Presión al bolsillo

Colegios privados: tras la suba de diciembre, quieren terminar 2023 con más aumentos en las cuotas

Las escuelas consideran insuficiente el último incremento autorizado para este mes, del 11% en la Provincia y 22% en la Ciudad. Buscan compensar el desfajase que llevó a muchos establecimientos a anunciar su cierre en las últimas semanas

Diciembre arrancó con una nueva suba en las cuotas de los colegios privados de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires que reciben aporte estatal, pero el ciclo lectivo 2023 podría cerrar con más aumentos. Las instituciones no quedaron conformes con el último incremento anunciado la semana pasada y piden que haya una nueva actualización en los aranceles antes de fin de año. 

De aprobarse, se aplicaría de forma retroactiva, como sucedió otros meses en los que los padres ya habían abonado el importe correspondiente y debieron hacer un desembolso adicional acorde a lo negociado luego. Por estas horas, los colegios que ya habían comunicado a las familias los montos de este mes se encuentran actualizando los cuadros tarifarios con los nuevos valores que pronto notificarán.

Tras el reclamo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (Aiepba), el miércoles pasado el gobierno de Axel Kicillof aprobó un alza del 11% que impactará en los valores de este mes. Son cinco puntos por debajo de la actualización que pretendían las escuelas luego de la revisión de la paritaria docente y el avance de la inflación. En tanto, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta autorizó una suba del 22% a partir del 1° de diciembre. Ambas cifras podrían ser mayores si los colegios terminan convenciendo al Gobierno.

De acuerdo a la asociación que nuclea a 2300 institutos privados donde estudian 1,3 millones de alumnos, el principal problema que enfrentan las escuelas que reciben subvención -y, por ende, con aumentos sujetos a la aprobación del Gobierno- es el retraso en los ajustes de las cuotas, considerados insuficientes.

Esta coyuntura llevó a una "pérdida sistemática de la rentabilidad" frente a "la suba constante de los costos", compuestos mayormente por el pago de salarios a docentes y personal administrativo y de maestranza: hasta noviembre inclusive, las cuotas aumentaron un 115,75%, mientras que las paritarias subieron un 132%. En ese sentido, Aiepba remarcó que "es imperioso actualizar los aranceles cuanto antes para equiparar los costos y brindar la misma calidad educativa". La entidad ya había solicitado un aumento el 15 de noviembre apelando a este argumento.

Desde que se inició el año lectivo, las cuotas subieron cada 30 días y hubo aumentos mayores a los acordados inicialmente.

Desde que se inició el año lectivo, las cuotas subieron cada 30 días y hubo aumentos mayores a los acordados en el verano en el programa Precios Justos para contener el bolsillo de las familias. En ese entonces, recién arrancaban las negociaciones paritarias y las expectativas inflacionarias eran más bajas.

"Se hace difícil mantener el proyecto educativo con tal infraestructura, como en el caso de los que tienen piscinas y sistemas de vigilancia privada. El problema es que el Estado obligue a definir con antelación las subas en un contexto tan incierto", analizó Martín Zurita, titular de Aiepba. El año pasado, los colegios ya sufrieron el desfase. En 2022, los maestros lograron un aumento salarial del 106,7%, por arriba de la inflación anual (94,8%) y las cuotas (89,3%). 

De acuerdo a un relevamiento de la agrupación, la mitad de los 200 colegios que hoy están en riesgo de cierre tiene entre 20% y 30% de morosidad en el pago de las cuotas, mientras que en el 16% llega al 40%. A su vez, el 45% no puede trasladar el total de los últimos aumentos salariales a las familias, ya que, argumentan, no podrían soportar estos incrementos. De igual modo, el 85% no pudo hacer inversiones en los últimos años.

Por la crisis de la educación privada, varios colegios de la Provincia de Buenos Aires ya anunciaron que cerrarán en 2024.

En consecuencia, el 56% tiene deudas con el Instituto de Previsión Social (IPS) de la provincia y el 35%, con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). De ese total, la mitad generó el pasivo en 2020, durante la cuarentena. Por este contexto, el 43% proyecta disminuir personal en cargos y horas no obligatorias, lo que comprende a personal fuera de planta, de administración o maestranza.

La situación ya fue advertida al Gobierno. De hecho, varios colegios ya avisaron que no abrirán en 2024, como el Instituto Modelo del Sur Avellaneda (IMSA) y la Nueva Escuela Spegazzini, que cerrará los turnos tarde de secundario y jardín de infantes el año próximo. Situación similar ocurrió con el Mancedo Midlands College, de Quilmes; el Niño Jesús de Praga, de Olivos; y el jardín maternal Cinderella El Centavo, de Recoleta.

En este contexto, la asociación le envió a la Dirección General de Escuelas un informe detallado del escenario de los colegios privados y la exhortó a trabajar en conjunto". "La educación de gestión privada es fundamental y requiere un salvoconducto", sostuvo el pedido, y remarcó que seguirán reclamando soluciones "para afrontar los severos inconvenientes que atraviesan las instituciones de enseñanza, que arrastran una crisis desde la pandemia y no logran recuperarse".

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