Por qué la actualización de dos tributos clave para la nafta prometen ser un verdadero "impuestazo" de 2024
El Gobierno planea descongelar dos impuestos que pegarán de lleno en los combustibles, pero que al mismo tiempo brindarán más recursos tanto a la Nación como a las provincias.
El Gobierno informó mediante el Boletín Oficial que se actualizaría por inflación el impuesto a los combustibles según los aumentos del 2023, año en el que se mantuvo congelado, por lo que las fuertes subas que tendrá este primer semestre del año serán un "impuestazo" según determinaron especialistas.
"La suba que rige desde hoy está en la resolución general de la AFIP 4.257 que actualiza el monto del tributo desde $27,7 que tenía el mes pasado a $64,9, es decir, un incremento del 134%. A fines de junio debería actualizarse de acuerdo a la inflación por IPC del INDEC del primer trimestre de 2024 y así sucesivamente", explicaron desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Estos aumentos de los tributos impactarán en los valores que tiene los combustibles en los surtidores en los próximos meses, por lo que durante la primera mitad del 2024 este bien seguirá con los incrementos de su cotización que comenzaron en noviembre y continuaron tanto en diciembre como en enero.
"La confirmación del Gobierno de un aumento del 630% del impuesto a los combustibles implica una suba del 17% real del precio final de la nafta súper", determinaron desde el IARAF, por lo que con estos valores también impactarán en otros bienes y servicios ya que se encarecerá la logística.
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En el Boletín Oficial, desde el Poder Ejecutivo plantearon que esta decisión tiene como objetivo "iniciar un proceso de regularización de los referidos incrementos remanentes, resulta razonable diferir parcialmente sus efectos, así como los de la actualización correspondiente al cuarto trimestre calendario del año 2023.
Los retrasos en el aumento de este tributo que se dieron desde 2022 con una profundización en 2023 por la disparada inflacionaria y el año electoral, ahora se recompondrán en tres subas que tendrán lugar este primer semestre, para luego, según el Gobierno, "normalizarse".
"La suba del impuesto está acordada con el FMI como vía de sincerar carga tributaria y colectar recursos tanto para la Nación como para las provincias. Lógicamente, esta suba real del precio de los combustibles tendrá incidencia en los costos de transporte y de bienes y servicios", detallaron desde IARAF.
Para este Instituto, esta suba será clave para el orden fiscal que busca Javier Milei: "Bajo el supuesto de un consumo de nafta súper igual al de 2018, si el Gobierno retomara el valor real del tributo al de ese año podría implicar recursos extras para Nación por 0,37% del PBI".
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La caída de este tributo fue del 77% real en cinco años explicaron desde IARAF, por lo que esta actualización que pegará tanto en los surtidores como en los bolsillos servirá para que las arcas de la Nación y las Provincias, que aun pelean por los impuestos coparticipables, tengan un respiro.
Con esta última suba, los combustibles habrán subido casi un 80% desde que Milei fue elegido en el balotaje, luego de un congelamiento que aplicó el Gobierno anterior y que generó fuertes desabastecimientos.
Juan Jose Larrarte
Buenos días, sigue el festival de aumentos que festeja un porcentaje pequeño de la sociedad. Esa porción de la sociedad se siente orgullosa de pagar todo a nivel internacional, se sienten ciudadanos del primer mundo. Toda esa escandalosa transferencia de recursos de los sectores medios y bajos a los que más pueden es festejada en las usinas mediáticas de personajes que son comentaristas de la realidad (gente que fríamente repite lo que le piden los intereses corporativos pero que a ellos no les toca). Todo ello apalancado en un gobierno populista y corporativo como el anterior pero de signo opuesto.
Después se quejan de la situación pendular de la Argentina; no deben quejarse si en las elecciones de medio término el Pueblo, al que no le aumentan sus ingresos a nivel internacional, avisa un futuro cambio de signo dándole la mayoría en el Congreso a quienes hoy se defenestra. Sería una respuesta natural a tanta opresión y injusta distribución del esfuerzo; pero ya lo demostró la historia, cuando el mal llamado liberalismo en Argentina toma el poder es insaciable como se describe en la fábula de Esopo "El perro y el pedazo de carne" (el que quiera oir que oiga).