Por qué el peronismo va a todo o nada en las elecciones del domingo: el duelo Perotti-Lewandowski
Para el PJ, la elección de este domingo podría significar una rotunda vuelta al llano y sin un claro liderazgo. Peligra, incluso, la hegemonía que retiene en una de las dos cámaras desde el retorno de la democracia
Este domingo los santafesinos vuelven a las urnas y las chances de que el peronismo retenga para sí la gobernación son bajas. Las PASO de julio dejaron como favorito al radical Maximiliano Pullaro, que apuesta a triunfo cómodo. Para el PJ, la elección de este fin de semana podría significar una rotunda vuelta al llano y sin un claro liderazgo. Peligra, incluso, la hegemonía que retiene en una de las dos cámaras desde el retorno de la democracia.
Los chispazos en el Frente de frentes opositor quedaron atrás el mismo día de las PASO. Pese a las acusaciones de alto voltaje de Carolina Losada, quien asoció a Pullaro con policías vinculados al narcotráfico, la noche en la que dio el batacazo, el dirigente de Evolución Radical convocó a sus dos rivales, Losada y a Mónica Fein (Partido Socialista), a trabajar en tándem de cara a las generales de este domingo. Del otro lado de la grieta, en cambio, las diferencias siguen hasta hoy.
Es que en el peronismo, la interna no se terminó por una simple razón: los dos referentes que aspiran a liderar el PJ en los próximos cuatro años se ubican en categorías diferentes y ambos sortearon las PASO.
La interna del PJ sigue en pie
De un lado del ring se ubica el competidor de Pullaro, Marcelo Lewandowski. Del otro, el actual gobernador Omar Perotti que, en una provincia en la que no existe la reelección, apuesta a comandar la Cámara de Diputados provincial.
El mandatario aspira a repetir la historia de los socialistas Antonio Bonafatti y Miguel Lifschitz. Al finalizar sus mandato como gobernadores, ambos recalaron en esa cámara, como presidentes y con mayoría propia. Es que en Santa Fe, la lista ganadora se queda con 28 de las 50 bancas. El resto, se la reparten el resto de las fuerzas, sistema D'Hondt mediante.
Presidir la Cámara baja sería estratégico para Perotti, no solo para consolidarse como el líder de su partido, siempre y cuando pierda Lewandowski. De lo contrario, el liderazgo recaería en el exrelator de fútbol. Pero además, para Perotti, estar al frente de esa cámara sería un buen trampolín si quiere retornar a la gobernación en cuatro años.
La disputa interna en el peronismo explica la falta de coordinación en la campaña: hay intereses encontrados. Ambos candidatos van por carriles separados, a contramano del Frente de frentes. Allí quedó claro que el líder es Pullaro. No queda más que acompañar, sobre todo luego del batacazo que dio en las PASO, que sorprendió a propios y ajenos.
No habían pasado cinco días de las primarias que el exministro de Seguridad ya tenía foto con los diferentes sectores del Frente que ahora conduce. Los candidatos de las diferentes categorías se encolumnaron detrás del radical.
Pero no solo eso, a la campaña se sumó Patricia Bullrich, que hasta salió a pedir el voto por la socialista Clara García, que compite con Perotti
Milei se coló en la campaña
En el tramo final de la campaña, el gobernador de Santa Fe confesó que en un eventual balotaje entre Patricia Bullrich y Javier Milei, se inclinaría por el líder de La Libertad Avanza.
Igual declaración había hecho, un día antes, Pullaro. En lugar de aprovechar la declaración del radical para exponer diferencias internas en el Frente de frentes, Perotti tapó los posibles chispazos opositores con su declaración. Esto generó enojo en el campamento de Lewandowski.
El exrelator de fútbol aspira a atraer votantes por fuera del PJ. En una provincia en la que el libertario se impuso en las PASO nacionales (como en otros 15 distritos) lo mejor era no pronunciarse y evitar "espantar" al votante de Milei.
Pero con las declaraciones de Perotti, Lewandowski se vio obligado a salir rápidamente a desmarcarse del gobernador y dejar en claro que no votaría por ninguno de los dos. De paso, hacer hincapié en que ni siquiera baraja un escenario de segunda vuelta sin el nombre de Sergio Massa.
Más allá de que la pelea del PJ se dio por lo bajo y no tuvo el "impacto mediático" de la interna Losada-Pullaro, las consecuencias podrían ser que el hoy oficialismo vuelva al llano durante al menos los próximos cuatro años y sin siquiera contar con un líder claro.
Es que no solo el referente de Evolución Radical los podría desbancar de la Casa Gris. Sino que además, la socialista García se ubica primera en las encuestas y su principal preocupación, al filo de los comicios, no es Perotti. Sino la mediática Amalia Granata. La exGran Hermano Famosos le estaría pisando los talones a la socialista.
Para colmo, el Frente de frentes no descarta romper con la hegemonía del peronismo en el Senado provincial. Desde 1983 a la fecha, el PJ tiene mayoría en esa cámara. Pero ahora, en el entorno de Pullaro se ilusionan con que la balanza se incline -por primera vez en 40 años- a favor del radical.
De concretarse los pronósticos, Lewandowski se quedaría sin la gobernación (seguiría en el Senado Nacional donde todavía le restan cuatro años de mandato). Mientras que Perotti debería conformarse con ser un legislador raso. A esto se le suma la posibilidad de perder la hegemonía peronista en el Senado. En otras palabras, el peronismo se quedaría sin el pan y sin la torta.
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