Boom de litio y cobre: todos los proyectos en marcha y algunas promesas
Con megaproyectos en marcha de cobre y litio, dos minerales críticos y con altísima demanda en el mundo por su importancia en la transición energética, el país acelera el desarrollo minero. Atrae más inversiones estratégicas y enfrenta nuevos desafíos.
La Argentina ya está subida al tren del desarrollo minero. Con megaproyectos en marcha de cobre y litio, dos de los minerales más críticos y con altísima demanda en el mundo por su importancia en la transición energética, el país se asienta en un marco normativo que hoy atrae más inversiones.
Pero los desafíos también son muchos. Aun con abundantes reservas de cobre y litio, recién las inversiones comienzan a materializarse y las exportaciones mineras continúan ampliamente concentradas en el oro y la plata, con proyectos que van llegando al final de su vida útil y con rentabilidades que no convencen.
La secretaria de Minería de la Nación, Fernanda Ávila, lo explicó concretamente ante una consulta de Apertura. "Muchas veces nos preguntan si vamos a pasar de ser un país que habla de minería a ser un país minero. La Argentina exportó el año pasado US$ 3800 millones provenientes de la minería", dijo, una cifra alta considerando que es el mejor resultado en más de una década pero que "todavía solo representa el 4 por ciento de las ventas al mundo totales del país".
Sucede que casi 80 por ciento de las exportaciones hoy provienen del oro y la plata, mientras que solo 18 por ciento es litio. Pero el peso que tiene el oro blanco en las ventas va en exponencial crecimiento y seguirá aumentando ya que solo hay tres proyectos en producción de los 50 en carpeta.
Según las proyecciones del Gobierno, se pasará de las 34.000 toneladas de exportación de carbonato de litio a más de 200.000 en los próximos años. La Argentina es hoy el cuarto productor de litio y puede pasar al segundo lugar si esas inversiones se concretan.
En comparación con Chile, que el año pasado exportó 55.000 millones de dólares mineros, la Argentina parece poco desarrollada todavía. Pero frente a ese país tiene ventajas, ya que del otro lado de la cordillera, está muy poco diversificada la estructura minera. El 80 por ciento de las ventas al mundo de Chile son de cobre. Y según describió Ávila, apenas US$ 7000 millones exportó de litio, siendo el segundo productor mundial.
Hoy en Chile, el marco normativo no atrae a los inversores. Muestra de eso es que no hay nuevos proyectos de litio desde hace casi dos décadas, lo mismo que en Bolivia. Esos dos países junto a la Argentina, el país que más atrae capitales en estos días, forman el triángulo del litio.
En la Argentina, mientras tanto, la foto minera actual está centrada en el oro y la plata mientras que el cobre y el litio son todavía puro potencial para pasar a ocupar el podio de los proveedores de minerales críticos globales, que permitan ser un país estratégico para la transición energética del mundo.
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) lo cuantifica claramente. Argentina es hoy el cuarto productor mundial de litio (detrás de Australia, Chile y China) y el segundo país con mayores recursos. Las inversiones esperadas para los proyectos más avanzados de este mineral suman US$ 7000 millones.
Para el cobre, la expectativa está puesta en los cinco proyectos más importantes: Taca Taca (First Quantum Minerals), El Pachón (Glencore), Los Azules (McEwen), Agua Rica (Glencore) y Josemaría (Ludmin), que prevé CAEM, generarán inversiones por más de US$ 22.000 millones.
Josemaría, de hecho, es un yacimiento de cobre, pero también de oro y plata, localizado en el extremo noroeste de la provincia de San Juan, en el departamento Iglesia, a 4230 metros de altura. La inversión anunciada para este proyecto fue de más de US$ 4200 millones.
Desde los inicios de la etapa exploratoria, hace 20 años, Josemaría pertenece al Grupo Lundin, que también tuvo a su cargo el descubrimiento de Bajo La Alumbrera, en Catamarca, y de Veladero, también ubicado en San Juan. Desde abril de 2022, es parte de Lundin Mining, la mayor empresa minera del Grupo Lundin.
