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El Gobierno aspira a cambiar la estructura del INTA. Desde el organismo, advierten que implicaría su virtual cierre y uso político. Las entidades del agro pidieron que no se avance con la medida mientras que el entramado productivo advierte por pérdidas de capacidades.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, planteó que el organismo necesitaba "un rediseño integral importante" y anticipó que enviará cambios.

Tras estas declaraciones, tanto el organismo como los actores del sector agropecuario se pusieron en alerta.

Ante la comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, el director del INTA, Ariel Pereda, explicó que un cambio en la estructura del organismo implicaría que el propio sector agropecuario, que hoy integra el directorio, se vería desplazado, lo que permitiría que se vuelva un organismo "que va a ir y venir según el color político del Gobierno de turno".

El organismo, que en 2026 cumplirá 70 años, tiene en su directorio mayoría del sector privado, representado por las entidades agropecuarias como la Sociedad Rural, Coninagro, las Confederaciones Rurales, AACREA, entre otras.

Desde el sindicato denuncian que el objetivo es reducir en 1500 trabajadores la planta, sobre un total de 6000 distribuidos en las más de 400 agencias del organismo en el país. Además, explicaron que el Gobierno intervino el directorio para desplazar a los representantes de la universidades.

La Mesa de Enlace se reunió con el Gobierno y si bien sostuvo que son necesarias reformas, pidió que se mantengan la autarquía, la gobernanza y los centros regionales porque son una "herramienta imprescindible para el desarrollo agropecuario.

Los hitos del INTA

Pereda explicó que gracias al desarrollo tecnológico del organismo es posible el cultivo de verduras de hoja verde en la Base Marambio en la Antártida, a partir de la instalación de cultivos hidropónicos.

"No habría Malbec en Argentina, no habría arroz en Argentina y Brasil, no habría vacunas, hortalizas, las sopas instantáneas son desarrolladas con tecnología del INTA. Estamos en la mesa de los argentinos, exportamos y consumimos", agregó Pereda ante los senadores.

Destacó además que el organismo durante la pandemia era uno de los pocos laboratorios abiertos para procesar las muestras de COVID.

Otro de los hitos fue su participación en el desarrollo de los silobolsas, fundamentales para el complejo agroexportador. Esa tecnología se exporta a 50 países.

Mario Romero, secretario general de APINTA, expuso que los grandes productores también buscan asistencia técnica en el organismo. Desde el sindicato agregaron que el INTA interviene en el desarrollo de maquinaria y técnicas que son luego exportadas y suponen un ahorro para el sector. "Vas a importar desarrollo", subrayaron.

Otro de los hitos del INTA es haber trabajado en el desarrollo de herbicidas para combatir el mosquito del dengue, junto a la metalúrgica Dolbi desarrollaron una máquina para mejorar la cosecha de algodón, elaboraron el plan estratégico para el sector vitivinícola, tuvieron avances hacia o elaboraron vacunas contra la leucosis bovina, la bursa en pollos, la "tristeza bovina" (varias enfermedades causadas por parásitos en la sangre), y la aftosa, entre otras.

Diseñaron la primera máquina en el país que envasa y pasteuriza leche fluida y la enfría en condiciones óptimas para la comercialización directa. Elaboran el protocolo para implementar criterios de bienestar animal basado en los requisitos usados en Europa, algo fundamental de cara a los avances en el acuerdo Unión Europea - Mercosur.

En materia de pequeños agricultores y agricultura familiar, funcionan como los primeros puntos de producción o expansión de la actividad, ya que brindan asistencia técnica, en insumos, en prácticas, conocimiento, desarrollo y participan de toda la cadena del sector agropecuario.