incluido Pfizer, en los documentos de Theranos que enviaba a los inversores, a pesar de que éstos no habían avalado la tecnología de la empresa.
"Ella eligió el fraude antes que el fracaso empresarial", dijo el fiscal Jeff Schenk durante el alegato final. "Eligió ser deshonesta. Esta elección no sólo fue insensible, fue criminal".
El equipo de la defensa había intentado presentar a Holmes como una empresaria seria que no cumplió sus promesas de transformar la industria de los análisis de sangre. También intentaron culpar a otras personas de Theranos, como Ramesh Balwani, que supervisaba sus finanzas como presidente y director de operaciones.
Al testificar en su propia defensa, Holmes acusó a Balwani, con quien mantuvo una relación sentimental, de abuso mental y sexual, acusaciones que su abogado ha negado previamente. Balwani se enfrentará a cargos de fraude similares en un juicio separado que se espera que comience en febrero.
"Elizabeth Holmes estaba construyendo un negocio y no una empresa criminal", dijo Kevin Downey, su abogado en Williams & Connolly, durante los argumentos finales.
Compartí tus comentarios