Josemaría aún no tiene fecha de inicio de su construcción -que durará tres o cuatro años- ya que se encuentra en proceso de obtención de permisos sectoriales, acuerdos comerciales y revisión de cronogramas y costos. Su etapa de operación está calculada en 19 años, con una producción anual estimada en 590.000 toneladas de concentrado de cobre; 131.000 toneladas de cobre metálico; 224.000 onzas de oro y 1.048.000 onzas de plata.
Alfredo Vitaller, VP Asuntos Corporativos del proyecto, explica que "Argentina sigue siendo atractiva para las potenciales inversiones mineras porque cuenta con los yacimientos y los recursos. Las perspectivas para el país son muy prometedoras. Según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía, para 2040 la demanda global de minerales y de metales para tecnologías de energía limpia se duplicaría. Y en el mapa mundial, Argentina podría convertirse en un actor estratégico para contribuir a reducir la brecha entre producción actual y la demanda futura de minerales críticos para la transición energética, como el cobre y el litio".
Para el empresario, el reciente lanzamiento de la Mesa del Cobre (que incluye a mineras de Catamarca, Salta y San Juan) es una oportunidad para impulsar el desarrollo cuprífero en el país en un momento en el que Argentina no tiene una mina en producción desde que Bajo de la Alumbrera, en Catamarca, dejó de producir en 2018.
También, como aclara Vitaller, "hay que comprender que no existen proyectos de la envergadura de Josemaría que se autofinancien y que la búsqueda de uno o más socios estratégicos u otra figura similar, es algo habitual en proyectos como éste". Hasta ahora, Lundin Mining llevará invertidos US$ 1400 millones en esta actual etapa de exploración/pre-construcción, como señal del interés por desarrollar la mina.
Es que como en otros grupos que ya pusieron un pie en la minería argentina, el interés del Grupo Lundin por la exploración aquí forma parte de la historia que une a la familia Lundin con la Argentina. En especial a su fundador Adolf Lundin, luego a su hijo Lukas y hoy a los nietos de Adolf, quienes siempre apostaron al potencial minero argentino.
En 2021, el Grupo Lundin presentó públicamente su Distrito Vicuña al que define como un gigante de emergente de cobre, oro y plata en Argentina y Chile. Allí, tiene participación en los proyectos Josemaría, Filo del Sol y Lunahuasi, situados del lado argentino, y Los Helados, del lado chileno, que albergan en conjunto unos 17 millones de toneladas de cobre.
En Filo del Sol, también el gigante australiano BHP, dueño de la mina de cobre más grande del mundo, puso su huella al comprar el 5 por ciento de Filo Mining, compañía del Grupo Lundin, para iniciar un proceso de búsqueda más amplia en nuevos proyectos de ese mineral en la Argentina. "Queremos posicionar al país como actor minero de clase mundial", contó a Apertura René Muga, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la compañía.
BHP invirtió u$s 79 millones para desarrollar ese proyecto en San Juan junto a Filo Mining, cerca de la frontera entre Chile y Argentina.
En el caso de Agua Rica de Catamarca, conocido como Proyecto MARA, la multinacional suiza Glencore acaba de invertir US$ 475 millones para convertirse en el único accionista. Originalmente, eran Glencore, Newmont y Yamana Gold los inversores. Pero primero Glencore aumentó su participación el año pasado con un desembolso de cerca de US$ 160 millones por el 19 por ciento que tenía Newmont (pasó a tener 43,75 por ciento), mientras que Yamana Gold fue adquirida por la canadiense Pan American Sliver.
Los proyectos de cobre en general tienen una escala seis veces superior a los del litio. También su desarrollo es más largo. Por eso se espera que recién en 2030 pueda empezar a verse algún resultado que mueva la aguja de las mediciones mineras de la Argentina, con producción a gran escala.
El litio como guía
En el caso del litio, la producción ya empieza a crecer. Hacia 2030, Gran Thorton prevé que Chile y Australia tendrán entre el 35 y el 40 por ciento de la producción mundial de litio (hoy producen cerca del 70 por ciento) y se prevé un fuerte crecimiento de la Argentina debido al involucramiento de las provincias de la Puna en la promoción.
