¿Por qué no soy feliz?: estos son los hábitos que podrían dañar tu bienestar en silencio
Los expertos en salud mental aseguran que hay ciertas causas que provocan infelicidad. Este sentimiento es fácil de detectar y evitar en la rutina diaria.
Los especialistas en salud mental aseguran que es común que las personas no se sientan plenas todo el tiempo. Esto puede generar un malestar aún mayor, ya que la persona se siente culpable por no experimentar felicidad y piensa que algo está mal en ella.
La felicidad es entendida de diferentes maneras, ya sea con aspectos externos y materiales. Sin embargo, este es quizás el error, porque se espera que al lograr cosas externas, esta llegará automáticamente. Cuando eso no ocurre, hay una sensación de que algo está mal y de infelicidad.
Por este motivo, se debe fortalecer autoestima, conocerse mejor y descubrir qué realmente se quiere en la vida. Ahí es donde se encuentra la verdadera felicidad. En esta línea, resaltan que la plenitud es algo que varía, por lo que es importante tener algo sólido a lo que aferrarse cuando las cosas no salen bien.
¿Por qué no me siento feliz con nada?
Lo más importante es reconocer que poseer muchas cosas no garantiza la satisfacción personal. Aunque los bienes materiales puedan ser agradables, sin una salud mental adecuada resulta difícil experimentar felicidad. Por ello, si sientes que tienes todo y aun así no eres feliz, es fundamental reflexionar sobre el bienestar emocional y mental.
No estás alineado con tus valores o necesidades reales
Es posible contar con un estilo de vida cómodo, un trabajo estable o una relación de pareja sana, pero si esas circunstancias no se ajustan a las verdaderas necesidades, pueden surgir carencias emocionales. Al adaptarse o conformarse con algo que no refleja lo que realmente deseas, se genera una desconexión interna.
Expectativas sociales y culturales
La sociedad y la cultura transmiten ideas de felicidad basadas en metas como tener pareja, formar una familia, adquirir una casa o ganar mucho dinero. Sin embargo, investigaciones demostraron que el dinero puede ayudar a reducir emociones negativas como la tristeza, pero no incrementa directamente la felicidad.
Baja autoestima
Desde pequeños, solemos recibir críticas enfocadas en los errores y en la necesidad de mejorar, lo que fomenta un diálogo interno severo. Este hábito puede deteriorar la autoestima, que no se recupera simplemente acumulando bienes materiales. La percepción que tenemos de nosotros mismos influye directamente en nuestra capacidad para ser felices.
Estrés excesivo y falta de descanso
La rutina acelerada, las múltiples responsabilidades y el tiempo insuficiente para descansar suelen generar altos niveles de estrés. Aunque llegues a cumplir objetivos materiales o profesionales, el agotamiento acumulado afecta el bienestar emocional y físico, dificultando el disfrute pleno de la vida.
Funcionas en piloto automático
Actuar por inercia y dejar de lado la metas y deseos propios puede apagar la ilusiones. Además, genera la sensación de que no hay un control en la vida. Recuperar ese control es clave para encontrar un equilibrio y reconectar con lo que realmente importa.
¿Qué hacer si siento que no soy feliz?
A continuación, las prácticas saludables que están respaldadas por la ciencia y pueden contribuir al bienestar y satisfacción personal:
- Establecer relaciones sociales: se necesita interacción para desarrollarse plenamente. Las conexiones cercanas desempeñan un papel fundamental, ya que suele generar mayor bienestar emocional
- Tener momentos de disfrute: participar en actividades que generan placer puede tener un impacto positivo en la sensación de bienestar. Dedicar tiempo a lo que gusta, como compartir con amigos, disfrutar de una taza de café, cocinar, practicar deporte o cualquier otra actividad personal, puede marcar una gran diferencia
- Tener un estilo de vida saludable: se debe dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente y gestionar el estrés mediante técnicas adecuadas. Estos son hábitos que mejoran el estado de ánimo y favorecen una vida equilibrada
Los expertos coinciden en que la incorporación de estas prácticas en la rutina diaria puede contribuir significativamente a una vida más plena y satisfactoria.