ESCÁNDALO EN JUNTOS POR EL CAMBIOExclusivo Members

Elisa Carrió explosiva: lo que nadie cuenta sobre qué busca Lilita con sus denuncias

Cerca de Carrió afirman que se trata de una "política preventiva" ante la asunción de Sergio Massa. Patricia Bullrich se indignó con su ex socia, por la preservación de Carrió a Rodríguez Larreta. ¿Qué piensa Macri?

Elisa Carrió volvió a amenazar con irse de Juntos por el Cambio. Como cuando plantó a Fernando 'Pino' Solanas en 2014, ahora la chaqueña tiene lista su cartera para romper. Sabe que la unidad y el prestigio de la coalición dependen en parte de su permanencia como garante de la "decencia" y el "republicanismo". Sin embargo, esta vez todo el arco opositor salió a resistir el manto de sospecha con el que ensució a los principales dirigentes. Apenas dejó a salvo a Mauricio Macri y a Horacio Rodríguez Larreta. ¿Los querrá preservar como candidatos a Presidente?

En su entorno no la interpretan. Dicen que ella quiere decir lo que expresa literalmente en sus declaraciones públicas. En eso se parece a Cristina Kirchner, que no tiene reparos para hacer sus críticas en "on the record". 

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La salida con tres entrevistas en continuado con declaraciones que siempre repite se entiende como una "política preventiva". La líder opositora escucha cantos de sirena, pacificadores, desde la asunción de Sergio Massa con superpoderes en el Ministerio de Economía. 

Carrió y Bullrich fueron socias y adversarias. Hace casi dos años se habían reconciliado. 

En ese contexto, pide una depuración de la política. Un planteo que la Coalición Cívica suscribe con un comunicado. El partido fundado por la ex diputada afirma que "Mauricio Macri y otros líderes de Juntos por el Cambio han hecho las mismas observaciones que Elisa Carrió en otras oportunidades y no han provocado este escándalo y este pedido de silencio. O hay contrato moral y decencia o no hay destino próspero para la Argentina". 

Desde hace 28 años, Elisa Carrió, alias "Lilita", se presenta como la voz moral de la política. Enfrentó a Raúl Alfonsín por el pacto de Olivos que permitió la reelección de Carlos Menem; le temía su propio presidente, Fernando De la Rúa; denunció a Eduardo Duhalde; a los Kirchner; y ahora a un grupo grande de las principales figuras del gobierno de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal, y como los que han tenido diálogo privado y público con el peronismo, como Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Cristian Ritondo y Gerardo Morales.

Su denuncia fue letal. Habló incluso de vínculos con el narcotráfico y de "negocios". Visto desde el lado de los señalados, podría decirse que ahora se le animan. En la CC les llama la atención una reacción que consideran "desmedida". "El problema lo tiene el PRO", repiten del lado de Lilita.

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Durante su gobierno, Macri le pedía a Juliana Awada que le escribiera por teléfono para calmarla. Hubo después momentos en que no se atendían entre ellos el teléfono. Otros peregrinaron hasta Exaltación de la Cruz a visitarla. Lo hicieron Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Tanto la ex ministra de Seguridad como el alcalde recompusieron la relación con ella. Algunos selectos radicales, también. 

Hernán Reyes, legislador de la Ciudad, publicó un fragmento de un discurso de la ex diputada nacional que renunció en forma anticipada a su banca, cansada de lo que no quería "bancar" en política. "O es un nuevo contrato moral o es que se vayan todos", se la oye en el vigésimo aniversario de la CC-Ari, en noviembre del año pasado en un acto en Open Door. 

Aquella vez el tirón de orejas había sido para frenar peleas internas y para criticar la estrategia de campaña de Rodríguez Larreta en la Ciudad. El jefe de gobierno, rápido de reflejos, se tomó una foto con ella para evitar más asperezas, una actitud muy diferente a la que el alcalde mostró este miércoles.

Así funcionó el método Carrió, hasta hoy. Esta vez, apretó primero el freno Patricia Bullrich. La siguieron Rodríguez Larreta; Gerardo Morales; Alfredo Cornejo; Rogelio Frigerio; Cristian Ritondo, entre otros. Varios incluso dijeron que Carrió es "funcional al kirchnerismo" con denuncias sin pruebas "en shows televisivos". Todos los marcados por sus críticas salieron a rechazar sus dichos.

En la lista de los vetos de Carrió está incluso Bullrich, a quien apuntó a través de Monzó y de Gerardo Milman. Les atribuyó vínculos con el massismo, mientras preservó al jefe de gobierno porteño de quien dijo que es "amigo" del nuevo ministro de Economía, aunque descartó que tenga "negocios" con Massa. 

La diferencia enojó a los halcones que militan con la presidenta del PRO. los combativos de Juntos creen que la jefa sin cargo de la CC quiere cuidar sillas en la jefatura de gobierno de la Ciudad y lugares en las futuras listas. Aclaran por ejemplo que Nicolás Massot trabaja en el armado de Bullrich, pero que no lo hace el ex presidente de la Cámara de Diputados Monzó. Y también defienden a Milman, jefe de la campaña de Bullrich que enfrentó a Ritondo por la presidencia del bloque en Diputados.

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El que no habló es Mauricio Macri, quien días atrás cuestionó el acercamiento a algunos dirigentes peronistas y la invitación de una peña del PRO al salteño Juan Manuel Urtubey. El ex presidente buscó ponerle un freno al "pan-republicanismo"  y se mostró con uno de los "permitidos" Joaquín de la Torre, ex peronista y ex integrante del Frente Renovador que terminó como ministro de María Eugenia Vidal. 

Para Macri, Juntos por el Cambio debe reservarse el derecho de admisión y deben ser especialmente selectivos a la hora de sumar peronistas. Tal vez en un posible pacto de convivencia entre Massa y una parte de la oposición esté la respuesta al enojo de Carrió. 

En el entorno del ex presidente se cuidaron de no avalar los dichos de la socia política, mucho menos en el caso de Ritondo con quien Macri sale de campaña por la provincia de Buenos Aires y cuya precandidatura a gobernador impulsa. Reconocen que Carrió habló con el ex presidente pero no sobre estos cuestionamientos a figuras como Frigerio o Bullrich sino sólo respecto a las críticas a Massa, ya de público conocimiento.

"La que nos enojó fue ella", respondió uno de los mencionados por la ex diputada nacional, mientras los "lilitos" se encolumnaron para defender a su jefa.

 Maximiliano Ferraro, presidente del partido de Carrió, respondió uno por uno a todos los socios que criticaron a "Lilita". "La posición de la Coalición Cívica y Lilita siempre ha sido la misma, nuestra coherencia histórica en defensa de las instituciones y la república da cuenta de ello, la unidad no significa uniformidad", le contestó el porteño a un ofendido Gerardo Morales, gobernador y presidente de la UCR. 

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A Rodríguez Larreta , quien reprochó a Carrió que "este no es el camino", Ferraro le señaló que "la unidad está garantizada" pero que "el camino es la ejemplaridad, la ética y el contrato moral". 

A Bullrich le pidió: "No te preocupes, ni exageres, Patricia, nosotros vamos a dar el debate que tengamos que dar".

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