Ayer, el ex presidente Eduardo Duhalde fue noticia por otra polémica declaración sobre la gestión de Alberto Fernández, al asegurar que "voy a tratar por todos los medios que este Gobierno no pueda seguir".

No es la primera vez que el dirigente justicialista apunta sus dardos hacia el Frente de Todos, especialmente contra la vicepresidenta Cristina Kirchner: "No podría estar (en una alianza) con ella porque no lo quiere a Perón y es una persona que se cree de izquierda".

Ahora, quien sorprendió a propios y ajenas fue Hilda 'Chiche' Duhalde, con un exabrupto sobre la inclusión de su familia -su marido y también sus hijas- en el listado del vacunatorio VIP, un escándalo que le costó el cargo al ministro de Salud, Ginés González García, a principios de año.

"¡Parece que todos mean agua bendita en este país! ¿De lo único que me pueden preguntar es de eso?", estalló anoche en Intratables. Y agregó: "Si ustedes dicen que cometí un error, lo cometí", al ser consultada sobre ese acceso privilegiado e irregular a las dosis de la vacuna contra el Covid-19.

La ex senadora explicó, en América TV, que por entonces "estaba asustada" por su salud, reconoció que no correspondía la inmunización de sus hijas y sostuvo que, cuando llegó el ofrecimiento, no evaluó que fuera un privilegio, a pesar de ser un momento crítico, en que las vacunas eran un bien escaso y sólo accedían, a cuentagotas, los esenciales.

Ofuscada, la ex senadora lanzó: "A lo mejor otro santo, otro que tiene tiempo para pensar, como la filósofa (Beatriz) Sarlo, que tuvo otra actitud. No sé. Pero lo voy a decir grotescamente: ¡Parece que todos mean agua bendita en este país!". Y reveló que, ante la repercusión, "no pude ir ni a la carnicería".

En ese sentido, lamentó: "Tengo demasiados (logros) importantes en mi vida de los que me siento orgullosa. Este país se ha encargado de destruir imágenes de personalidades 200 veces más importantes que yo, que se han tenido que ir del país y volver en un cajón para ser reconocidos". Y expresó su deseo de que "alguna vez" su marido sea reconocido por "haber sacado al país de la crisis".

Ya durante la tarde, la ex Primera Dama había dicho, sin pelos en la lengua, que en el gobierno de Alberto Fernández "son unos hijos de puta. La política no se ocupa de los problemas de la gente. Se ocupan en ver quién es peor que el otro.No necesito alejarme mucho de la casa en la que vivo para que puedan ver la mierda en la que viven".

Y acusó: "La decadencia moral argentina nos ha alcanzado a todos. Es una vergüenza que se aumenten el sueldo en un momento como este". En declaraciones a Radio Rivadavia, exigió: "Que digan claramente que no tienen un plan".