Alarma global

Suenan tambores de recesión en EE.UU.: contra lo esperado, la economía se contrajo en el 1° trimestre

La economía americana se contrajo inesperadamente a una tasa anual del 1,4%, lo cual indica una significativa reversión en la tasa de crecimiento anual respecto del 6,9% en el cuarto trimestre del año pasado.

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La economía de los EE.UU. se contrajo por primera vez desde la salida de la pandemia. El mercado no esperaba la contracción, sino, por lo contrario, esperaba una expansión del 1,1%. 

Aumentan así los temores de una recesión y desafía aun más al futuro de la política monetaria de la Fed hacia adelante. 

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Sorpresa en Wall Street

Antes de la apertura del mercado se publicó el dato de PBI en EEUU el cual reflejó que la economía americana se contrajo sorpresivamente a tasa anual del 1,4%. 

Este dato sorprendió ya que el mercado esperaba en realidad, un crecimiento del 1,1% para el primer trimestre  

Según el Departamento de Comercio, l actual caída del PBI implicó una significativa reversión en la tasa de crecimiento anual respecto del 6,9% en el cuarto trimestre del año pasado.

De esta manera, esta baja en el PBI marcó el trimestre más débil desde la primavera de 2020, cuando la pandemia de Covid-19 y los cierres relacionados llevaron a la economía estadounidense a una profunda pero breve recesión en EEUU.

¿RIESGOS DE ESTANFLACION?

A la hora de buscar las causas de la contracción, la misma se debó a un déficit comercial cada vez mayor, con Estados Unidos importando mucho más de lo que exporta.

Además, se nota un ritmo más lento de inversión por parte de las empresas en el primer trimestre, en comparación con una rápida acumulación de inventarios a fines del año pasado.

Finalmente, la disminución del gasto de estímulo del gobierno relacionado con la pandemia pesó sobre el PIB..

Una de las causas por las cuales la economía pudo haberse contraído también es por el aumento de las tasas de interés, a medida que la Reserva Federal busca iniciar la guerra contra la inflación.

Los funcionarios del banco central elevaron su tasa de referencia en marzo en un cuarto de punto porcentual desde casi 0%, y han señalado que es probable que sigan más aumentos.

Por lo tanto, si bien pudo haber sido ligero el movimiento, el impacto comienza a preocupar en el mercado.

De hecho, las sospechas de los inversores en Wall Street se tornan cada vez más ciertas en cuanto a la inflación y a la recesión.

Los temores de Wall Street primero apuntaban a que la inflación no era transitoria (en contraposición con lo que pensaba la Fed) sino que la misma tenia características más bien estructurales. Esto terminó siendo real.

Luego, más en el corto plazo, Wall Street comenzó a alertar a sus clientes las chances de una recesión en el corto y mediano plazo. Hoy, con el dato del PBI, las sospechas toman un significado mayor.

De cara al futuro, los economistas encuestados por The Wall Street Journal estiman que el PIB aumentará un 2,6 % en el cuarto trimestre de 2022 respecto al año anterior, igualando el crecimiento anual de 2019, pero registrando un crecimiento muy por debajo del 5,5 % registrado el año pasado.

La alta inflación está reduciendo el poder adquisitivo de los hogares y es un factor de riesgo para la marcha de la economía.

El último dato de inflación reflejo que los precios subieron 8,5% en marzo respecto al año anterior, alcanzado el dato más alto en 40 años.

Por otro lado, la elevada inflación está acabando con las ganancias salariales de muchos trabajadores: el salario medio por hora aumentó un 5,6 % durante el mismo período. Los precios en rápido aumento también están desafiando a muchas empresas.

Wall Street no habla de otra cosa

Si bien la mayoría de los economistas todavía cree que la expansión tiene mucho impulso, particularmente dada la fortaleza del mercado laboral, los temores de recesión han ido en aumento.

Los riesgos de una recesión en Estados Unidos es un tema que vienen alertando los bancos de inversión a sus clientes cada vez con más frecuencia. 

Hay una clara preocupación sobre el tema, fundamentalmente por las señales que está dejando la curva soberana así como también por la expectativa monetaria a futuro.

Los analistas de JP Morgan resaltaron que si se toma la curva americana como referencia, existe cerca de un 9% de probabilidad de recesión en los próximos 12 meses.

Sin embargo, tomando otros datos de mercado, las chances saltan al 39% y al 9,4% si se toman los datos económicos.

Esta semana, Deutsche Bank duplicó su mensaje de que "se necesitará una recesión profunda" para frenar la inflación, que está en máximos de 40 años.

A comienzo de mes la curva soberana americana se invirtió, lo cual suele ser una herramienta de anticipación por parte del mercado en relación a la probabilidad de una recesión en el mediano plazo.

Tina Fong, estratega de Schroders, advirtió que casi el 40% de los indicadores que monitorean para anticipar una recesión en EE.UU. reflejan que los riesgos aumentaron con importantes implicaciones potenciales para la economía mundial

"El número de variables que emiten una advertencia de recesión ha aumentado en comparación con fines del año pasado. Algo menos del 40 % (siete de 20) de estas medidas, que abarcan tanto indicadores macroeconómicos como financieros, indican riesgo de recesión", dijo Fong.

Según la estratega de Schroders, las recesiones en los EE.UU. normalmente se han dado cuando más del 40% de los indicadores advierten tales riesgos. Esto tiene impactos globales.

"Dado su tamaño y su papel como impulsor de la demanda global, la economía de los EE.UU. suele ser el factor de cambio más importante para determinar las perspectivas de la economía mundial. Después de todo, sigue siendo la economía más grande del mundo y representa más de una cuarta parte de la producción", dijo la estratega de Schroders.

Desafío para la Fed

En un contexto de aceleración inflacionaria y de potencial contracción de la economía, la atención pasa sobre qué estrategia deberá tomar la Fed en relación a su tasa de interés.

Si la Fed sube la tasa, implica aplicar política monetaria contractiva. Esto lo haría con el objetivo de frenar la inflación. Sin embargo, si la sube, probablemente conduzca a la economía a una recesión ya que enfriaría la economía, pudiendo provocar mayores registros de contracción de la actividad ahcia adelante.

Por lo tanto, la discusión recientemente paso a si la Fed podrá evitar (o no) un aterrizaje forzoso de la economía dada la aceleración inflacionaria y la necesidad de subir la tasa de interés.

"Cuando la Fed tiene que subir las tasas de interés tanto como dice que lo hará, los riesgos de recesión son altos", dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics.

"Simplemente no hay una forma elegante de que el avión económico aterrice en la pista. Puede que aterrice sin estrellarse, pero será un viaje aterrador".

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