Según los datos oficiales argentinos, la producción minera tuvo una gran incidencia sobre el conjunto de las exportaciones de las provincias. En Catamarca representó 86 por ciento de sus exportaciones; en Jujuy el 84 por ciento; en Santa Cruz el 77 por ciento; en San Juan el 75 por ciento; y Salta el 33 por ciento.
En particular para el litio, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) prevé que sea el quinto complejo exportador argentino antes de que termine esta década, ya que el volumen de inversiones podría multiplicar por diez las exportaciones de este mineral en los próximos años. Hoy está en puesto 18°.
"El complejo litio pasó de ser el 6 por ciento de las exportaciones mineras en 2021 al 18 por ciento en 2022, con proyecciones de seguir creciendo en 2023", señaló el informe elaborado por la entidad.
Hoy hay en producción tres proyectos. Salar de Olaroz, en Jujuy de la empresa australiana Allkem; Fénix, en Catamarca de la estadounidense Livent; y Cauchari Olaroz, también en Jujuy, de la firma Exar.
Allkem y Livent acaban de fusionarse, en una compañía que con un valor de US$ 10.600 millones es hoy la propietaria de los dos proyectos con más tiempo de producción en la Argentina.
En el caso de Cauchari Olaroz la propiedad está en manos de la canadiense Lithium Americas Corp en joint venture con la china Gangfeng y Jamse (Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado). Es el proyecto más grande del país, cuya producción será mayor a la que tienen juntas, las dos minas de Allkem y Livent.
Cauchari-Olaroz se construyó con una inversión de u$s 979 millones para una planta de producción de 40.000 toneladas por año de carbonato de litio 'calidad grado de batería' y se inició la planificación para una segunda etapa de expansión de unos 20.000 toneladas por año adicionales.
"Ser un productor de litio relevante en momentos en los que el mundo está yendo hacia la electromovilidad tiene una importancia geopolítica. Se está poniendo en el mercado un insumo clave. Somos los que picaron en punta en carbonato de litio de salmueras. Eso crea grandes expectativas en la Argentina", reflexionó Ignacio Celorrio, CEO de Lithium Americas y número uno en Cauchari Olaroz.
El ejecutivo explicó también que "décadas de exploración han mostrado que los yacimientos más rápidos para poner en producción están en la Argentina y el régimen jurídico que permite avanzar para ponerlos en producción continúa vigente y es el mejor. Entonces no es que a las empresas le guste los controles de cambios, o las diferentes trabas que se puede tener a nivel económico coyunturales, pero lo aguantan. Eso explica por qué hay tantos proyectos en construcción al mismo tiempo, algo que -de hecho- es hasta una anomalía desde el punto de vista de recursos naturales. Tener cinco o seis proyectos de distintas compañías en una zona acotada, jamás lo vi".
De hecho, hay una alta concentración de proyectos de diferentes compañías en la zona más prometedora, en diferentes etapas.
Algunos proyectos incluso, ya lograron aprovechar el beneficio del Régimen de Fomento de Inversión para las Exportaciones, que establece que para inversiones directas en moneda extranjera superiores a US$ 100 millones, los beneficiarios podrán gozar de un monto de liquidación diferenciada de hasta un 20 por ciento de divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas al proyecto de inversión.
Fue el caso del proyecto que promete tener la mayor concentración de litio en Argentina, Tres Quebradas, el proyecto catamarqueño operado por Liex -una firma subsidiaria del gigante minero chino Zijin-. Tras conseguir estos beneficios para avanzar en su inversión, anunció que duplicará los desembolsos hasta casi u$s 800 millones para tener el doble de su capacidad productiva.
Otros proyectos están en las etapas más incipientes de desarrollo o exploración, todos con grandes perspectivas. En Integra Lithium, por caso, ya se han realizado descubrimientos de proyectos de litio que están en exploración temprana, con la intensión de avanzar en otros dos y continuando con la innovación en el país sobre yacimientos de litio en roca. A su vez, en cobre, Polimetales del Noroeste ya ha identificado un yacimiento que puede tener escala mundial.
