Geopolítica electoral

De China a Venezuela, los cinco países que condicionan el futuro político del Frente de Todos

Las negociaciones que entabló el Gobierno en los últimos días sumado a los acuerdos históricos que tiene el kirchnerismo definirán buena parte del sustento político y económico. Qué vínculos internacionales pesan en lña dinámica del gobierno y la coalición

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Por diversos motivos, intereses de los más variados y acuerdos históricos de diferente calibre lo concreto es que en la semana que culmina el gobierno de Alberto Fernández y buena parte de los caciques que integran el Frente de Todos desplegaron una estrategia de real politik internacional que tiene un eje en común: al menos cinco de los países con los que la Argentina entabló negociaciones condicionarán el futuro inmediato del oficialismo.

Con la mirada puesta en las elecciones presidenciales y la necesidad de llegar ilesos antes de fin de año Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Kirchner por medio de su hijo Máximo Kirchner quedaron atados a lo que puedan ofrecer a la Argentina en lo sucesivo China, Estados Unidos, España, Brasil y Venezuela.

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Cada uno de estos países mantiene una relación estrecha con el Gobierno y tienen el común denominador de condicionar económica y políticamente los próximos movimientos en el Frente de Todos.  

Según un sondeo que realizó El Cronista en el espinel de la diplomacia oficialista, los analistas internacionales y funcionarios del Gobierno hay coincidencias en los siguientes escenarios que se verán en adelante:La movida de China

La movida de China

La gira por Shangai y Beijing que encaró el ministro de Economía junto con Máximo Kirchner podría salvar a la Argentina de no caer en una devaluación y atenuar hasta fin de año al agujero de reservas del Banco Central. 

Es que el acuerdo que Massa cerró con el Banco Popular de China para renovar por tres años el paquete de swap en yuanes que representa un total de u$s 19.000 millones y los u$s 5.000 millones de libre disponibilidad ampliado hasta los u$s 10.000 millones le darán sin dudas un respiro financiero al Gobierno.

¿Será gratuito el apoyo financiero que acaba de otorgar China a la Argentina? Nadie se anima a responder. Un destacado embajador europeo comentó el viernes a El Cronista sin vueltas: "China no se mueve ni dos centímetros si no sabe que tendrá algo a cambio". El interrogante ahora pasa por saber qué concedió Massa ante la administración de Xi Jinping para recibir más fondos frescos. 

Están en juego muchos intereses de China en Argentina: por lo pronto, las obras de dragado en la Hidrovía, el desarrollo de la tecnología 5G con el gigante Huawei a la cabeza, la venta de aviones cazabombardeos para las Fuerzas Armadas de Argentina y la construcción de una central nuclear.

Desde la oposición dudan de lo que vendrá en el futuro con China. El diputado Martín Tetaz (Evolución Radical) presentó un proyecto de resolución para exigir explicaciones al Gobierno sobre los alcances reales de préstamo con el Banco Popular de China por un total de u$s 19.000 millones.

"Los amigos no dejan que los amigos manejen borrachos", dijo sarcástico hace un mes el embajador de Estados Unidos en la Argentina Mark Stanley en referencia a la negociación por el 5G en el país con China. 


El respaldo de Estados Unidos

En Washington miran con cautela y sospechas la gira de Massa por China. El gigante asiático convertido en enemigo comercial número uno de Estados Unidos representa para la administración de Joe Biden un problema. 

El dilema será saber si ello no puede llegar a interferir en las negociaciones finales con el FMI donde Estados Unidos ocupa un lugar privilegiado del directorio.

Según remarcaron a El Cronista fuentes calificadas de Estados Unidos la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está "avanzada". Se espera que el ministro de Economía, Sergio Massa, viaje a Washington después del 10 de junio para firmar el acuerdo que trae un adelanto de desembolsos por hasta u$s 10.000 millones.

Al filo del fin de semana,  Juan González, asesor de Biden para América Latina, dio señales inequívocas de un apoyo de Washington a ese acuerdo. Dijo que "el Fondo Monetario Internacional tiene que demostrar que puede responder a retos económicos" como el que se plantea con Argentina.

Hay otras dudas alrededor de esas afirmaciones que llegan de Washington. ¿Estados Unidos aceptará pasivamente un acuerdo entre China y Argentina? ¿Atenderá Biden el reclamo de Alberto Fernández por el fin de las trabas comerciales que impone al 30% de las exportaciones argentinas? ¿Confiarán en otro mandato del peronismo?


