Panorama bonaerense

¿Cómo salimos de este escándalo? Cristina, Kicillof y una interna que puede romper al peronismo

Para La Cámpora, "Axel fue empujado a esta pelea por los mismos que antes querían que Alberto se pelease con Cristina".

"El peronismo se transformó en una licuadora sin tapa" sintetizó un experimentado dirigente de General San Martín con funciones de gobierno en ese municipio y que observa, con perplejidad, cómo una "cosa que ya no le importa a nadie" puede derivar en un enchastre que termine ensuciando a todos los que participan de su estructura o son afines a ese pensamiento político.

Axel Kicillof y buena parte de su reducido grupo de amigos y funcionarios que lo acompañan desde hace años, inclusive antes de ser ministro de Economía de Cristina Kirchner, no tienen consuelo al ver a su líder e ídola meterse en el barro de la discusión mínima de la interna justicialista.

Sienten la desazón de conocer a esa persona a la que acompañó con fervor casi religioso convertida en un simple "mortal, que ahora busca destruir lo que no se acomoda a sus deseos, o en las propias palabras de Ella, "se desvió".

Es como si de pronto a un niño se le revela el origen de Papa Noel pero sin haber llegado a la edad adecuada para sentirse un "vivo". No. Es una mezcla de tristeza, sorpresa y desilusión, todo junto, lo que envuelve desde hace dos semanas el ánimo del gobernador y su gente, quienes al principio solo acusaban de las críticas que recibía a Máximo Kirchner y La Cámpora, a veces asociados con Sergio Massa, pero ahora se dieron cuenta que es Ella la que está detrás de todos los mensajes en su contra.

Lo observado y vivido en el Teatro Argentino de La Plata en la actividad en homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo sobrepasó lo imaginable. Planeado por Estela de Carlotto como un reencuentro entre madre e hijo político que no se veían desde hacía mucho tiempo, terminó peor de lo que se podía suponer.

Para La Cámpora, "Axel fue empujado a esta pelea por los mismos que antes querían que Alberto se pelease con Cristina".

Cristina no sólo fue fría y distante. Lo ignoró a Kicillof que siempre buscó la mirada de la ex presidenta. Y, en el acto, todo fue un constante griterío en favor de Cristina Presidenta con algunos lapsos donde se gritó por el gobernador. El acto había sido copado por La Cámpora y por eso, cuando quisieron ingresar los militantes cercanos al jefe provincial, hubo tumultos y algún que otro empujón que casi pasa a mayores.

Es que los adherentes a La Patria es el Otro, de Andrés El Cuervo Larroque, una escisión camporista que duele como astilla del propio palo, son los culpables, según la mirada de los pocos que quedaron como conciliadores del bando cristinista, los artífices de que "Axel se apurara, que jugara un partido que no tenía que jugar".

"¿Nosotros nos apuramos?!!!" se exalta un funcionario de Kicillof que enumera, con pesar y casi congoja, los distintos pasos que empezaron a dar desde casi el inicio de este año desde Máximo Kirchner hasta la ex presidenta en su contra. Los actos y los reproches públicos por haber sido bendecido por "la lapicera" y después "se quejan y no obedecen de quien se las dio" no son lo único que le endilgan.

Para La Cámpora, "Axel fue empujado a esta pelea por los mismos que antes querían que Alberto se pelease con Cristina" o "los que quieren discutirle el poder en la Provincia a Máximo". Además de Larroque, en el podio aparecen Carlos "Carli" Bianco, ministro de Gobierno, y Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda y ex vicepresidente de Instituto Patria. Más astillas de su propio palo.

La interna con Ricardo Quintela, como se viene advirtiendo, es la excusa que muchos sectores del peronismo encontraron para ponerle un freno a la conducción cristinista. Que lo consigan o no es otra cosa. Pero todos saben que la expresidenta y vice se vio obligada a participar para tener una representación política que le asegure un mensaje más fuerte a la hora de victimizarse por el fallo que seguramente le será adverso en la causa de Vialidad. "No me proscriben a mí sino al peronismo todo", será la nueva teoría.

El gobernador riojano había empezado a caminar para presidir el PJ, estructura política que representa la legalidad electoral del Movimiento Nacional Peronista, conducido por el kirchnerismo desde hace dos décadas, en febrero de este año. En aquel momento todos asintieron esa posibilidad y lo dejaron caminar, inclusive Cristina.

No por casualidad a La Rioja, por motivo de la presentación de la nueva constitución provincial fueron Anabel Fernández Sagasti, Oscar Parrilli y Wado De Pedro, entre otros. Pero la interna, ya lanzada y con urnas a punto de ser repartidas, puede ser suspendida por algún artilugio legal o la inconsistencia manifiesta de garantías de transparencia. Nunca se sabe. Todo el peronismo, salvo ahora los aliados al kirchnerismo cristinista, creen que no sirve para nada pelear. "La gente nos pide que la ayudemos, no que nos peleemos", sostienen los intendentes que, al final, aceptan las reglas de juego que Ella impone.

Si se realiza la elección por la conducción del PJ, el resultado podría traerle otro dolor de cabeza a la expresidenta. De un operativo clamor que casi fue un susurro, Ella puede salir de la contienda con una minoría intensa en su contra debido a los votos que cosechará su oponente en todo el NOA más Córdoba y parte de Cuyo, donde es fuerte su compañero Alberto Rodríguez Sáa. Las denuncias por fraude caerán en toneladas y los automóviles transportando supuestos afiliados estarán en la primera plana del lunes posterior a la elección.

"¿Cómo salimos de ese nuevo escándalo?... Seguramente rompiendo, como les pasó a los radicales. Quisieron hacer una interna, que está en su esencia, y después terminaron partiendo el bloque porque fue tanta la energía que gastaron y la plata que pusieron para imponerse sobre el otro que rompieron todos los puentes", considera, casi en soledad, uno de los pocos jefes comunales que trabaja para la unidad aunque quede mal con Montescos y Capuletos.

"Si fueran inteligentes, esto tendría que transformarse en un acting que demostraría que Axel se la banca y no va a ser un títere como Alberto y ella luego vuelve a conducir el conjunto. Pero como nunca dobla, esto termina en ruptura", aseveró un ex intendente que experimentó todos los estados emocionales del kirchnerismo. La posibilidad que en las próximas elecciones en la categoría provincial y municipal tenga dos o tres representaciones surgidas de lo que era hasta ayer Unión por la Patria es una hipótesis que ya nadie descarta. 

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