Dura de matar: la inflación porteña marcó 4% en septiembre, ¿por qué no se quiebra el piso?
Los alimentos crecieron sólo 2,2% en septiembre, pero en la Ciudad pesaron las subas de tarifas de servicios públicos. Cuáles son los sectores donde más subieron los precios
El piso de inflación siguió sin poder quebrarse en la Ciudad de Buenos Aires durante septiembre. Así lo detalla el Índice de Precios al Consumidor porteño (IPCBA) que marcó 4% y acumula en los primeros nueve meses del año una suba de 115,1%. Desaceleró 0,2 puntos contra el mes anterior.
Este jueves el INDEC dará a conocer la inflación nacional para el noveno mes del año, donde los pronósticos promedian el 3,5%, según los economistas consultados por El Cronista y según el REM del BCRA.
Con el 4% de septiembre, la trayectoria interanual (ia) de la inflación porteña se ubicó en 218,8%, lo que representa una baja de 24,3 puntos porcentuales (pp) contra el mes anterior, según detalló el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad.
Entre las razones para explicar por qué no cede la marca del 4%, en la inflación porteña volvieron a pesar más las subas de servicios (+4,6%) que de los bienes (+3,1%). De la misma forma, aumentaron más los precios regulados (4,8%) que los estacionales (2,9%).
Las principales subas se dieron en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Transporte y salud, por el impacto de las tarifas y la liberalización de los ajustes de las prepagas. También pesaron los aumentos en alimentos y bebidas no alcohólicas y restaurantes y hoteles.
Bienes vs. Servicios
Los alimentos solo subieron 2,2% en septiembre -es el ítem que más peso tenía en la canasta- pero ahora fue superado por los servicios públicos tras la quita de subsidios. Ese sector aumentó 4,3%, por arriba del índice general.
Entre los rubros con mayores subas vuelve a ubicarse el de indumentaria, luego de meses donde el sector hacía gala -caída de las ventas mediante- de su desaceleración. En septiembre la ropa aumentó 5,6% y está en el podio de los que más subieron, junto con servicios financieros (6,9%) y equipamiento del hogar (6,1%).
En los bienes influyeron las subas de los alimentos (principalmente carnes, panificados y lácteos), los valores de las prendas de vestir, de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar y de los artículos para el cuidado personal.
En los servicios reflejó principalmente los aumentos en los precios de los restaurantes, bares y casas de comida, las cuotas de la medicina prepaga y en los valores de los gastos comunes de la vivienda, junto con alzas en los precios de los alquileres y en las remuneraciones del servicio doméstico.
Así, en los primeros nueve meses del año los Bienes acumularon una suba de 89,7% y los Servicios de 136,7%. En el interanual, la suba fue de 206,3% en el caso de los Bienes (-32,4 p.p. respecto del mes previo) y 227,9% en el caso de los Servicios (-18,4 p.p.).
Cuando se separa entre precios estacionales o regulados, el factor de la liberalización de tarifas pesa en la canasta: los precios (des)regulados aumentaron un 4,8% en septiembre mientras que los estacionales crecieron 2,9%, por debajo del índice general.
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