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No lo van a decir públicamente, pero la dirigencia de Juntos por el Cambio respira aliviada ante la aparición de Sergio Massa como "superministro"en el gobierno del Frente de Todos.
Y no solo porque aplacó los mercados, que empiezan a salir de la zona de terremoto, sino por algo que los incumbe todavía más directamente: la opinión pública le pedía que se involucre, esperando soluciones que la oposición no estaba en condiciones de dar.
"Para hacerlo, había que sacar a Alberto Fernández del poder, suponía una asamblea legislativa, algo que solo puede suceder en acuerdo con el oficialismo, como sucedió en el 2001, pero no era el caso", explicó a El Cronista un diputado que fue testigo de esas madrugadas agobiantes para la Argentina que se encarrilaron en consenso entre Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde.

Esa lectura se completa con otra, que tampoco reconocerán en público. "Esperamos que Massa haga el ajuste y normalice las variables económicas, incluso que ponga al Frente de Todos más competitivo. Será, así, una competencia más justa", fue el comentario que se oyó en una mesa del restaurante central en la Exposición Rural el mismo sábado. Fue después de que el todavía presidente de la Cámara de Diputados se comunicara personalmente con Nicolás Pino, titular de la SRA, después de su durísimo discurso en contra del Gobierno.
Satisfechos porque el futuro ministro de Economía, Producción y Agricultura sacó las papas de un fuego que quemaba también a la oposición, en JxC ahora se disponen a colaborar en lo que pueda necesitar. Votarán lo que eventualmente envíe al Congreso, mostrando una actitud constructiva, pero sin comprometerse. Mientras tanto, frente a los micrófonos se va delineando un nuevo posicionamiento.
"mas de lo mismo"
Así como en el caso de Fernández el latiguillo más utilizado era "títere de Cristina", en el caso de Massa será "más de lo mismo", "humo", "massarasa", "panqueque" o el más macrista "ventajita", es decir, una crítica sostenida a restarle credibilidad a su figura, sin agredirlo.
El primero que habló fue Mauricio Macri, con unas declaraciones que evitaron mencionarlo específicamente. "Son todos parte del mismo gobierno, un gobierno que ha perdido la noción de dónde está parado", dijo el ex presidente.

Horacio Rodríguez Larreta, por su lado, expresó que "ví el volantazo del Gobierno con mucha preocupación. Es todo muy improvisado y falta un rumbo. No es un tema de personas".
Como se esperaba, más dura estuvo Patricia Bullrich, la presidenta del PRO, quien irónicamente dijo que "ahora puede echar a todos los ñoquis de La Cámpora", trayendo al debate unas declaraciones que Massa realizó en la campaña presidencial del 2015.
En cambio, el gobernador de Jujuy Gerardo Morales se mostró optimista. "Hay una buena expectativa por parte del mercado, es una oportunidad para el país en tanto se ordenen las cosas", manifestó. No hay que olvidar que el Frente Renovador forma parte de la coalición de gobierno en Jujuy, lo que permitió darle gobernabilidad a la gestión de Morales en un territorio inhóspito para los radicales.
Pero quizás el más duro fue el senador Luis Juez, para quien Massa "viene a estirar la mecha para que la bomba le explote a otro", es decir, a la gestión que se iniciará en el 2023. En su perspectiva, ese fue el talento de Cristina Fernández de Kirchner cuando era Presidenta al lograr, con la gestión económica de Axel Kicillof , entregarle el gobierno a Macri con una macroeconomía en pésimo estado, aunque sin explotar.
reunión de Juntos por el Cambio
Mañana habrá reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio y allí se alinearán las distintas posiciones en relación a la nueva etapa del Gobierno. El encuentro será presencial y seguramente emitirán un comunicado después de un debate que pretenden mantener lejos del periodismo y sin filtraciones.













