El impacto positivo del Omega-3 en tu memoria y en la salud del cerebro: en qué alimentos podés encontrarlo
Sumar estos alimentos a tu dieta te ayudará a mejorar la memoria.
El omega-3 es un nutriente esencial que desempeña un rol clave en el funcionamiento del cerebro y la memoria. Incorporarlo en la dieta es más simple de lo que parece, ya que está presente en diversos alimentos.
Su impacto positivo en la salud cerebral está respaldado por numerosos estudios. Descubrí en qué alimentos podés encontrarlo y cómo aprovechar sus beneficios para cuidar tu mente.
¿En qué alimentos podés encontrar el Omega-3?
El omega-3 está presente en una variedad de alimentos que podés incorporar fácilmente a tu dieta diaria, según la Clínica Universidad de Navarra.
Pescados azules como el salmón y el atún, mariscos, semillas como las de lino y chía, nueces, palta y el aceite de oliva extra virgen son algunas de las fuentes más ricas en este nutriente esencial.
Además, si tu dieta no cubre los requerimientos necesarios, existen suplementos de omega-3 disponibles. Eso sí, siempre es fundamental que su consumo sea indicado y supervisado por un profesional de la salud.
¿Cuáles son los beneficios del Omega-3?
El omega-3 no solo protege la salud del corazón gracias a su efecto antiinflamatorio y su capacidad para reducir la presión arterial, sino que también juega un rol fundamental en el cuidado del cerebro.
Según un estudio de la Universidad de Oxford, este nutriente puede:
- Ralentizar la atrofia cerebral, preservando el volumen en áreas clave para la memoria y otras funciones mentales.
- Reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzhéimer.
- Regular los niveles de homocisteína, un aminoácido relacionado con el deterioro cognitivo.
El estudio también examinó cómo interactúa el omega-3 con las vitaminas del grupo B y concluyó que esta combinación puede amplificar los beneficios para la salud cerebral.
Según los resultados, las personas con niveles elevados de omega-3 que recibieron tratamiento con vitaminas B experimentaron una reducción de la atrofia cerebral en un 40%, un dato respaldado por resonancias magnéticas realizadas durante la investigación.
Estos descubrimientos subrayan la relevancia de incorporar omega-3 en la dieta como parte de un enfoque integral para proteger la salud cognitiva y prevenir enfermedades neurodegenerativas.
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