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El gasto siguió ajustando en abril pero la obra pública se disparó por un sólo proyecto

Aunque el Gobierno mantiene "pisado" el gasto en infraestructura, en la antesala electoral pone todas las fichas en su sólo proyecto de alto voltaje político y económico

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En la cornisa, entre la presión por cumplir las recetas de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr que anticipe desembolsos, y mostrar buenos resultados económicos ante una eventual candidatura electoral, el Ministro de Economía, Sergio Massa, apostó todas las fichas a una obra clave.

En ese sentido, mientras el gasto primario real disminuyó en la cuarta semana de abril, en un 2,9% respecto de igual semana de marzo, y cayó un 14,2% en su comparación interanual, puntualmente la obra pública creció 30,7%, según el Monitor de Ajuste del Gasto Semanal que releva Analytica.

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  El informe refleja que la tendencia contractiva de los últimos cuatro meses del gasto en obra pública se revirtió, y aclara que se explica únicamente por el crecimiento del gasto orientado a transporte y vialidad que tuvo un incremento del 16%.

Según Analytica, en la última semana de abril el gasto en obra pública se disparó

El dato sorprendió en el sector de la construcción desde donde validaron que "la obra pública está toda pisada" y que será un año "atípico" ya que no esperan una fuerte reactivación pese a que esta actividad es uno de los bastiones de los años electorales, por su derrame en la generación de empleo en las distintas provincias del país.

  "Las provincias y los municipios son los que sostienen pequeños proyectos locales pero ninguna gran obra está en marcha", aseguró un empresario del sector.  

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De hecho, desde la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), días atrás, alertaron sobre un eventual freno en las obras de infraestructura por la inflación y su efecto nocivo en la redeterminación de precios y la falta de créditos, en un documento que firmaron 25 delegaciones.

Desde el Gobierno, aseguran que "la continuidad de la obra pública está garantizada". Según datos del Ministerio de Obras Públicas durante la gestión de Alberto Fernández se finalizaron 3214 obras de las más de 6.000 iniciadas con la ejecución de $397.682 millones.

El foco en el gasoducto

Entre las partidas más relevantes que integran la obra pública, se destacan los incrementos interanuales reales en el acumulado del gasto devengado destinados al corredor vial por más de $14.939 millones y en transferencias a la empresa estatal Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA), que tiene a cargo el gasoducto Néstor Kirchner por $48.586 millones.

La puesta en marcha de la primera etapa del gasoducto, redundará en un ahorro de importaciones de combustibles líquidos (gasoil y fuel oil para las generadoras termoeléctricas) y de Gas Natural Licuado (GNL) de u$s 2200 millones en el segundo semestre de 2023 y de u$s 4400 millones por año desde 2024.

Desde Economía confían en que los buenos resultados comiencen a surtir efecto en septiembre, justo antes de las elecciones, por la finalización del gasoducto y la reducción de demanda de energía en el mercado local, lo que revertirá con fuerza el saldo negativo de la balanza de energía.

Los puntos de ajuste

Según el testeo de Analytica, las partidas en donde se evidencia un mayor ajuste en el gasto real devengado en los primeros cuatro meses son las obras realizadas directamente por la Administración Central (- $11.392 M), en el Fondo Fiduciario Hidráulico (- $21.933 M), en AYSA (- $-18.291 M) y en las transferencias destinadas a la vivienda (- $154.890 M).

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"Además de la reducción presupuestaria para la obra pública se observa un freno en los pagos respecto a 2022, representado por la menor ejecución sobre lo asignado para todo el año", describe el informe.

En ese sentido, aclara que el total es de 4 puntos porcentuales menos, concentrado principalmente en las obras realizadas directamente por la Administración Central (-3 p.p.) y partidas importantes como Procrear, que sobrecompensó los aumentos destinados al Corredor Vial y a IEASA.

Hasta ahora, el escenario contrasta con el ritmo de desembolsos que fluyen hacia la obra pública en los años atravesados por la política, a excepción del ritmo que logró el Gasoducto, con la ejecución de 580 kilómetros en 9 meses, una obra clave por su impacto económico que podrá ser capitalizado en clave política. 

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