Lake Resources NL es otro desarrollador de capitales australianos, responsable de litio que tiene su principal proyecto, Kachi, en la provincia de Catamarca, además de poseer otros tres activos de salmuera de litio en Jujuy.
Kachi en el salar de Carachi Pampa, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar se encuentra en una etapa de prefactibilidad, por entrar a factibilidad a fin de año. "Durante los siguientes meses, nos encontraremos implementando numerosos procesos en los pozos, planta piloto y soluciones de energía con el fin de completar esta etapa y presentar un Estudio de Factibilidad Definitivo financiable previsto para fin de 2023, para luego presentar nuestro Estudio de Impacto Ambiental previsto para 2024", explicó Amalia Sáenz, Senior VP Corporate Affairs & Country Manager de Lake Resources para Argentina.
La compañía tiene un plan de 2 fases para producir 50.000 toneladas de carbonato de litio por año cuando el mismo alcance su máxima capacidad. El objetivo es comenzar la producción en el segundo semestre de 2027, para lo cual está previsto comenzar la etapa de construcción a partir de 2025.
"Tenemos que trabajar a nivel nacional, provincial y con el sector privado en el desarrollo de un marco regulatorio para que el litio sea una realidad. Es importante asegurar políticas a largo plazo y trabajar en la sustentabilidad para ser productores a nivel mundial. Además, el éxito de todo esto depende de una infraestructura adecuada para la extracción, el procesamiento y transporte. Las empresas han estado trabajando en la mejora de infraestructuras de transporte, logística y energía en las regiones donde se encuentra el litio, pero también se necesita una articulación entre el sector público y privado para trabajar fuerte en estas cuestiones", señaló Sáenz.
La tradición del oro y la plata
Aun cuando todas las miradas están puestas hoy en el litio y el cobre, el 80 por ciento de las exportaciones argentinas siguen siendo de oro y plata. Allí, uno de los grandes referentes es, por más de tres décadas, Barrick.
Esta compañía global, líder de oro y cobre con presencia en más de 18 países en distintos continentes, tiene en la Argentina su principal activo en Veladero. La mina de oro y plata emblemática de San Juan es hoy una empresa conjunta en un 50 por ciento con Shandong Gold. Las operaciones iniciaron en 2005 y hasta hoy es el mayor exportador de la provincia, igual que generador de empleo local de calidad y una robusta cadena de proveedores.
En los últimos 17 años, Veladero ha generado más de US$ 10.000 millones para la economía local en salarios, impuestos y pagos a proveedores. En los últimos cinco años, Veladero transitó una nueva etapa, con inversiones para mejorar su infraestructura y fortaleció su relación con la comunidad local al tiempo que siguió explorando en busca de recursos.
Gracias a un nuevo fideicomiso para obras, acordado con las autoridades, logró avances materiales en obras de riego y salud para la comunidad. En 2021, finalizó una inversión de US$ 190 millones para la ampliación de su pila de lixiviación conocida como Fase 6 y en 2022, ejecutó una nueva ampliación de esa pila la fase 7A y comenzará con la fase 7B para el último trimestre del año, ambas combinadas significan otros US$ 140 millones.
También invirtió más de US$ 54 millones en la línea eléctrica que se energizó a final de 2022 y que transporta energía desde Chile, una gran parte de renovable lo que significa una potencial reducción de las emisiones en Veladero en 100.000 toneladas de CO2-e anual.
Para este año, la producción de Veladero se encuentra en guía con lo planificado para finalizar con una producción de entre 320.000 a 360.000 onzas.
Sin embargo, tal como explica el CEO de Barrick Marcelo Álvarez, "es uno de los años más complejos para el negocio por factores como las dificultades con el suministro de repuestos e insumos clave combinados con la situación macroeconómica que impactó fuertemente los costos. En ese contexto nos hemos enfocado en la productividad de los cambios de turno y la estrategia de lixiviación para seguir en línea con los objetivos de producción", dijo.
