

En las antípodas del pensamiento económico de Javier Milei, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirma que la Ley Bases no tiene nada de bueno. Pero de lo que considera malo, lo peor, lo "más crítico" según repite entre sus pares gobernadores, son las facultades delegadas, la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad y las privatizaciones.
La deserción de Osvaldo Jaldo (Tucumán) y de los gobernadores de partidos provinciales que acompañaron la campaña de Sergio Massa, más el silencio del resto de los mandatarios, el bonaerense quedó públicamente en soledad para los planteos nacionales. A excepción del riojano Ricardo Quintela el resto habla por sus diputados que de todos modos se mantuvieron firmes contra la mega ley y alineados con su jefe de bloque el santafesino Germán Martínez.
Como contó El Cronista, algunos gobernadores que no son peronistas se plantaron frente a Milei y le hicieron saber primero a través del ministro del Interior Guillermo Francos y luego directamente al ministro de Economía Luis Caputo, que sólo acompañarían la ley ómnibus si en los próximos días iniciaban las transferencias no automáticas y les respetaban convenios firmados. Pedían garantías o partidas del FGS o coparticipar una parte del impuesto PAIS.
Una oportunidad para Kicillof
Kicillof -que ya siente el impacto de la motosierra de Milei sobre sus cuentas- aprovechó la fisura que la resistencia de Milei generó entre los llamados ‘dialoguistas', los bloque Hacemos Coalición Federal y el de Innovación que nuclea a Salta, Misiones, Río Negro y Neuquén. Resignado a que la ley tuviera votos suficientes en general, intentó al menos frenar algunos artículos durante la votación en particular.
Las conversaciones arrancaron hace un mes y se intensificaron en los últimos días. En la víspera de la polémica sesión y tras el cuarto intermedio del fin de semana habló con dos de los mandatarios que más reparos ponían, por la quita de recursos y el destrato que criticaron en discursos y en redes sociales por parte del presidente Javier Milei. También reprocharon las idas y vueltas en las concesiones que les hacían y la falta de garantías para las promesas del oficialismo.

La filtración de las charlas de Kicillof con el santafesino radical Maximiliano Pullaro y con el cordobés Martín Llaryora (Hacemos por Córdoba) que todos sindican como el más duro de los mandatarios, pusieron en alerta a diputados y algunos gobernadores del PRO y hasta a Mauricio Macri. Coincidentemente mientras discutían por detrás Jorge Macri salió a instalar públicamente el debate respecto a la posibilidad de cobrar una compensación económica por atender a bonaerenses en hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.
Gobernadores con diputados tanto en los bloques de la UCR como de Hacemos Coalición Federal, que comanda Miguel Ángel Pichetto, e Innovación mantuvieron reuniones por zoom y conversaciones telefónicas para evitar la caída de la ley ómnibus. Y hasta reclamaron -y lograron- conversar con el ministro de Economía Luis Caputo.
En el recinto, tras varios incisos rechazados de la delegación de facultades, el propio Pichetto blanqueó el fracaso de las conversaciones: "Tengan receptibilidad, al oficialismo le encanta seguir perdiendo, hay que ganar, no hay que perder" le advirtió a Martín Menem antes de que se discutieran las privatizaciones.
Llaryora, Pullaro, el entrerriano Rogelio Frigerio (PRO), el chubutense Ignacio Torres (PRO), e incluso el mendocino Alfredo Cornejo (UCR), entre los interlocutores que tuvo Kicillof en las últimas horas, comparten el chat de 23 gobernadores más el jefe de gobierno porteño donde intercambian pareceres. Con el equilibrio de fuerzas políticas el vínculo se aceitó a fines del año pasado.

A Kicillof algunos lo tantearon para pedirle que los acompañe en la votación a favor de la coparticipación del impuesto PAIS, algo que tanto Francos como Caputo reprocharon a los dialoguistas. Incluso el ministro del Interior dijo públicamente que en caso de votarse el Presidente lo vetaría.
La respuesta del bonaerense fue un "ni", porque aunque no está de acuerdo con la mega ley y reclama recursos y convenios previos, podría eventualmente aceptar la coparticipación de ese impuesto. Pero aclaró, según supo El Cronista de voceros platense, que su repuesta fue: "Depende de cuál sea la redacción".
"Siempre que sean más recursos para las provincias vamos a acompañar", explicaron varias fuentes vinculadas a la provincia de Buenos Aires mientras en el Congreso se debatía acaloradamente y algunos dialoguistas votaban en contra a pesar de haber votado a favor en general la semana pasada.
Macri vs Kicillof

En ese contexto este martes tras la difusión de un video en la guardia del hospital Argerich donde varios pacientes dicen ser de localidades bonaerenses, el jefe de gobierno Macri planteó que su "prioridad" será dar atención de salud a los porteños.
A la polémica se subió el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi quien recordó que "sería bueno recordarle que los residuos y líquidos cloacales de CABA son recibidos y tratados en la provincia de Buenos Aires".
Kicillof le respondió a Macri con una pregunta: "¿Cuándo les pregunté el domicilio en el Operativo Sol para ver si los atiendo o les cobro?". Después del acto en Hurlingham donde inauguró una obra y entregó equipamiento sanitario, el gobernador se encerró en su despacho desde donde siguió los avatares del Congreso, la caía de incisos clave y la vuelta a comisión del proyecto sin consenso. Hubo incisos que apenas tuvieron votos libertarios y del PRO y hasta en algunos votó en contra Carolina Píparo, la excandidata a gobernadora.
Milei clausuró todo diálogo
Desde La Libertad Avanza hubo una advertencia inmediata. Y luego llegó la del presidente Milei desde Israel rompiendo el diálogo con los gobernadores.
"Los gobernadores tomaron la decisión de destruir la Ley Bases y Puntos para la Libertad de los Argentinos artículo por artículo, horas después de acordar acompañarla", indicó un comunicado de prensa de la oficinal del Presidente.
El ministro del Interior que había participado de casi todas las conversaciones y a quien los diputados ayer mismo por la mañana le insistieron con más cambios, insistió con los argumentos del Gobierno: "Nosotros no tenemos nada que discutir en materia fiscal. Seguiremos gobernando con los elementos que tenemos y lo mismo harán los gobernadores. El tratamiento de una reforma fiscal estaba sujeto a la aprobación de la Ley". Todo parece indicar que tampoco entonces habrá reforma fiscal.
"No corresponde que nos responsabilicen ni que nos falten el respeto aduciendo poca vocación de diálogo e incapacidad de nuestra parte cuando en realidad trabajamos incansablemente para lograr los consensos necesarios", declamaron en un comunicado los diez gobernadores de Juntos por el Cambio, Macri, Torres, Frigerio, Cornejo, Pullaro y tambioén Leandro Zdero (Chaco); Gustavo Valdés (Corrientes), Mardelo Orrego (San Juan) y Carlos Sadir de Jujuy. "Cumplimos el compromiso asumido", destacaron frente a los cuestionamientos mileistas.














