Lula nomina a su abogado personal para juez de la Corte Suprema de Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se enfrenta a críticas tras nombrar a su abogado personal, que lo defendió de acusaciones de corrupción, para la poderosa corte suprema del país.

La designación de Cristiano Zanin para ocupar un puesto en el órgano de 11 miembros provocó rápidamente la ira de figuras de la oposición, así como de expertos jurídicos, que afirman que el nombramiento supondría un conflicto de intereses y podría poner en peligro la imparcialidad del máximo tribunal.

Además de haber sido su abogado personal, Lula ha llamado a Zanin su "amigo y camarada". "Lula quiere llenar la corte suprema, pero no lo aceptaremos", dijo Nikolas Ferreira, un prominente legislador de derecha. Dijo que había presentado una medida cautelar para impedir el nombramiento.

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Es probable que el escándalo afecte a la popularidad de Lula, que ha ido cayendo gradualmente desde que asumió el cargo en enero, a medida que el líder de izquierda se enfoca más en su base central que en la amplia coalición que lo impulsó a la victoria electoral.

"Necesitamos instituciones fuertes e independientes. El nombramiento de Zanin va en la dirección opuesta", afirmó João Amoêdo, expresidente del partido derechista Novo.

Zanin, de 47 años y oriundo del estado de San Pablo, representó a Lula durante la larga investigación por corrupción del Lava Jato, que terminó con su encarcelamiento durante más de 18 meses acusado de corrupción.

Su condena fue posteriormente anulada por la corte suprema, que consideró que el tribunal que lo juzgó era incompetente. Esa decisión allanó el camino para que Lula se presentara a las elecciones presidenciales del año pasado.

"Zanin será un gran ministro del Tribunal Supremo. Conozco sus cualidades, formación y competencias. Y creo que Brasil estará orgulloso", dijo Lula este jueves.

Conocido oficialmente como Supremo Tribunal Federal, o STF, la corte es una de las instituciones más influyentes del país y se pronuncia sobre miles de casos al año, incluyendo sentencias sobre decisiones políticas y legislación.

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Mientras quienes lo apoyan afirman que su actuación se fundamenta en la amplia Constitución del país, sus detractores -sobre todo los de derecha- acusan al STF de 'activismo judicial'.

"El tribunal atraviesa un momento de gran desconfianza", dijo Rubens Glezer, profesor de derecho constitucional de la Fundación Getulio Vargas.

"En este contexto, una nominación de alguien tan cercano [al presidente], que puede dar la impresión de un intercambio de favores, continúa el proceso de erosión de la autoridad de la corte y debilita la imagen del poder judicial como un todo", agregó.

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Si Zanin es confirmado, siete de los once miembros del STF habrán sido nombrados por presidentes del Partido de los Trabajadores de Lula.

A pesar de la indignación suscitada por su nombramiento, se espera que la candidatura de Zanin sea aprobada tras una audiencia y una votación en el Senado. Su nominación también ha recibido el apoyo de otros jueces del STF, que señalaron que varios miembros de la corte habían trabajado en defensa de políticos antes de su nombramiento en el tribunal.

Zanin podría formar parte de la corte hasta los 75 años, edad en la que los jueces están obligados a jubilarse. Lula podrá hacer un nuevo nombramiento para el tribunal en octubre, cuando se jubile otro juez.