El ejecutivo asegura que la actual "es una realidad compleja. Por una parte, el potencial geológico y minero del país es enorme, pero a la vez las empresas exportadoras, que generan un gran saldo de divisas positivo para el país, están restringidas por las variables económicas y las regulaciones", señaló.
"En ese contexto el gran desafío es mantener la confianza y apoyo de los inversores que entienden que la minería es una actividad a largo plazo y ponen mucho acento en contar con reglas estables y un marco impositivo adecuado para hacer viables los proyectos", agregó Álvarez.
Teniendo en cuenta el contexto eleccionario, el empresario se mostró optimista porque "Los planes para recuperar la economía y actividad en la Argentina, en la mayoría de las propuestas política en pugna tienen en común haber identificado a la minería como un pilar".
La compañía planea seguir sumando recursos para extender la vida útil de Veladero pero "necesitamos para llevar esto adelante es que factores específicos como la tributación sea competitiva, se respete el régimen de estabilidad fiscal, se liberen las importaciones y se eliminen las restricciones monetarias la brecha cambiaria para viabilizar los proyectos", concluyó.
En CAEM lo ponen en números concretos. La industria minera argentina podría estar exportando u$s 12 millones de haberse puesto en marcha los proyectos de inversión que debieron ser cancelados o postergados por las dificultades económicas y sociales
Impacto en el empleo
Además de la generación de divisas por exportaciones, tan relevante en estos tiempos, y el aporte de regalías a las provincias, la minería tiene un alto impacto para el país en cuanto al empleo y al desarrollo de cadenas de valor cercanas.
Según explicó Cintia Liendro, Gerente de Ceta Minería, en el sector "hay un potencial grande para desarrollar por muchos años más. Antes se pensaba que la minería era un trabajo que no era seguro, de proyectos cortos e inconclusos. Por eso, los profesionales sentían más seguridad en rubros como el petróleo. Hoy el litio es una fuente de inversión interminable que, trabajándolo de manera responsable, sustentable, considerando los aspectos ambientales, sociales y económicos, tiene un potencial amplísimo".
Para la experta, hoy se transita "un momento crucial tanto a nivel provincial como regional. Cada proyecto es una puerta de entrada para poder seguir generando nuevos puestos de trabajo tanto en las comunidades cercanas, como a nivel nacional. En litio, el crecimiento del empleo supera los 4000 puestos de trabajo directos, 3538 son ocupados por varones, y 727 por mujeres. En los próximos 20 años, se vislumbra un potencial muy grande con múltiples elementos positivos para esta industria como para quienes se dediquen a ser proveedores de la misma. Para que esa proyección pueda consumarse resulta importante seguir incentivando a las nuevas generaciones a que estudien, conozcan el sector y se involucren responsablemente".
Los puestos más solicitados dentro de la industria son, según Liendro, los que se consideran en la etapa de exploración y ejecución de obras en la etapa 1. Pueden variar de acuerdo al lugar de trabajo (hostilidad de la puna), el origen geográfico y trayectoria de la empresa minera, tipo de roster, obra social ofrecida, posibilidades de desarrollo, tipo de contrato y beneficios ofrecidos (vacaciones, movilidad, viáticos, aumentos salariales establecidos en tiempo y porcentaje).
Entre los perfiles más solicitados encuentra a gerente y director de proyecto y obra, planner, geólogos, supervisores de obra, técnicos mecánico y electromecánicos, ingenieros, access control adviser, analyst site support, program maintenance, y projects control manager, entre otros.
Los salarios varían según la etapa del proyecto y si están en el convenio o por fuera. También hay que contemplar las ventajas adicionales que complementan la remuneración, como la obra social, los días de vacaciones y la guardería, entre otras.
Hoy los salarios en el sector comienzan a partir de $ 300.000 y pueden superar el millón, de acuerdo a las posiciones y responsabilidades dentro del proyecto. Más allá de lo económico, las pretensiones de los perfiles pasan también por la solicitud de vivienda, colegio para sus hijos y rosters más cortos.
Esta nota fue publicada en la edición 357 de Revista Apertura
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