Desconcierto oficialista y amenazas opositoras: crujen las internas de ambos lados
"Si yo hubiera sabido que vos ibas a ir a La Plata, directamente ni pasaba por tu acto", le dijo, directo, el jefe de Gabinete de ministros Agustín Rossi a Victoria Tolosa Paz, la única funcionaria del gobierno nacional en la "clase magistral" de Cristina Kirchner, hace una semana.
Rossi fue uno de los oradores en el acto que Tolosa Paz organizó en Ensenada para hacer que lanzaba una precandidatura provincial o nacional, ya que nunca terminan de especificar qué hará. No porque no quiera, sino porque no tiene sentido en la actualidad que atraviesa el Frente de Todos. Desde precandidata a gobernadora para competirle a Axel Kicillof hasta ser la vice de Daniel Scioli, todas las hipótesis sirven para la mujer de José Pepe Albistur.
"Si tiene que pedir permiso al Instituto Patria, ya está, que no me venga a buscar", le dijo un importante dirigente provincial que empezaba a ilusionarse con su figura. Sorprendido, se terminó de bajar de ese proyecto cuando vio cómo cambió la privada del Ministerio de Desarrollo Social desde su llegada. "Casi tuve que hacerme un análisis de sangre para subir a su despacho", se quejó.
En el oficialismo es todo desconcierto y desconexión. No hay más que alianzas ocasionales para la subsistencia y evitar daños colaterales, como los que trazaron Sergio Massa con Axel Kicillof en la inauguración del "gasoducto" de ochenta kilómetros en el municipio de Rivadavia que servirá para trasladar gas natural a la ciudad de América, casi en el límite con La Pampa. Ayer dijo algo parecido en Navarro, junto con el jefe político local, Santiago Magiotti.
Fue ahí donde Massa lanzó su llamado a la "unidad" para que no haya competencia PASO en el seno del Frente de Todos. "Realmente dudo que hoy quiera ser candidato a presidente... Me parece que lo hace mucho más para que Daniel Scioli no lo sea", le confió un intendente que lo conoce.
Massa cuenta con muchos apoyos y consentimientos. Varios ministros nacionales y provinciales, al igual que la mayoría de los dirigentes que componen la CGT y los intendentes lo creen el dirigente que más trabaja para que algo pase y se de vuelta la taba de la suerte que hoy parece que tendrá el oficialismo en las elecciones de agosto y de octubre.
"Sí, no solo es el mejor candidato, sino también sería un excelente presidente. Pero la gente le está pegando", le confesó uno de sus mejores defensores luego de recorrer un barrio del conurbano. "Nos están cag... a palos... La gente está muy mal", confesó.
No es el único que padece esta situación. Juan Zabaleta, quien ya está abiertamente enfrentado con La Cámpora y se prepara para disputar una feroz interna contra Martín Rodríguez y su discípulo municipal, Damián Selci, aceptó que "la bronca es mucha. Te agradecen que estés poniendo la cara, que estés, que hayas vuelto, pero todo está bravo".
De a poco, algunos municipios en los que nunca se preveía discusión interna, ahora ya manifiestan un estado de descomposición alarmante. En Moreno, por ejemplo, la intendenta del Movimiento Evita alineada con La Cámpora, Mariel Fernández, rompió con sus antiguos aliados locales y todos los movimientos peronistas que responden al Frente Renovador y al peronismo tradicional armaron el PUM, Peronismo Unido de Moreno, para unificar una propuesta que le compita en las próxima PASO.
Casi sin quorum propio, Fernández tuvo que acudir a la "ayuda" de la concejal de Juntos Roxana Ricart, que rompió el bloque que conducen Anibal y Claudia Asseff para pasarse, directamente, al Frente de Todos marielista.
La amenaza de Joaquín y la histeria de la interna opositora
"Si lo traen a Cristian como candidato de Patricia, yo me voy", le dijo a varios amigos el ex intendente de San Miguel y precandidato a gobernador, Joaquín De la Torre. La bronca tiene que ver con la posible decisión, ya casi abortada, de Patricia Bullrich de ubicar al ladero de María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, como su representante para competir en las PASO contra Diego Santilli.
De la Torre desconfía si los cantos de sirena que le acercan algunos para que se vaya a trabajar con Javier Milei tiene que ver con que necesitan su espacio o, efectivamente, el libertario anarquista lo quiere junto con él porque no le darían cabida en la variante bullrichista.
Todo esto le está trayendo más que un inconveniente a la dirigente más halcón de Juntos. Su indefinición entre los tres candidatos que tiene anotados para competir en la Provincia no la ayuda a generar confianza.
Al parecer, Javier Iguacel correría con ventaja sobre el propio De la Torre y Néstor Grindetti, que debe dividir su tiempo en administrar la crisis de Independiente, está de licencia en Lanús y recorre municipios de toda la Provincia.
Tampoco le sirve a Bullrich que, en algunos raptos de enojo, llame a algunos intendentes y precandidatos alertándolos con que no los tendría jamás en cuenta si no le dan su apoyo. "Es de locos...", se sorprendió uno de los más cautos.
Sin embargo, Horacio Rodríguez Larreta parece haber cometido tantos errores que cada reunión termina siendo una prueba personal. Su equipo más íntimo no lo ayuda, a excepción del propio armado por Federico Benedeto, quien pide a sus referentes locales que lo lleven a algunos barrios para percibir, directamente, el humor social.
"Hizo un lío bárbaro en la Ciudad que él mismo conduce. No le permite a nadie pensar por su propio proyecto. No entiende que como él quiere ser presidente, los dirigentes territoriales quieren ser intendentes, los que son quieren reelegir y si quiere ganar tiene que aprender a compartir", le dijo en estricto off un dirigente que lo sigue a sol y a tierra.
¿A quién tendría que compartir? A Diego Santilli, el candidato que más mide en la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en la tarde de ayer Larreta lo dejó muy claro en la reunión que tuvo con los intendentes, legisladores y territoriales que conforman la mesa provincial del PRO. "Vamos a competir. Diego será mi candidato a gobernador, los intendentes podrán colgarse de cualquier candidato presidencial pero, al día siguiente, todos van a ser parte de mi equipo", dijo, mirándolos a los ojos a Iguacel y Grindetti, presentes en ese encuentro.
Quien no participó de este encuentro es uno de sus mejores alfiles del conurbano, Ramiro Tagliaferro. Con una disfonía extrema, se disculpó, no antes de dar a conocer un video en el que confirma una primicia de El Cronista en la que dijo que no será candidato a intendente en Morón y en su lugar lo representará Leandro Ugartemendía, ex funcionario de su gestión y ganador en las elecciones legislativas de 2017 y 2021.
A pesar de todo, la oposición moronense tendrá una feroz interna. Es que una de las personas de mayor confianza de Bullrich, Martín Culato, es también vecino de la localidad. Si bien comparten la pasión por el rugby con "el vasco", su esposa, Analía Zapulla, es también candidata a intendenta. Difícil que los candidatos presidenciales puedan mediar en esta discusión.
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