En Mataderos

Esta marca argentina crea versiones sin TACC de productos conocidos y ya exporta: su historia

Smams nació en 2012 y pasó de recorrer dietéticas a formar parte de las góndolas de los supermercados. Cómo logró escalar dentro del nicho sin gluten.

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En un laboratorio en Mataderos, el equipo de I+D analiza ingrediente por ingrediente. No se trata de una empresa farmacéutica, sino de una alimenticia argentina. Smams lleva más de diez años en el mercado y se destaca por sus versiones sin gluten de algunos productos reconocidos, como las Oreo o las Chocolinas incluso las famosas galletitas con chips. Hoy producen más de 1 millón de kilos por año y cuentan con más de 40 referencias en el mercado.

Gabriel Isaac Machta vio una oportunidad en el negocio sin TACC. No había muchas marcas que se especializaran en ese nicho y decidió apostar a ser pionero. Pero no tenía experiencia en el rubro, entonces se reunión con varios empresarios expertos en galletitas hasta finalmente encontró a su socio. En 2012 Machta fundó Wellington Food SA junto a Juan Carlos Crescini, titular de Leiva.

Uno de sus productos más vendidos son las galletitas rellenas similares a las Oreo.

Sin embargo, la sociedad duró solo tres años. En ese momento la compañía elaboraba polvorones, galletitas y budines en una fábrica de 600m2 en Mataderos. El propio Machta recorría las dietéticas para vender su marca. En ese momento apareció un partner inesperado.

Norberto Varas había decidido calzarse el traje de inversor a partir de 2010. Antes de eso tuvo una carrera en el mundo corporativo, fue VP del Citigroup y formó parte del boom del negocio de los call center como CEO de la francesa Teleperformance. Cuando a él y a su hija les detectaron celiaquía, ella lo impulsó a probar los productos de Smams y pronto se convirtió en socio de la empresa.

La imagen también cuenta

La firma dio un vuelco e invirtió en el diseño y la estética de sus packaging. "En las redes nos preguntaban si éramos importados", aseguran. Además, profesionalizaron la estructura al incorporar management con experiencia a la cúpula. Por caso, sumaron como CEO a Lucas Cubero, un exejecutivo de Molinos Río de la Plata y AB InBev.

Al mismo tiempo Smams agrandó su capacidad de producción. En 2017 se mudaron a una nueva fábrica de 4000m2 y luego le sumaron 1600m2 más. Esto les dio la escala suficiente para desembarcar en supermercados y otras cadenas de gran tamaño, como Farmacity.

Donde sucede la magia

Su laboratorio es una de las claves de la firma. Ahí se cuecen todas las ideas para los nuevos productos. Ellos analizan lo que hay en las góndolas para poder ofrecer una alternativa sin gluten. En su portfolio se pueden encontrar pepas de membrillo, snacks salados, bizcochitos, cereales de desayuno, pan rallado y barras de arroz y chocolate.

Smams invirtió u$s 500.000 para lanzar su alfajor sin TACC que competirá en los kiocos.

Recientemente lanzaron su primer alfajor, en versión doble y triple, hecho con harina de mandioca y con el cual planean salir a competir en los kioscos dentro del segmento medio. Para este proyecto desembolsaron u$s 500.000.

En la Argentina se estima que 1 de cada 167 personas adultas son celíacas, mientras que en la niñez la prevalencia es de 1 de cada 79. Por eso, la empresa apostó también a agrandar su base de consumidores con líneas plant based y sin azúcar agregada. Hoy sus productos llegan a Uruguay, Chile y Paraguay.

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