LOGÍSTICA

La logística de última milla en medio del salto exponencial del comercio electrónico

El e.commerce en la Argentina experimenta desde el inicio de la pandemia un salto significativo. La distribución urbana de productos requiere de estrategias de colaboración.

El comercio electrónico fue uno de los sectores que salió beneficiado de la pandemia y el aislamiento. Según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) durante el año pasado, el sector facturó $ 905.143 millones, un 124% más que en 2019. Sin dejar de lado un dato fundamental: se vendieron 250 millones de productos, un 72% más que el año anterior.

En términos de volumen, en América Latina se observó una explosión de consumo y ventas por internet, debido a que el volumen de ventas se multiplicó en promedio por 3 veces en el lapso de tiempo de unos pocos días. Este incremento tuvo su impacto en el mercado de la logística, fenómeno que no es sólo local, sino que se está observando en toda la región: 8 de cada 10 latinoamericanos compraron en línea al menos una vez en 2019. Para 2023, se estima que el e-commerce en América Latina tendrá tasas de suba muy altas.

En este contexto, los efectos de la pandemia han obligado a replantear las estrategias de venta de las empresas, que se han inclinado al e-commerce, desencadenando un gran desafío a la logística Business to Consumer (B2C). De esta forma, se le ha otorgado protagonismo y una gran responsabilidad a la cadena de suministros de las empresas, que marcará el punto de inflexión en la experiencia de compra.

En esta línea, la logística de última milla de la mano del e-commerce es una modalidad que fue creciendo sostenidamente, y hoy se vislumbra como el eslabón clave para la estrategia comercial de las empresas, considerando el papel que juega de cara a la experiencia de compra de los consumidores.

Pero en concreto, ¿de qué se trata la última milla? Es básicamente una gestión de transporte que suele corresponder al trayecto que se hace una vez se han agrupado una serie de productos empacados y luego se distribuyen en la ciudad, de ahí que se refiera a última milla por ser el último trayecto que lleva el producto directamente al cliente o distribución capilar, porque dentro de la ciudad los repartos se realizan en diferentes zonas o ramificaciones.

La logística de última milla es mucho más que una simple entrega, es una etapa que está relacionada con el servicio al cliente. En cada entrega está la imagen de la empresa.

En nuestro país, si bien gran parte de estos operadores son grandes proveedores con sólidas bases tecnológicas, es cierto que se está abriendo paso a una reestructuración del sector de la última milla en manos de pymes con gran potencial tecnológico, de cara a una logística más intensiva en canales online y en la demanda de los consumidores para recibir sus compras el mismo día.

Sin embargo, en el largo plazo, solo las compañías con una propuesta de valor diferencial y muy competitivas en costos serán capaces de mantenerse y tener éxito. Está demostrado que la distribución urbana de productos requiere de estrategias de colaboración entre los actores implicados.

En este sentido, vale destacar que se trata de un entorno muy adecuado para tejer alianzas empresariales, tanto horizontales como verticales, que permitan compartir recursos, acelerar la innovación y optimizar procesos. Es importante remarcar que en el sector se ha producido una "democratización de la tecnología", un elemento que juega a favor de la capacidad de competir de estas las empresas y reduce las barreras de entrada a un sector en el que, tradicionalmente, el volumen y las economías de escala eran las ventajas fundamentales.

El hecho de contar con más empresas y una mayor competitividad colabora con la construcción de modelos de distribución urbana no solo más sostenibles, sino que además son capaces de unificar procesos logísticos con los aspectos técnicos y urbanos.

Los actores de última milla han tenido que entender lo que cada cliente potencial necesita, estando atentos a las nuevas demandas de reparto por parte de los negocios y actores que - hasta ahora - no lo habían demandado.

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