El Gobierno confirmó nuevos aumentos en las tarifas
Las subas serán en luz, gas y nafta. Según explicaron desde la Secretaría de Energía, responden a un ajuste de subsidios y apuntan a alinear los precios a los costos de producción.
El Gobierno confirmó este viernes un nuevo ajuste en las tarifas energéticas a partir de diciembre, además de confirmar un incremento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), lo que impactará en el precio de la nafta y el gasoil a partir del próximo domingo
En el caso de la luz, desde el Ministerio de Economía señalaron que el incremento será del 2%, mientras que en el gas las subas rondarán el 2,7%.
Según explicaron a El Cronista, el aumento de gas no se sentirá tanto en los bolsillos porque no es época de consumo, lo que dio margen para que la suba sea un poco mayor.
En cambio, la demanda de electricidad crecerá en el verano, por ello la suba es más acotada. La posibilidad de cortes en el suministro está latente y preocupa al sector. Por eso, se decidió que la recomposición del precio no supere el 2 por ciento.
Ajuste en los subsidios
Estas subas, que responden a un ajuste de subsidios y apuntan a alinear los precios a los costos de producción, se suman a la de las facturas de agua, que en el último mes del año tendrán un aumento del 3% por la aplicación de un coeficiente establecido en una audiencia pública.
La boleta promedio, que era de $ 20.582 en diciembre, llegará a ser de $ 22.071 en diciembre, informaron desde AYSA.
En tanto, para el 20% de los clientes caratulados como de ingresos altos, la factura subirá de $ 24.262 en octubre a $ 26.000 en diciembre. Para el 37% que vive en zonales bajos, la suba es de $ 22.000 a $ 23.626.
A cuánto suben los combustibles a partir del diciembre
Fuentes de la Secretaría de Energía confirmaron a El Cronista que a partir del domingo 1° de diciembre se hará oficial una actualización del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
Esta suba impactará en el precio de la nafta y el gasoil, cuyo precio registrará un aumento total cercano al 3% por la incidencia de otros factores como la devaluación mensual del peso y alguna pequeña recomposición de márgenes, por el aumento de la cotización del Brent.
Las ventas de combustibles repuntó en octubre y noviembre, después de una caída en septiembre. Eso alienta a las compañías a creer que un 3% puede ser viable, aunque aún no confirmaron el porcentaje definitivo.
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