La emotiva historia de la hostería familiar más remota, secreta y exclusiva de la Patagonia
En Santa Cruz, a 30 km de la frontera con Chile volvió a funcionar una hostería que estuvo 10 años cerrada. Es una estancia de 5.000 m2 con 9 casas de madera de lenga y una casa de habitaciones compartidas para hasta 25 personas. La historia de una familia pionera que la creó y la recuperó.
"¿Y la gente cuándo viene?". La inocente pregunta de un niño resonó en los pasillos de la hostería vacía y en los oídos de Gregorio Cramer y Alejandro Azpiazu, dos amigos de 50 años oriundos de Buenos Aires, quienes pasaban unos días de vacaciones en el norte de la provincia de Santa Cruz junto a sus familias.
Esa misma noche, Gregorio lo decidió: la hostería Lagos del Furioso volvería a recibir turistas, aún en plena pandemia de coronavirus, continuando con la tradición iniciada tres décadas atrás por sus padres, Ana y Jorge.
"Esto lo armó mi familia desde cero hace 30 años, funcionó 15 temporadas y por razones diversas estuvo cerrado 10 años. Ahora con Alejandro, mi socio, decidimos reabrirlo. Hasta fines de febrero funcionará nuestra primera temporada", cuenta Gregorio en diálogo exclusivo con Clase Ejecutiva.
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Ubicada a 97 kilómetros de la ruta 40 y a 30 km de la frontera con Chile por el Paso Roballos, la hostería se encuentra en una posición natural privilegiada, entre el azul del Lago Pueyrredón y el turquesa del Lago Posadas.
"Tengo una casa acá, que siempre uso con mi familia para pasar las vacaciones y hacer el mantenimiento del hotel. Ale ha venido varias veces con los suyos y empezó a insistir para que reabriéramos. Siempre fui muy consciente del sacrificio que lleva: si abrís 6 meses, son 6 meses que estás atornillado. Así fue como encontramos entre los dos la manera de llevarlo adelante", explica Gregorio, director de cine.
La hostería abrió en 1992 y funcionó hasta 2008, gestionada por sus padres. Pasaron muchas cosas hasta que el 28 de diciembre de 2020, cuando se habilitó el protocolo sanitario para permitir el turismo nacional en la provincia de Santa Cruz , volvió a abrir sus puertas.
"Esto era un puesto de frontera en los años '40 y fue terreno fiscal durante mucho tiempo. Mis viejos viajaban con frecuencia por la Patagonia: les gustaba conocer lugares distintos. Un día llegaron acá y les encantó porque, desde lo alto de la ruta, ves dos lagos de dos colores. Averiguaron de quién era la chacra y la compraron. Pensando que se iban a aburrir con una casa de fin de semana tan lejos, terminaron haciendo una hostería", rememora sobre los inicios de Lagos del Furioso.
Su padre ya falleció, pero su madre participó de la reapertura al tener el 'know how' de cómo funciona una estancia de 5.000 m2 con 9 casas de madera de lenga y una casa de habitaciones compartidas para albergar en total hasta 25 personas.
"Este primer año la temporada es muy corta, por la pandemia. Para nosotros es algo bueno, porque nos ayuda a poner en funcionamiento todo y tenerlo más controlado. Por eso pudimos abrir sin dudas: sabemos que son dos meses y cuáles son los costos", explica Gregorio.
un paraíso en la patagonia remota
Pese a la pandemia, Gregorio asegura que con su socio -quien se dedica al marketing- apuestan a desarrollar el turismo local e internacional en una zona tan atractiva como remota. "La gente que viene acá ya conoce lo que es la 'Patagonia suiza', de los lagos y el verde. Acá el paisaje es otro: más árido, con una cordillera más baja", describe.
Además, con el desarrollo del Parque Nacional Patagonia, los senderos del Parque Perito Moreno y el fácil acceso a Chile, la zona se convirtió en un nuevo circuito turístico y no un mero desvío de la Ruta 40 como en otros tiempos.
Según describe, es la base ideal para los fans de senderismo, trekking o running en altura. Otras actividades disponibles son cabalgatas, mountain bike, avistaje de fauna autóctona, pesca con mosca desde la costa o embarcados, paseo en lancha y windsurf.
Las pinturas rupestres de la Cueva de las Manos, la ruta 41 al Monte Zeballos y a la cuenca del río Baker en Chile, y el monte San Lorenzo (el más alto en los Andes australes, con 3.645m) son algunas de las atracciones cercanas.
"Esta temporada, la gente viene cerrando los viajes apenas unas semanas antes de llegar. Y las estadías son más prolongadas: de una semana a 10 días", señala Gregorio. En este sentido, añade que sus huéspedes buscan "recorrer menos" y evitar los centros urbanos.
La expectativa más favorable para este verano es alcanzar un 30% de la ocupación, "porque la provincia abrió tarde la temporada".
Cómo llegar a lagos del furioso
- En avión vía Comodoro Rivadavia, El Calafate o Balmaceda.
- En auto por la ruta 40 o la carretera Austral de Chile. El tramo Comodoro-Bajo Caracoles y la RN40 están asfaltados.
- Una nueva ruta de montaña une al Parque Nacional Perito Moreno, sobre el lago Belgrano, con Lagos del Furioso.