Es la única casa completamente redonda de la Ciudad, fue diseñada por el arquitecto del Palacio Barolo y esconde historias de muertes y fantasmas

Se encuentra escondida en la zona más exclusiva de la ciudad y su creación está rodeada de misterios.

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Si alguna vez pasaste por la esquina de Eduardo Costa y Ortiz de Ocampo en Barrio Parque, seguro te cruzaste con la misteriosa Casa Redonda. Construida en 1922 por los arquitectos Mario Palanti y Algier, se dice que por sus paredes deambulan los fantasmas de sus antiguos habitantes.

Sus primeros inquilinos fueron los Fevre, dueños de una importante concesionaria de autos. Luego pasó a manos de otras familias de la alta sociedad argentina, hasta su último uso, cuando funcionó como una galería de arte.

Actualmente, la casona se encuentra deshabitada y cercada por una reja que complica su visión desde el exterior.

Sin embargo, uno de los motivos por los cuales esta particular vivienda de forma redonda despierta un gran misterio son los extraños ruidos y luces que ven los vecinos a la madrugada.

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LA HISTORIA DETRÁS DE CASA REDONDA

Se cree que esta casa se encuentra embrujada debido a dos hechos trágicos: primero, la muerte del chofer de una de las familias que la habitó. Años más tarde, cuando la mansión le pertenecía a la familia Ceballos, también murió una de las hijas de tuberculosis.

Además, otro hecho que genera sospechas es que su dueño está radicado en el exterior y prefirió que se preservara su identidad, por lo que se desconoce quién está a cargo de su mantenimiento y su posible heredero.

QUIÉN DISEÑÓ ESTA OBRA ARQUITECTÓNICA

Esta casona se convirtió en una de las más emblemáticas de la zona, no solo por el misterio que la rodea, sino por su increíble arquitectura. Tiene dos plantas, un enorme jardín y cuenta con una torre con mirador.

Uno de sus creadores, Mario Palanti, es el mismo que diseñó el Palacio Barolo. En 1909 el italiano Palanti se instaló en Buenos Aires, donde obtuvo buenos encargos inspirados en una atmósfera cultural de la Italia de su tiempo.

Gracias a sus vínculos con los círculos más poderosos de la colectividad italiana, pudo concretar su obra más emblemática: el Palacio Barolo. Siguiendo la tradición de las catedrales góticas, este edificio proyectó la visión que Dante Alighieri tenía del mundo y sus alrededores, tal como fuera plasmada en la Divina Comedia.

Otra de sus obras más emblemáticas pero que no muchos conocen es su Casa Redonda en Barrio Parque. Junto a su colega Algier, el edificio cuenta con una torre-coronita con curvas de sello hindú y rejas con aires Art Nouveau. El portón principal tiene relieves que, para muchos, evocan al estilo del Palacio Barolo.

Gracias a que la casona fue puesta en valor en el 2017, hoy se pueden distinguir y apreciar, al menos desde el exterior, estos elementos. La residencia tiene una superficie edificada de 810 m², mientras que la parcela posee 466 m². Catalogada como Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de la Ciudad, cuenta con protección estructural, ya que de acuerdo a la Ley 3056, por ser un edificio anterior a 1941 no se puede demoler ni modificar.

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