Calentamiento global

Olas de calor en pleno invierno: ¿qué puede hacer la Argentina frente al cambio climático?

Mientras que julio fue declarado el mes más caluroso jamás, agosto no parece quedarse atrás con temperaturas récord en pleno invierno. A solo unos meses de que vuelva a empezar el verano, cuánto puede anticiparse y qué puede hacerse al respecto.

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En julio de 2023 las altas temperaturas batieron récords históricos en al menos 15 países en todo el mundo. En Estados Unidos, el Valle de la Muerte soportó la noche más calurosa jamás registrada en el mundo y Phoenix, Arizona, batió un récord con 21 días consecutivos por encima de los 43,3°C.

Argelia vivió la noche más calurosa jamás registrada en África; China registró la temperatura más alta jamás registrada; Roma pulverizó su récord de calor, establecido solo el año pasado.

Y si bien el foco de las olas de calor fue en el hemisferio norte, incluso en América Latina, en pleno invierno, vivió inusuales días calurosos, con temperaturas por encima de los 30 grados en Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia y Colombia que continúan en agosto.

Cambio climático: el julio más caluroso de la historia

Según confirmó el Observatorio europeo Copernicus a principios de agosto, julio fue el mes más caluroso jamás registrado. 

Ya a finales de mes, un análisis publicado por el Dr. Karsten Haustein, climatólogo de la Universidad de Leipzig, hablaba de que el séptimo mes de año podría ser el más caluroso de los últimos 120.000 años, con una temperatura media aproximadamente 1,5 °C superior a la que tenía el planeta antes de calentarse por la combustión de carbón, petróleo y gas, y otras actividades humanas.

"No sólo será el julio más cálido, sino el mes más cálido de la historia en términos de temperatura media global absoluta. Es posible que tengamos que remontarnos miles, sino decenas de miles de años atrás, para encontrar condiciones cálidas similares en nuestro planeta," explicó Haustein.

"2023 es el tercer año más cálido hasta el momento con 0,43° C por encima del promedio reciente, y una temperatura media global en julio de 1,5° C por encima de los niveles preindustriales" explicó Samantha Burgess, subdirectora del servicio europeo Copernicus sobre Cambio Climático (C3S) que validó los hallazgos de Haustein. 

"Acabamos de ser testigos de nuevos récords tanto para la temperatura global del aire como de la superficie de los océanos en julio. Estos récords tienen consecuencias nefastas para las poblaciones y el planeta, que están expuestos a fenómenos más extremos, frecuentes e intensos", agregó Burgess.

La causa de estos fenómenos extremos fue confirmada por la red científica World Weather Attribution (WWA), que concluyó que las recientes olas de calor en Europa y Estados Unidos son atribuibles al cambio climático.

Pero las olas de calor no son sólo récords y estadísticas, su impacto es concreto en vidas humanas. En México, por ejemplo, ya fallecieron más de 200 personas por el calor este año. Y a medida que nos acercamos inexorablemente a un nuevo verano en el hemisferio sur, surge el interrogante de qué ocurrirá, cuánto puede anticiparse y qué pueden hacer los gobiernos de los países al respecto.

Cambio climático: qué pasará en América del Sur

Si bien resulta imposible hacer futurología, hay ciertas tendencias que pueden servir para anticiparnos a lo que viene en relación al verano 2024.

"Tenemos que tener en cuenta que venimos de un período de La Niña, con sequía y calor. Chile sufrió muchísimo, en Argentina tuvimos la peor sequía en años. La Niña terminó oficialmente este verano 2023 y vimos que fue terrible en cuanto a las olas de calor y temperaturas extremas. En el momento que se establezca El Niño, también va a generar calor, pero contrariamente a lo que se vivió estos últimos años, lo que trae este fenómeno es mucha agua. El escenario de El Niño viene con probabilidad de lluvias extremas, inundaciones y deslizamiento de suelos", advirtió Maurtua Konstantinidis.

El Niño y La Niña, son fenómenos naturales caracterizados por la fluctuación de las temperaturas del océano asociados a cambios en la atmósfera, que existen hace muchos años. 

"Pero lo que se ve ahora es que los períodos se vuelven más frecuentes y más fuertes en sus impactos, entonces ahí tenemos que ver cómo nos preparamos. Ya no es solo este verano, sino los anteriores. Hay una variabilidad natural del clima que ocurre y está bien que ocurra, no todos los inviernos van a ser fríos ni todos los veranos van a ser tan calurosos. El problema es cuando empezás a ver la frecuencia de eso. Ya no es que hubo un día muy caliente hace 40 años sino que se están repitiendo muy seguido", explica Konstantinidis.

"Lo que estamos viviendo es lo que los científicos nos vienen avisando hace 30 años que existen estas proyecciones. Entonces lamentablemente esto no nos sorprende, porque la ciencia nos viene diciendo esto y cada vez que actualizan sus reportes es con más niveles de confianza", explica Maurtua Konstantinidis. 

"Tenemos la certeza de que estos fenómenos se agravan por el cambio climático. Las olas de calor en Europa en un contexto de cambio climático fueron más fuertes. Si no hubiera cambio climático no serían tan graves", agrega.

Cambio climático: impactos económicos y posibles soluciones

"Durante el gobierno de Macri se perdió 1% del PBI por la sequía, durante el gobierno de Alberto Fernández se perdió 2% del PBI. ¿La próxima persona que gobierne la Argentina, cuántos puntos de PBI va a perder? ¿Cuánto va a perder por estos fenómenos climáticos en un país que depende muchísimo del clima? A esta altura, aunque no te interese la ciencia, en los próximos cuatro años vamos a tener que lidiar con algún dato climático", subraya Maurtua Konstantinidis. 

"Y ni hablar la cuestión humana: las muertes y el hambre. Es una cuestión que va a atravesar la economía si hablamos de impactos", agrega.

Entre las medidas que pueden tomarse para anticiparse a lo que se viene, Maurtua Konstantinidis ejemplifica con algunas prioritarias: la inversión en modelos meteorológicos más sofisticados que permitan prever con mayor exactitud el clima y que existan seguros para que los productores no pierdan todo. Pero destaca que en paralelo se necesita un cambio de fondo, una transición a energías renovables.

"Si querés divisas, la transición energética es una gran oportunidad de inversión. Muchos países están interesados en invertir en renovables porque Argentina tiene condiciones envidiables. Solo con la capacidad de generar energía eólica que hay, tenemos potencial para brindar energía a todo el continente. Con esos números y encima en Argentina que tenés mucha gente que sabe, podés hacer una industria sumamente exitosa ", concluye.

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