La caída de un aliado en España

La fuerte derrota electoral del Partido Socialista Español (PSOE) el domingo pasado en gran parte de España implicó un duro golpe para el kirchnerismo, histórico aliado de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

El mismo Pablo Iglesias, fundador de Podemos y líder de la izquierda española, dijo que "la derrota del PSOE es un duro golpe para Alberto Fernández que se ha espejado en estos cuatro años en el propio jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, a quien considera uno de sus amigos en la política y un modelo a seguir".

Las señales que llegaron a la Casa Rosada desde Madrid no fueron nada alentadoras. Pedro Sánchez podría ser desalojado del poder tras las elecciones anticipadas que convocó para el 23 de julio. ¿Final de los tiempos dulces entre Alberto Fernández y Sánchez?

La hecatombe política de Espala es por partida doble para el Frente de Todos: no sólo podrían perder un aliado en España sino también en la  Unión Europea. Es que Sánchez se aprestaba para avanzar con un amplio menú de acuerdos entre la UE y CELAC como presidente temporal de la Comisión de la Unión Europea. Nada de esto será posible ante un mandatario español debilitado que puede estar a punto de irse del poder.

Está prevista una cumbre de estos dos bloques que se realizará el 17 y 18 de julio en Bruselas y donde viajará Alberto Fernández. La Argentina esperaba de su socio socialista un fuerte respaldo para la región en esa cumbre. Todo queda ahora en el aire.

Además, la derrota del PSOE ante un triunfante partido de derecha como el Partido Popular favorece a Juntos por el Cambio que durante la gestión de Mauricio Macri supo tejer buenos vínculos.


Ambiguedad de Brasil 

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acaba de jugar una carta ambigua con Alberto Fernández que tendrá eco en el futuro inmediato de la economía argentina.

Por un lado, Lula aseguró que estaban avanzadas las negociaciones para que el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil financie parte del gasoductoPresidente Néstor Kirchner' en Argentina. 

Hubo festejos varios en la Casa Rosada por esa noticia aunque no está clara la fecha y cierre de ese giro de fondos para la financiación de las exportaciones de tubos y láminas de acero que se requieren para la construcción de la segunda fase del gasoducto.

En paralelo, Brasil dijo que el nuevo banco de los BRICS no financiará las exportaciones brasileñas a la Argentina como prometió Lula, porque el estatuto de la entidad no lo permite. 

"No fue posible", dijo Lula sobre llegar a un acuerdo en el banco de los BRICS para beneficiar a Argentina. 

En China el ministro Massa logró una promesa de Dilma Rousseff en calidad de titular del Banco de Desarrollo de los BRICS de hacer ingresar a la Argentina. Pero se trata de una promesa que ahora debe caer en un largo proceso burocrático. Es decir, la Argentina no podrá contar este año con dinero fresco de ese banco como soñaba el kirchnerismo en medio de la campaña electoral.


El abrazo de Venezuela

El abrazo que los presidentes Alberto Fernández y Nicolás Maduro se dieron en Brasilia esta semana luego de varios años de distanciamiento marcó el relanzamiento de un abanico importante de negocios millonarios que se prevé concretar en el futuro inmediato.

"El encuentro de los presidentes en Brasil significó un escalón más y un salto diplomático que dimos luego de estos primeros 10 meses de crecimiento de las relaciones bilaterales", dijo a El Cronista el embajador argentino en Caracas, Oscar Laborde.

En 2020 la balanza comercial entre Venezuela y Argentina no superaba los u$s 200 millones. Ahora ronda los u$s 370 millones anuales de la balanza que es superavitaria para la Argentina y se busca reforzar aún más en adelante.

El tema no es menor para las alicaídas arcas de la economía argentina. Pero hay un ruido político en el medio que podría traer un dolor de cabeza para el Gobierno. Las quejas de Estados Unidos y la Unión Europea ante el tratamiento liviano que otorgó Alberto Fernández al régimen de Nicolás Maduro ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos en Venezuela llevadas a la ONU.

El punto no termina allí. El Presidente se animó a reclamar tras el abrazo con Maduro que se levanten los bloqueos económicos que pesan desde Europa y Washington sobre Caracas. 

Pero en las capitales europeas y en Estados Unidos ese reclamo no sólo que no será atendido. También creen que el pedido de Argentina huele a una alianza estratégica con la tríada de Irán-Venezuela-Rusia con la que nadie comulga.

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