PROGRAMA ECONÓMICO

Subsidios y tarifas: qué dice el FMI sobre la segmentación y el gasto en energía

El reporte de los técnicos del FMI plantea que la segmentación no fue probada y podría enfrentar trabas en la Justicia. Exigen que las tarifas reflejen mejor los costos y se indexen automáticamente.

Aunque el Directorio (Board) del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la primera revisión de las metas del programa económico de la Argentina, los técnicos del organismo sugirieron moderar el gasto público en el segundo semestre -un ajuste- y acelerar reformas, sobre todo en el plano energético, para indexar las tarifas con los precios de la generación eléctrica y la producción e importación de gas natural, de manera de detener el crecimiento de los subsidios.

La entidad con sede en Washington, Estados Unidos, habilitó un aumento de 0,4 puntos porcentuales en el gasto público orientado a los subsidios en relación a lo proyectado previamente, desde el equivalente a 2,2% del Producto Interno Bruto (PIB) hasta el 2,6%, a cambio de reducir el gasto de capital (de 2,2% a 1,8%) y licuar el peso de las jubilaciones en el presupuesto (de 8,5% a 8,1% del PIB).

El FMI, entre la comprensión y los riesgos

La recalibración de las metas trimestrales vino así acompañada de nuevas proyecciones sobre cada ítem del gasto, recalibrado también a nivel anual pese a que el déficit primario total para todo 2022 sea el mismo, de 2,5% del PIB o unos $ 1.884.900 millones ($ 1,9 billones). En este sentido, los subsidios treparían a unos $ 2,012 billones.

El reporte de los técnicos (Staff) advierte que los subsidios energéticos en la Argentina son los más altos de la región (excepto Venezuela) y las tarifas, de las más baratas. El organismo plantea que el Gobierno "debe hacer esfuerzos para que las tarifas reflejen mejor los costos".

La segmentación de los subsidios a las tarifas de la energía aportaría un ahorro fiscal del 0,15% del Producto Interno Bruto (PIB), según el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y su antecesor Bernardo Lischinsky

"En el contexto del aumento de los costos de la energía a nivel mundial, los aumentos de tarifas en 2022 siguen siendo insuficientes para mejorar la recuperación de costos. Además, el esquema para eliminar los subsidios del 10% más rico de los usuarios residenciales aún no han sido probado y podría enfrentar desafíos de implementación y obstáculos legales", planteó el Fondo.

Que la segmentación se judicialice y no se pueda realizara tiempo es uno de los grandes riesgos que enfrenta el Gobierno.

En Washington también señalaron que hacia adelante, para priorizar el gasto de capital, "los precios residenciales de la energía deben vincularse más directa y automáticamente a la evolución de los costos, mientras que los subsidios para todos los usuarios comerciales deben ser eliminados".

De acuerdo a las estimaciones del director por el Cono Sur ante el FMI y representante argentino en el Board, Sergio Chodos, junto a su antecesor Bernardo Lischinsky, la segmentación de los subsidios a las tarifas de la energía implicará un ahorro de 0,15% del PIB en este ejercicio. Esto equivale a unos $ 113.000 millones; la primera proyección del Gobierno era de tan solo $ 15.000 millones.

Para el economista Alejandro Einstoss, del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi, los subsidios terminarán este 2022 en más de 15.000 millones de dólares.

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