La ciencia determinó cuántas horas hay que dormir para un buen funcionamiento cognitivo y su relación con la actividad física
El efecto beneficioso de hacer ejercicio sobre el funcionamiento cognitivo depende de la cantidad de horas de sueño.
Las horas de vigilia estudiando y las noches de fiesta hasta la madrugada tienen consecuencias. No se trata sólo de su impacto en lo inmediato, sino también en el largo plazo.
En efecto, un estudio de la University College de Londres determinó que la cantidad de horas que dormimos es lo que preserva el funcionamiento cognitivo incluso por sobre los beneficios que puede ocasionar la actividad física.
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la actividad física redunda en efectos positivos en la actividad cognitiva, ahora, nuevos estudios señalan la dependencia entre hacer ejercicio y sueño para que efectivamente tengan un impacto beneficioso en el organismo.
Adiós al azúcar: los 5 sustitutos de endulzantes naturales que tenés que probar
Harvard lanza una simple pero efectiva fórmula para conciliar el sueño
¿Cuántas horas es necesario dormir?
La cantidad de horas de descanso varía en cada etapa de la vida. Mientras que los bebés duermen entre 12 y 16 horas al día hasta que cumplen el año, los adultos necesitan 7 o más horas de sueño para un correcto descanso, según sostienen los especialistas.
"Para los adultos, dormir menos de siete horas por noche con regularidad se vincula con un estado de salud deficiente, que incluye aumento de peso, un índice de masa corporal de 30 o más, diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y depresión", sostienen desde Mayo Clinic, la prestigiosa entidad médica de Estados Unidos.
Salud: el ejercicio clave que debe hacerse a diario para llegar saludable a la vejez
El ensayo científico que le dice adiós al mito: ¿cuántos huevos se pueden comer por día?
Horas de descanso y funcionamiento cognitivo
Mientras que el consenso sobre la cantidad de horas de sueño está casi generalizado, el estudio de la University College de Londres marca la intrínseca relación entre descanso, funcionamiento cognitivo y actividad física.
La investigación analizó durante 10 años a 8.958 adultos mayores de 50 años con el objetivo de ver de qué manera la combinación entre hábitos de descanso y actividad física impactaban en la función cognitiva.
Los resultados demostraron que, aquellas personas más activas físicamente, pero que dormían poco -menos de 6 horas diarias- sufrían un deterioro cognitivo más rápido en general. Es decir, que su funcionamiento cognitivo se equiparaba al de aquellas personas que no realizaban actividad física.
El estudio demostró la importancia de pensar horas de sueño y actividad física de manera conjunta cuando de preservar el funcionamiento cognitivo se trata.
De hecho, si bien en el inicio del análisis aquellas personas que dormían menos de seis horas pero seguían una rutina de ejercicios diaria tenían un funcionamiento cognitivo adecuado, con el paso de los años y hacia el final del estudio evidenciaron un deterioro cognitivo más acelerado. Por ende, el sueño se convierte en pieza fundamental para la salud cognitiva.
Compartí tus comentarios